Mirotic y Carroll. Este jueves el Real Madrid pasó por encima del Maccabi. Hubo dos estrellas. En la primera parte Nicola, en la segunda Jaycee Carroll. Rudy jugó, pero no anotó ningún punto y cedió protagonismos a los dos jugadores que han de ser los estandartes del Madrid post-NBA.


Decepcionaron los hebreos, por deméritos propios y méritos madridistas. El Maccabi resultó ser un equipo totalmente distinto al que se vio en Israel, y en ningún momento hizo peligrar el primer puesto para el Madrid. El equipo de Pablo Laso siguió mostrando una fenomenal capacidad para resolver en ataque y subió sus prestaciones en defensa. Victoria clara, con tres protagonistas.


Nicola Mirotic protagonizó una primera parte para recordar durante mucho tiempo. 22 puntos de los 48 del Madrid al descanso, jugando los 20 minutos enteros con solvencia en defensa. Incluso antes del arreón final de los blancos, había anotado esos 22 puntos cuando su equipo sumaba 37. Cuatro canastas de 2, cuatro triples, y seis tiros libres. David Blatt no encontró fórmulas para frenarle. Mirotic no volvió a anotar, ya había hecho el trabajo necesario, con doble mérito, porque el resto de pívots madridistas convivían cargados de faltas. Se fue hasta los 33 de valoración.


En el comienzo de la segunda mitad sentenció el Real Madrid, se fue en el marcador y su rival nunca se acercó. En estos segundos 20 minutos el protagonista fue Carroll. Tras un par de fallos en la primera parte, se enchufó en la segunda y anotó 17 puntos con 3 de 4 en triples. También completó una buena actuación Pocius.


No sorprende el rendimiento de Mirotic, que va a más constantemente. Su superioridad este jueves pareció a cuando se viste la camiseta de las categorías inferiores de la Selección y apabulla. Tiene la capacidad para hacerlo y debe ser uno de los pilares del Madrid, ahora que el sueño NBA se acabó. También Carroll, que se enchufa con facilidad y cuando lo hace, es una máquina anotadora, un auténtico microondas. La duda es cuando tenga que tomar responsabilidades en estático y no se haya enchufado.


Rudy jugó pero no anotó. No hizo un buen partido, aunque dio igual. El recuerdo que deja es muy bueno antes de viajar a Dallas. Quizás un adiós o quizás un hasta luego. Fue bonito, aunque sin jugar ningún título importante. Pablo Laso debe borrar cualquier rastro de dependencia. Y por cierto, la gran incógnita: El Madrid aviva los partidos y gana con puntuaciones altas, ¿podrá hacerlo cuando los encuentros se jueguen con bajos resultados?