Hace pocos días se decidió un año más una final de liga ACB con un clásico, el mayor reclamo para una liga Endesa venida a menos en los últimos años en cuanto a seguimiento.

La final acabó 3- 1 para los hombres de Pablo laso, lo que puede indicar que fue una final plácida para el real Madrid, pero nada más lejos de la realidad, fue una serie decidida por pequeños detalles; pequeños detalles que tuviste que tener en cuenta si realizaste apuestas sobre ella, y más cuando puedes tener el bono de luckia.

Sobre el papel, el Real Madrid era favorito ante un Barça revitalizado los últimos meses por Pesic, el entrenador capaz de conseguir que un equipo defenestrado cambie su cara en pocas semanas.

Como decíamos, y aunque suene a locura, la final pudo caer del lado de cualquiera de los dos, aunque eso no resta ni un ápice a la justicia del título para el Real Madrid, pero si analizamos partido a partido podemos ver que el resultado podía haber cambiado perfectamente.

El primer partido fue el único que el cuadro blanco domino claramente (87-67), una victoria sin paliativos que hacía indicar que la serie sería un paseo militar. Un resultado abultado que dañaría seriamente la frágil confianza de los azulgrana en esta serie, pero no fue así como veremos ahora. A partir de aquí, en todos los partidos, la balanza podía decantarse para un lado o para otro.

Dos días más tarde, la historia se repetía: mismos rivales, mismo escenario y… ¿mismo final?. Pues no, aquí pudo cambiar la historia de ésta final. Vimos a un Barça cambiado, jugando a otra cosa, nada de partido a intercambio de golpes, ese partido, Pesic lo tenía claro, se jugaría a lo que él quería: poco baloncesto, muchos parones, muy físico y a no dejar correr al rival.

El Barça Lassa dominó el partido de principio a… ¿fin?, bueno, a fin no porque al final perdió, pero si hasta aquellos fatídicos 27 segundos finales, donde con una ventaja de 5 puntos más balón no se te puede escapar una victoria tan importante y decisiva.

Igual que al principio alabé a Pesic, aquí, cometió un error garrafal al decidir sacar de campo rival con 14 segundos de posesión, pero no fue el único error como todos sabemos. Fue una derrota clave en la serie. (81-80) 2-0 para el Madrid

Cuando se trasladó la sede a Barcelona, el Real Madrid ya no era solo favorito por ser mejor equipo, sino por tener una ventaja donde cada partido era un match ball a su favor.

Aquí la historia fue al revés, el R.Madrid casi todo el partido por delante hasta el final, donde tomó el mando el equipo catalán para acabar imponiéndose ante el fallo final del palmeo de Thompinks. (78-77) y 2- 1 en la serie para el Madrid.

Ante el 4º partido, los hombre de Laso salieron decididos a que no ocurriese lo mismo del tercer partido, y con una salida en tromba empezaron a poner cierta ventaja. A pesar de esta salida, para mi sorpresa, el Barça supo reaccionar y volverse a meter en el partido, teniendo incluso opciones a ganarlo hasta que el tramo final.

En ese momento Campazzo dijo basta, y el Real Madrid volvió a soltar un latigazo en los minutos finales que ya acabó con la moral y confianza de un Barça que acabó bajando los brazos.

Al final, el Real Madrid se proclamó justo vendedor de la Liga Endesa 2018/19, sin ninguna duda, aun así, todos han acabado contentos: Real Madrid por el título, el Barça porque ha visto que ha dado un paso delante y los aficionados porque hemos recuperado esos clásicos tan apasionantes.