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RetroNBA: Kurt Rambis, por qué no
Máximo Tobías  | 01.02.2013 - 13:27h.
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Máximo Tobías  | 01.02.2013 - 13:27h.



Fue el primer jugador de la NBA que recuerdo, al dorso de un calendario de bolsillo que encontré en algún cajón. Y contribuyó destacadamente al éxito de su equipo, aunque siempre en aspectos relacionados con el rebote, la defensa, el esfuerzo y el sacrificio. Viéndole jugar, nunca dirías que en su juventud Kurt Rambis destacó por sus números.


Kurt Rambis nació en Terre Haute (Indiana), igual que su futuro rival Larry Bird. Sin embargo creció en California, donde su padre era entrenador de instituto y transmitió a sus hijos la pasión por el deporte. En su segundo año en Cupertino High Kurt Rambis se incorporó al equipo de baloncesto, inicialmente bajo la protección de su hermano Randy. Al curso siguiente ya era la estrella del equipo, y un palmeo suyo otorgó la victoria a su equipo en la final del torneo de la Central Coast Section de 1975. Kurt Rambis terminó el partido con 23 puntos, y al año siguiente Cupertino High repitió victoria con 27 puntos de Rambis en la final. Es difícil imaginar un tiempo en el que Kurt Rambis fue un gran anotador, pero lo cierto es que llegó a alcanzar los 50 puntos en un partido de instituto.


A esas alturas, Kurt Rambis estaba considerado como el mejor jugador de la zona y uno de los mejores del estado. A pesar de que su equipo fue eliminado en la primera ronda del “Tournament of Champions” (un torneo invitacional que servía como campeonato estatal), su buen papel individual permitió que fuese seleccionado para un combinado escolar que bajo la dirección de Jerry West se enfrentaría a la selección junior de la URSS. Numerosos entrenadores universitarios se habían fijado en él durante el Tournament of Champions, donde fue elegido en el equipo ideal del torneo junto a su futuro compañero Mark McNamara, y las ofertas no tardaron en llegar. Rambis decidió no alejarse de casa y se comprometió con la Universidad de Santa Clara. Los tiempos de gloria de Santa Clara se remontaban a la década de los cincuenta, y Rambis aprovechó para convertirse en la gran estrella de un equipo pequeño: no lograron ningún éxito colectivo, pero él fue elegido mejor novato de la West Coast Conference en su primer año y mejor jugador de la conferencia en su temporada senior. Kurt Rambis salió de Santa Clara convertido en el segundo máximo reboteador y en el máximo anotador en la historia de la franquicia (fue superado hace pocos meses).





Todos esos galardones no podían ocultar la realidad de que un pívot blanco que apenas superaba los dos metros de altura y no mostraba una capacidad atlética destacada había tocado techo como estrella de una universidad de segunda fila. En Santa Clara había rozado el 20-10 de promedio durante su año senior, pero en el campus de verano de los Knicks (que lo habían elegido en tercera ronda del draft de 1980) exhibió todas sus dificultades para anotar contra rivales de nivel NBA. Años más tarde se quejaría de que era imposible anotar cuando los exteriores del equipo se tiraban todos los balones intentando impresionar a los entrenadores, pero lo cierto era que su mayor problema era la abundancia de hombres altos de los Knicks. Ya tenían a Bill Cartwright, Marvin Webster, “Sly” Williams y Larry Demic, a los que había que sumar el ala-pívot DeWayne Scales de LSU, elegido ese mismo año en segunda ronda del draft. El futuro madridista Joe Chrnelich declaró que la única oportunidad para él y Rambis era superar claramente a Scales, y no fue el caso. Rambis había recibido una oferta del AEK de Atenas para aprovechar sus orígenes griegos, y pidió a Red Holzman una respuesta directa. “Hemos decidido dejarte aprovechar esa oportunidad en Grecia”, respondió el legendario entrenador de los Knicks.


Con todo, no fue el final de su vinculación con los Knicks. Hace un par de años un artículo en el New York Times revelaba que el 15 de enero de 1981 Kurt Rambis firmó un contrato de diez días con los Knicks como sustituto del lesionado “Sly” Williams. Sin embargo, el jugador llegó con una petición inusual: no saltar a la cancha si no era estrictamente necesario. La explicación era que Rambis se había comprometido con los Knicks sin informar al AEK, y temía que si llegaba a jugar se podría descubrir su duplicidad de contrato. Por suerte para él, la argucia no fue descubierta y Kurt Rambis pudo terminar la temporada en el AEK, con el que se proclamó campeón de la copa griega.





De vuelta en California, Kurt Rambis estaba jugando en una liga de verano cuando se fijó en él Mike Thibault, entonces ojeador y asistente de los Lakers. El equipo angelino le invitó a acudir a su pretemporada, pero el jugador rechazó la oferta. No veía sentido en perder el tiempo cuando no tenía opciones reales de conseguir un contrato, y prefería volver al AEK. Fue el entrenador Paul Westhead el que le explicó que la NBA acababa de ampliar el número de jugadores en plantilla de once a doce, y que los Lakers estaban realmente interesados en él para el puesto. En cualquier caso, Kurt Rambis no pasaría de ser el quinto pívot de la rotación, por detrás de Kareem Abdul-Jabbar, Mitch Kupchak, Jim Brewer y Mark Landsberger.


Kurt Rambis tuvo su debut NBA en la temporada 1981-82, aunque pronto se pudo dar cuenta de que estaba en un equipo sujeto a fuertes tensiones internas debido a la rivalidad entre “Magic” Johnson y Kareem Abdul-Jabbar, que terminaron por costarle el puesto a Westhead cuando fue sustituido por Pat Riley. A esto hubo que añadir la gravísima lesión de Mitch Kupchak el 19 de diciembre de 1981, que le obligó a pasar por el quirófano y a perderse prácticamente dos años de carrera. Los Lakers ficharon rápidamente a Bob McAdoo, pero Riley decidió no insertarlo en el quinteto inicial. Por una parte, McAdoo venía de estar varios meses sin jugar por una disputa contractual con los Nets, y por otra Jabbar se había enfrentado el año anterior con Jim Chones cuando éste tuvo la osadía de reclamar más balones en ataque. Ponerle al lado a un anotador como McAdoo, que además no estaba en plena forma, era arriesgarse a repetir esa mala experiencia. Los Lakers intentaron jugar con Jamaal Wilkes como “cuatro”, pero el resultado fue un quinteto demasiado pequeño con serias carencias reboteadoras. Probaron a Jim Brewer y luego a Mark Landsberger, pero ninguno consiguió hacerse con el puesto.


El 15 de enero de 1982 los Lakers viajaron a Indiana, y durante el primer cuarto sufrieron las acometidas de unos Pacers que llegaron a doblarlos en el marcador. En su desesperación, Pat Riley recurrió a Kurt Rambis, que no sólo capturó 14 rebotes sino que además frenó en seco a Herb Williams; y el resto fue historia. Con Rambis como titular y McAdoo como sexto hombre, los Lakers presentaban una rotación más equilibrada, y superaron todos sus problemas internos para alzarse con el campeonato de la NBA. Con Kurt Rambis como ala-pívot titular, los Lakers jugaron cuatro finales consecutivas y ganaron dos.


Kurt Rambis alcanzó una fama desproporcionada para su producción estadística gracias a su esfuerzo en apariencia inagotable. Su aportación en defensa y rebote popularizó un tipo de jugador definido como “de suma cero”, que renunciaba a su cuota de anotación en favor de las estrellas del equipo de forma que el marcador final no se resentía y mejoraba el ambiente del vestuario. Otros equipos imitaron su estilo con jugadores como Marc Iavaroni en Philadelphia, Rick Mahorn en Detroit y Jon Koncak en Atlanta, aunque sin alcanzar tanto éxito. Su aspecto de persona corriente, mezcla de motero y surfista, su profesionalidad y sus famosísimas gafas se conjuntaron para convertirlo en uno de los jugadores más famosos de la liga, a pesar de no tener madera de estrella. Sus limitaciones ofensivas se hacían evidentes contra los Celtics, cuando sufría en la defensa de McHale o Parish por su falta de centímetros y en el otro aro los de Boston aprovechaban para “proteger” a Larry Bird emparejándolo con Rambis. En alguna ocasión los Lakers ensayaron a meterle balones intentando castigar ese emparejamiento, pero los resultados fueron poco productivos.


A pesar de ello, Kurt Rambis logró mantener la titularidad con pequeños intermedios (una lesión de tobillo, la presencia simultánea de Wilkes y Worthy, el “experimento Larry Spriggs”) hasta 1986. En la desdichada final de conferencia contra los Houston Rockets de las Twin Towers, la presencia en pista de Rambis se fue reduciendo en favor de un jugador mucho más grande como Maurice Lucas, y la derrota final hizo pensar a los Lakers que necesitaban un ala-pívot más alto para hacer frente a ese tipo de rivales. Necesitaban a alguien como Roy Tarpley, al que estuvieron a punto de fichar.


Eventualmente, Pat Riley decidió apostar por la velocidad en lugar de los centímetros, pero eso tampoco era una ventaja para Rambis ya que no era un jugador especialmente móvil. El elegido fue A.C. Green, un alero rápido y buen reboteador con muchos más recursos ofensivos que su compañero. Kurt Rambis no sólo tuvo que aceptar la pérdida de su puesto en el quinteto titular, sino que la llegada de Mychal Thompson lo terminó relegando al puesto de cuarto pívot. En términos colectivos fue un gran acierto de los Lakers, que se alzaron con el título en 1987 y 1988, pero en términos individuales supuso prácticamente la desaparición de Kurt Rambis de la rotación.


No parecía la mejor época para que el jugador batiera su récord de anotación en playoffs. En marzo de 1988 Rambis volvió a la titularidad en un intento de Pat Riley por corregir la marcha de unos Lakers que habían perdido cuatro de los cinco partidos anteriores, pero AC Green seguía jugando más minutos y además se daba por hecho que se trataba de una medida temporal (como efectivamente fue). Kurt Rambis perdió definitivamente la titularidad en la serie de segunda ronda contra los Utah Jazz, pero aún tuvo tiempo de jugar la primera ronda contra los San Antonio Spurs. Los Spurs estaban cruzando el desierto que separaría la etapa de George Gervin de la llegada de David Robinson, y las lesiones del base Johnny Dawkins y del ala-pívot David Greenwood habían agudizado sus carencias. Con una pareja interior titular formada por Greg “Cadillac” Anderson y Frank Brickowski, los Spurs se habían colado en playoffs con una marca ridícula de 31 victorias y 51 derrotas. No podían aspirar a plantar cara a los vigentes campeones de la NBA, y mucho hicieron resistiendo durante un cuarto en el primer partido de la eliminatoria. Los Lakers hicieron un parcial 20-7 en el segundo cuarto, y no hubo más historia. Era la situación perfecta para que un secundario engordara estadísticas, y Rambis no la dejó escapar. Empezó a correr contraataques y a cortar bajo canasta aprovechando los constantes despistes de la defensa rival, y a recibir asistencias de “Magic” que convertía en fáciles encestes casi sin oposición. Siete canastas consecutivas más un adicional le permitieron alcanzar los quince puntos en el cuarto, y lo celebró con un espectacular alley-oop a pase de James Worthy en el que según sus propias palabras “se elevó un metro por encima del aro”. Ya no hacen entrevistas como ésa.





Fue el último día de fiesta antes de terminar la temporada relegado una vez más a los últimos puestos de la rotación. Convertido en agente libre, Kurt Rambis firmó un buen contrato con los Charlotte Hornets en 1988. Debido a su pasado angelino, Rambis era uno de los jugadores más conocidos de la plantilla, y aprovechó sus minutos de juego para hacer los mejores números en puntos y rebotes de toda su carrera. Incluso pudimos verlo en “Cerca de las Estrellas” derrotando a los todopoderosos Chicago Bulls de Michael Jordan con un palmeo en los últimos segundos. De todas formas, Rambis no era el tipo de jugador ideal para esos Hornets, y al año siguiente lo traspasaron a los Phoenix Suns a cambio de Armon Gilliam. En Phoenix volvió a mostrar sus principales virtudes, aportando defensa y dureza a un equipo con talento pero criticado por su blandura. Después de dos temporadas y media como “tipo duro” de los Suns, el fichaje de Charles Barkley lo dejó sin hueco en el equipo. Después de un año en Sacramento, Kurt Rambis volvió a los Lakers alternando los roles de entrenador asistente y jugador ocasional, lo cual estuvo a punto de provocar una polémica: cuando los Lakers intentaron asignar al pívot James Edwards en la lista de lesionados para activar a Rambis, el agente de Edwards amenazó con denunciar a la NBA que su cliente no estaba lesionado (lo cual era una violación del reglamento de la liga, por más que fuera un secreto a voces).


Kurt Rambis colgó las botas definitivamente en 1995, y empezó una carrera en los banquillos marcada por los éxitos como asistente de Phil Jackson y los fracasos como entrenador jefe, primero en Lakers de manera temporal y luego en Minnesota, donde seguramente enterró todas sus posibilidades de volver a hacerse cargo de un equipo NBA.


Ya ni siquiera lleva gafas. A lo mejor es eso.







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Artículo publicado por Máximo Tobías

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