Los nuestros cayeron en un mal partido ante los anfitriones. Esta derrota nos pone contra las cuerdas y nos obliga a hacer pleno de victorias en los tres encuentros restantes.
Repitió quinteto Scariolo creyendo en el plan inicial, pero hoy no teníamos a San Gasol y el atasco en ataque fue monumental anotando sólo trece puntos en el primer período, que finalizaba 13-18. La mejoría en el segundo cuarto fue notoria, pero el veterano de mil batallas Guilherme Giovanonni dejaría a su equipo con ventaja al descanso (31-34).
En el tercer cuarto, más de lo mismo: tanteo bajo, muchos errores y un estirón final de Brasil que se marchaba ocho arriba (45-53). España se veía once abajo al principio del último cuarto, pero reaccionaba con la raza de campeón que posee llegándose a un nuevo final igualado como ante Croacia. Gasol no era el salvador de otros días y falló dos tiros libres que abrieron la puerta de la victoria a Brasil, que sumó con un palmeo decisivo de Marquinhos. La última posesión española fue un desastre y nos aboca a una situación peliaguda.
Es tiempo de valientes y de creer... no queda otra.