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Una vez terminado el encuentro de cuartos de final de la Copa del Rey entre el Real Madrid y el F.C. Barcelona, con victoria para el Barça (108-111) tras dos prórrogas y unos instantes finales, tanto del último cuarto como de ambos tiempos extra, no aptos para cardíacos, quise hacer una reflexión bastante en la línea de la sección, 'De espaldas al aro (In the paint)'. Aquí no pretendo centrarme en otros aspectos del encuentro, como el partidazo de Pete 'Big Games' Mickeal, los problemas físicos de Juan Carlos Navarro, la buena actuación de Mirotic o los grandes momentos tanto de Sergio Llull como de Sergio Rodríguez que mantuvieron al Real Madrid en el partido en los momentos más complicados... Aquí solo quiero escribir sobre Ante Tomic. Mucho se ha hablado y debatido en los últimos tiempos sobre Tomic; incluso entre los propios aficionados del Real Madrid hay opiniones bastante contrastadas sobre su marcha del club blanco el pasado verano. Lo más sangrante de todo es la etiqueta de extremadamente blando que se le colgó en su momento y que hace palidecer la que injustamente también le colocaron a Pau Gasol en la NBA... ¿Mi opinión al respecto? Pues que si Ante Tomic hubiese estado en las filas del Madrid (con un entrenador que lo tuviera en cuenta en ataque y se le hicieran llegar balones, claro...) el partido hubiera sido muy distinto. Ante es, a día de hoy, el jugador más determinante de la ACB jugando de espaldas al aro (con permiso de Lorbek) y en el Barça lo está demostrando mucho más de lo que pudo demostrar el año pasado en el Real Madrid. Durante la era Messina los éxitos no acompañaron y hubo cosas que no se hicieron bien en el club blanco, pero Tomic fue muy importante en ataque; un auténtico referente en el poste bajo. El año pasado, con el sistema más rápido y alegre de Pablo Laso, pero también poco dado a jugar con los pívots, Tomic fue claramente a menos... Y se le criticó, se le tachó más que nunca de blando (por no decir de afeminado), se le ninguneó... Y finalmente se le dejó ir, sin más, a pesar de no contar el equipo con otro jugador capaz de cubrir solventemente su puesto, o al menos sus prestaciones. En el derbi, Ante demostró su valía; la valía del pívot determinante y con clase jugando de espaldas al aro... Ese especimen tan poco común hoy en día... Y lo más triste es que algunos afortunados que todavía pueden contar con uno de estos especímenes en su equipo lo desaprovechen como hizo Laso en su momento... O ha estado haciendo Mike D'Antoni en los Lakers. Son ya muchas las veces que hablando con conocidos míos sobre la euforia provocada por el juego eléctrico y apabullante del Madrid durante la temporada regular de la liga, yo he advertido: ¡Ojo!, que este equipo, con este sistema y sin darle ninguna importancia en ataque al poste bajo y al juego de espaldas al aro, puede pinchar estrepitosamente a la hora de la verdad, sea contra el Barça en los playoffs o en la fase final de la Euroliga frente a los grandes gallitos de Europa... De momento parece que he tenido algo de razón, aunque todavía queda mucha temporada por delante... Veremos. Lo que sí tengo claro es que para mí, ahora mismo, un Real Madrid con la misma plantilla que tiene ahora, con Ante Tomic de pívot y con un entrenador que contara más con los pívots y metiera más balones en el poste bajo, sería el campeón de la ACB fijo... Y tal vez de la Euroliga. Reflexión final: Pablo Laso, Mike D'Antoni... ¿Son realmente los pívots determinantes y con clase en el poste bajo una especie en peligro de extinción? o por el contrario ¡los tratamos de extinguir nosotros! PD: Estadísticas de Tomic ante el Madrid: 20 puntos (7/9 en tiros de campo y 6/6 en tiros libres), 11 rebotes, 4 tapones y 33 de valoración. Artículo publicado en
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