Una vez superados sus últimos encuentros ligueros y a poco más de 48 horas para que se lance el balón al aire, tanto el Carramimbre Valladolid como el Delteco Giupuzkoa Basket focalizan ya todos sus esfuerzos en la diputa de un encuentro en el que el vencedor podrá llevar a sus vitrinas el primer título copero de su historia. Una Copa Princesa de Asturias que podría reforzar dos proyectos distantes en sus puntos de partida, pero coincidentes en su objetivo final..

Han sido los grandes dominadores de la Liga LEB Oro a lo largo de toda la primera vuelta, pero a buen seguro tanto Hugo López como Marcelo Nicola firmarían a estas horas el poder contar con alguna jornada más de margen a la hora de poder preparar afondo la final de la Copa Princesa de Asturias.

Una noche en la que ambos tendrán que luchar contra un gran rival para poder llevar a sus equipos hacia la conquista del título y que contará con una serie de factores y condicionantes previos que ambos deberán tener en cuenta para poder llegar al próximo martes en las mejores condiciones posibles.

 

La final de Copa comienza con un viaje de vuelta,

Con apenas 72 horas de margen entre el que ha sido su último encuentro liguero y la disputa de la Final de Copa, los cuerpos técnicos deberán hilar fino para poder comprimir la habitual preparación prepartido en un margen de tiempo mucho más ajustado. Un hándicap que, en esta ocasión, tendrá la dificultad añadida de haber tenido que comenzar en la carretera al haber disputado ambos equipos sus últimos encuentros a domicilio en la noche del pasado viernes.

Así, el Delteco Gipuzkoa Basket iniciaba en torno a la media noche del viernes al sábado el viaje de retorno desde el Palacio de los Deportes de Huesca recorriendo en autobús las cerca de tres horas que les separaban de San Sebastián para llegar a casa de madrugada. Algo más largo sería el desplazamiento de su rival ya que el Carramimbre Valladolid se vio obligado a pernoctar en la lejana Melilla donde el equipo castellano-leonés inició su periodo de descanso antes de tomar un vuelo a la capital de España en la mañana del sábado para desplazarse posteriormente por carretera al Polideportivo Pisuerga donde tenían fijada su llegada a primera hora de la tarde.

Una pequeña ventaja para el cuadro donostiarra que, sin embargo, verá anulada sus efectos en la tarde del lunes cuando, en esta ocasión, sea el conjunto vasco el que tenga que subirse al autobús para recorrer por carretera los 337 kilómetros que les separarán de la Final.

 

La gripe, la doble vertiente de la enfermería carmesí

Cuando ambos conjuntos realicen sus primeras sesiones de entrenamiento a lo largo del fin de semana, sus respectivos técnicos estarán muy pendientes de las evoluciones físicas de sus jugadores tras cinco meses de intenso trabajo que comienzan a dejar ya las primeras facturas a modo de pequeñas molestias. Una preocupación que, en el caso del Carramimbre Valladolid tendrá una doble vertiente fruto de la gripe que se ha asentado durante los últimos días en el vestuario local del Polideportivo Pisuerga.

Sus primeros efectos se dejaron notar ya en el encuentro disputado en la noche del viernes en Melilla, una cita a la que el capitán y MVP Sergio de la Fuente no pudo ni siquiera desplazarse y que Niksha Federico tuvo que seguir a última hora desde la cama del hotel. Dos bajas importantes para el equipo y a la que se unió a última hora un Mike Torres que, ya en el pabellón, no pudo superar las molestias arrastradas desde las horas previas.

Aunque se prevé que los tres están ya disponibles para el encuentro más importante de la temporada, su evolución marcará la preparación de una final a la que el Delteco Gipuzkoa llegará previsiblemente sin problema alguno y con la totalidad de su plantilla disponible.

 

Y mientras tanto, el Pisuerga comienza a vestirse de gala

Tendrá 24 protagonistas sobre el parqué, pero si algo tiene claro el Carramimbre Valladolid es que la final de la Copa Princesa de Asturias deberá contar con el mayor número posible de aliados en las gradas. Por ello, la entidad presidida por Mike Hansen no ha dejado de moverse en las horas previas para poder atraer a la sociedad vallisoletana a un Polideportivo Pisuerga que volverá a vestirse con sus mejores galas.

Unos esfuerzos que han dado sus frutos con el anillo inferior completamente vendido ya y con más de un 50% delas entradas colocadas lo que asegura, a estas horas, cerca de 3.500 espectadores en unas gradas en las que no faltará representación donostiarra con la llegada de aficionados del Delteco Gipuzkoa Basket.

El reto para la entidad para por poder lograr un "sold out" con el que batir su propio récord de asistencia en un pabellón con capacidad para 6.300 espectadores y en el que el tope del club ha estado en 5.500 hasta en dos ocasiones.