Nuestro especialista Iván Fernández repasa la historia del Mundial de baloncesto ofreciéndonos un interesante recorrido desde los orígenes de la competición hasta la última edición en 2014.

LOS CHICOS DE ORO SE HACEN MAYORES

Veinte años después, la FIBA optaba por volver al formato mundialista con 24 participantes, agrupándolos en cuatro grupos de 6 de tal manera que los cuatro primeros se clasificaban para entrar ya en las fases eliminatorias, lo que significaba la aparición de los octavos de final.


Desde un principio, cuatro equipos comenzaban perfilándose como los favoritos al liderar sus respectivos grupos sin conocer la derrota. En el Grupo A, Argentina iba de menos a más y tras una preparación llena de dudas sólo pasaba apuros en la última jornada ante una Serbia y Montenegro que finalmente se clasificaba como cuarta en un triple empate en el que Nigeria se colaba tercera y Líbano se quedaba fuera. El conjunto asiático había encarnado la gran sorpresa del grupo derrotando a Francia y Venezuela, pero era incapaz de rematar ante una Nigeria mucho más física.

El Grupo B veía cómo a través de una defensa agresiva y un delicioso gusto por el contraataque la selección española dominaba sus partidos con gran comodidad, encontrando únicamente algunos problemas ante la dureza y heterodoxia de la propuesta angoleña. Los africanos volvían a mostrarse competitivos, pasando como terceros de grupo pese a caer en la última jornada ante una Alemania que, en uno de los duelos más impresionantes del torneo, necesitaba de hasta tres prórrogas para doblegarles.


Mientras tanto, en el Grupo C Grecia confirmaba su condición de aspirante que su vigente reinado europeo auguraba, aunque fiel a su tradición necesitaba sufrir para lograrlo, recurriendo a una prórroga para superar a Lituania y de uno de sus ya habituales milagros en los últimos minutos ante Australia.

VÍDEO: GRECIA - AUSTRALIA

Por detrás de los helenos destacaba el buen papel de una joven Turquía, que sin Okur ni Turkoglu mostraba una imagen mucho más sólida. Por último, USA lideraba el último grupo por delante de una Italia a la que sólo podía doblegar tras una gran segunda parte, y es que los transalpinos de la mano de un gran Bellinelli habían llegado al descanso con nueve puntos de ventaja.

Tras el fracaso de la edición anterior y el mucho más significativo, pese al bronce, de los Juegos de Atenas, USA Basketball había logrado al fin completar un equipo muy interesante con lo mejor de la nueva hornada de estrellas NBA: Carmelo Anthony, Chris Paul, LeBron James, Dwyane Wade… pero que aún pecaba de cierta inexperiencia en algunas situaciones de partido.

Con la cabeza decidida, la última jornada fue de infarto en la cola del grupo, con China logrando el último billete a cuartos a costa de Puerto Rico, de la manera más ajustada ya que los de Yao Ming se imponían por un punto a Eslovenia… la misma diferencia por la que caían los boricuas ante Italia.

VÍDEO: CHINA - ESLOVENIA


Ya en octavos, los cuatro líderes de grupo reafirmaban su solvencia con victorias cómodas, e incluso en el caso de griegos y estadounidenses añadiéndoles el mejor juego del torneo. Del resto destacaban una Lituania, sin Jasikevicius ni Siskauskas, que daba una pequeña sorpresa al imponerse a Italia, los apuros de Francia (+6) y Alemania (+1) para imponerse a Angola y Nigeria. Para finalizar, en el mejor partido de esta fase Turquía superaba en un encuentro de marcado cariz ofensivo a Eslovenia.

VÍDEO: TURQUÍA - ESLOVENIA


Ya en cuartos la historia se repetía y los cabezas de serie pasaban a semifinales con holgura, ya que el +12 de España a Lituania (muy maquillado por los bálticos al final) era la menor diferencia en los cuatro partidos.


Por fin en semifinales, el torneo entraba en otra dimensión con los enfrentamientos directos entre los cuatro equipos invictos. La serie se inauguraba con un Grecia-USA en el que los primeros minutos parecían corroborar el favoritismo estadounidense refrendado por una ventaja de hasta 12 puntos mediada la primera parte. Pero sin embargo, con Papaloukas al mando, los griegos comenzaban a dominar el ritmo de partido y entre las continuaciones de Schortsanitis y el acierto de Spanoulis y Kakiouzis conseguían llegar al descanso con ventaja. El inicio de la segunda parte ahondaba en las miserias defensivas del cuadro de ´Coach K´, dando a Grecia ventajas por encima de los 10 puntos. La subida de ritmo y el control del rebote volvían a apretar el partido, pero ya era tarde y la frialdad helena en los instantes definitivos hacía el resto.

VÍDEO: GRECIA - USA

Tras la épica victoria griega, la segunda semifinal tampoco defraudaría y terminaría por decidirse en el último suspiro. El partido comenzaba con una Argentina mucho más metida en el encuentro, lo que le permitía arrancar con un 13-2 inicial que llevaba los primeros nervios a una selección española que apenas había atravesado problemas en todo el torneo. Pese a que Ginóbili se mostraba excesivamente fallón, los albicelestes mandaban en el juego y en el tiro exterior hasta que la entrada de Sergio Rodríguez cambiaba la cara al partido. El base canario conseguía cambiar el ritmo e incluso se permitía anotar un par de triples que daban la vuelta al luminoso y dejando a España en el descanso con dos puntos de ventaja.

La inercia española llevaba a los de Pepu Hernández a lograr una ventaja de hasta 9 puntos, pero el carácter argentino devolvía la moneda llevando el partido a un cara o cruz… que habría de jugarse sin Pau Gasol, lesionado a falta de poco más de un minuto. A sólo 30 segundos Luis Scola colocaba el 74-74 en el electrónico y en el posterior ataque Calderón solo acertaba con un tiro libre, dejando a Argentina un punto abajo pero con el balón del partido… bola doblada de Ginóbili a la esquina, Nocioni intenta el triple… pero falla y el definitivo rebote cae en las manos de Rudy Fernández, que sellaba así el pase de España a la gran final.

VÍDEO: ESPAÑA - ARGENTINA


En la lucha por el bronce, USA se resarcía de un mal inicio y lograba vengar en cierta forma la eliminación olímpica ante una Argentina visiblemente cansada.


Con los peores temores sobre el estado de Pau Gasol confirmados, España afrontaba la final como una prueba de fe, una prueba que acabaría superando con creces. Basada en una defensa asfixiante, con Carlos Jiménez multiplicándose y secundarios como Berni Rodríguez teniendo un papel fundamental, los hispanos sacaban del partido a una Grecia, que desprovista de la imaginación de Papaloukas, acababa siendo un juguete roto.


VÍDEO: ESPAÑA - GRECIA