La Opinión
Las Historias de Sunara: Sarunas Jasikevicius
Iván Fernández  | 16.03.2020 - 13:57h.
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Con su Zalgiris de nuevo lanzado en la parte fundamental de la Euroliga, Sarunas Jasikevicius celebró hace pocos días su 44 cumpleaños, cimentando una carrera como entrenador que amenaza de estar a la altura de lo que fue como jugador... aunque eso siguen siendo palabras mayores. Eso sí, parece en camino, si no lo ha hecho ya, de saldar su deuda con Kaunas. 


Si hablamos de la carrera como jugador de Sarunas Jasikevicius muchos son los puntos que pueden tocarse, tanto desde su sobresaliente palmarés hasta su innegable magnetismo en el juego. Cuatro veces ganador de la Euroliga (nadie lo ha hecho tantas veces en la era Final Four), Oro y MVP del EuroBasket 2003, no todo fue un camino de rosas para el base lituano... y menos en su ciudad.



Natural de la propia Kaunas, Sarunas Jasikevicius nace en el seno de una familia con clara dimensión deportista, tanto por parte de la madre (jugadora de balonmano internacional con la URSS y cuya historia ya ha sido muchas veces contada) como del padre. Practicante habitual de tenis y de baloncesto, el pequeño Sarunas tiene como primer entrenador en el mundo de la canasta a Feliksas Mitkevičius, una figura a la larga clave ya que es el encargado de convencer a los padres de Saras cuando éste, con 12 años, quiere dejar el baloncesto por la raqueta de manera definitiva. Una vez retomada la senda de la canasta y tras pasar por dos escuelas en Kaunas (la Jablonskis primero y la secundaria nº 4) después, da el salto a Estados Unidos en un trayecto nada raro a lo largo de la historia del basket lituano (Karnisovas, Timinskas, Javtokas, Kleiza, Pocius, Kaukėnas…). Entre medias llega su primer contacto con el Zalgiris y es que en una selección de jóvenes de la ciudad el club verde le lleva a una gira por Australia... aunque apenas juega y allí se marca su primera decepción. Su primera parada en Estados Unidos es en el Solanco High School de Quarryvile, desde donde da el salto a la Universidad de Maryland gracias a la presencia en el staff técnico de un entrenador lituano. Tras dos primeros años duros y de pocas oportunidades, Jasikevicius, jugando prácticamente a tiempo completo como escolta, firma dos últimas temporadas notables que incluso le llevan a estar en algunas quinielas de cara al Draft. Sin que esto se materialice, Jasikevicius planea su regreso a Europa.


Su primera opción pasa por el Zalgiris, donde tiene buena sintonía con su entrenador Jonas Kazlauskas, y que viene de ganar la Copa Saporta, pero desde la dirección deportiva el club prefiere apostar fuerte y dice no tener espacio para promesas. Ese año Zalgiris gana la Euroliga y Jasikevicius firma un notable año en el Lietuvos Rytas formando pareja exterior con una leyenda como Rimas Kurtinaitis y más adelante, tras la recuperación de su lesión, con un emergente Ramunas Siskauskas (sobre el lituano escribí un perfil aquí). El Lietuvos cae en la final de la liga lituana por 3-0 ante el campeón de Europa, pero Jasikevicius es elegido en el quinteto ideal del torneo y lidera el torneo en pases de canasta, mientras que en Europa firma 17 puntos, 5 rebotes y 5 asistencias por noche. Ese verano, la posibilidad de volver a Zalgiris cobra forma pero de nuevo la gerencia, en clara divergencia con su entrenador, lo descarta alegando que es "demasiado caro para ser suplente".


Tras esa nueva decepción Jasikevicius apuesta por irse a Ljubljana atraído por el interés de Zmago Sagadin y la peculiar política del equipo esloveno con jugadores europeos. Tan exigente como con excelente ojo para los jóvenes, Sagadin acabará por ser clave, como con tantos otros, en la definitiva eclosión de un Jasikevicius que en la capital eslovena sublima su baloncesto. Campeón de Copa y MVP del torneo, es en Europa donde Jasikevicius vuelve a mostrar su mejor versión. Líder casi desde su llegada en un equipo en el que empieza a despuntar Becirovic y donde ofrecen su tutelaje veteranos como Zdovc o Kotnik junto a jugadores de la talla de Milic, Golemac o Kovacic, Saras deja sus primeras tarjeta de visita en las dos primeras jornadas de Euroliga con sendas victorias ante el PAOK y el Real Madrid. En la cuarta jornada el Olimpija cae ante el Tofas pero él se va a los 29 puntos en un duelo tremendo con David Rivers y en la quinta llega el regreso a Kaunas. Con la polémica sobre su no fichaje revoloteando y monopolizando las previas del partido, Jasikevicius empieza el partido muy nervioso y el Zalgiris, vigente campeón, se escapa en el marcador con ventajas de hasta 17 tantos. Pero Saras vuelve y de su mano el mejor Olimpija hasta completar la remontada y vencer por 84-85. Las imágenes de Jasikevicius autoafirmándose en la pista acaban por certificar su divorcio definitivo con el Zalgiris:



El Olimpija sigue firme y accede a los octavos de final, donde se enfrenta al Olympiacos. Tras sendas victorias locales, en el tercer partido los eslovenos certifican su pase a los cuartos eliminando a un conjunto del Pireo que el año anterior había alcanzado la Final Four. Saras firma 29 puntos y un impecable 7/7 en triples. En cuartos de final espera el Barcelona con la Final Four de Salónica en juego. En el primer partido en el Palau el Barcelona se impone por tres puntos, pero los eslovenos devuelven la moneda en el segundo (71-64). En el tercero la lógica se impone y los barcelonistas sellan su pase a la Final Four venciendo por 71-66. Saras se despide del torneo con 22 puntos y siendo el segundo mejor jugador del mismo en asistencias y en porcentaje de triples. Ese mismo día se acaba de fraguar su fichaje por los blaugrana.


El cansancio de esa eliminatoria pese y el Olimpija cae en la semifinales de liga ante el Krka de Smodis y Sunara (más detalles aquí). El resto ya es historia: su llegada a Barcelona, el doblete con Pau Gasol, su gran papel el año siguiente en la final de Copa y la 2002/03 con el triplete y su MVP en la final de la ACB. La salida, su llegada al Maccabi y sus dos nuevos títulos. La llegada a la NBA, la frustración en los Warriors y la vuelta triunfal a Europa de la mano de un Obradovic al que le une una enorme amistad.


Tras dos años en Grecia, la floja 2009/10 del equipo verde y unos problemas físicos en la espalda le llevan de nuevo a Lituania. Pero una vez más el destino es esquivo y Saras vuelve a Vilnius. Tras lograr meter al Lietuvos en el Top 16 firma por el Fenerbahçe, con el que gana la Liga y la Copa turcas. Ya plenamente recuperado pero en el ocaso de su carrera, Jasikevicius vuelve a Atenas con un nuevo rol: Obradovic le reserva, le da minutos contados pero todos ellos en momentos calientes de partido y con plena ascendencia en el juego. Alcanzan la Final Four, suma un nuevo título de Copa y es elegido MVP de la misma. Un año después, esa gira de despedida le lleva a Barcelona, donde también se alza con la Copa. En verano, y tras coquetear con la retirada, Jasikevicius acaba por jugar un último año. Y esta vez sí, lo hace con un Zalgiris con el que cierra definitivamente heridas y acepta jugar una temporada antes de integrarse en el staff técnico. Cuatro años después y desde el otro lado de la pista, Saras ya puede sonreír y sentirse profeta en su ciudad... y es que si extendemos el concepto de ciudad a su tierra siempre lo ha sido, ya que si bien su historia con el Zalgiris siempre ha sido esquiva no se puede decir lo mismo con la selección.


Si a Jasikevicius le ha llevado media vida triunfar en el Zalgiris, con la selección su historia ha sido una muy distinta. Oro en los EuroBasket de 1937 y 1939, Lituania no habría de volver a jugar un torneo oficial hasta 1992 tras su independencia de la URSS. La historia es bien conocida, con el excelente Preolímpico en Zaragoza, la derrota en la primera fase ante la CEI que probablemente les costó la plata y el posterior bronce en un partido de nuevo ante sus antiguos paisanos. Un año después llegaría la traumática derrota ante Bielorrusia y, con ella, el quedar fuera del EuroBasket 1993 y por tanto del Mundial 1994, antes de culminar aquella primera etapa con la excelsa final y la plata del EuroBasket 1995 y un nuevo bronce en los Juegos de Atlanta. Después de aquello, Marciulionis ya no volvería a la selección y Sabonis sólo puntualmente para el EuroBasket de Francia 1999. Pero mientras todo eso pasaba, Lituania lograba también su primer oro... y en él Jasikevicius tendría mucho protagonismo.



Líder anotador, con 18 tantos de media, de la selección cadete que quedaba eliminada con un triple empate en el Europeo de 1993, Jasikevicius volvía a jugar con Lituania en el Europeo junior de 1994... un torneo que acabaría siendo icónico. Con el baloncesto lituano deprimido tras la ausencia de su selección senior en el EuroBasket y el Mundial, el conjunto junior acabaría por devolver la alegría al Krepsinis local. Dirigidos por Jonas Kazlauskas y tras una odisea de viaje hoy inimaginable Lituania llegaba a Tel Aviv con unas aspiraciones que la derrota inaugural ante la Eslovenia de Milic y Nesterovic parecían infundadas. Y más con un Jasikevicius tocado que apenas rendía en los primeros partidos pero que despertaba en el tramo final. 21 tantos a la Italia de Bulleri y Gironi en el partido que daba esta vez si el pase a semifinales, 19 en la semifinal a España (Iturbe, Carlos Jiménez, Rodrigo De la Fuente) y 10 puntos y otras tantas asistencias en la apretada final (73-71) a Croacia (el gran Zemljic, Giricek, Nicevic..). 54 años después Lituania volvía a ganar un oro.



Un año después Jasikevicius alcanza el quinto puesto en el Mundial junior de Grecia siendo de nuevo el máximo anotador y pasador de la selección. La siguiente parada llega en el Europeo U22 de Estambul. De nuevo en los compases iniciales de torneo, Lituania cae ante Eslovenia que repite con Nesterovic como referencia interior y que cuenta con Goran Jagodnik como máximo anotador y reboteador del partido. Citando al gran Imanol Martínez hablando del esloveno, "Si el físico de Jagodnik hubiera sido mejor la leyenda de Bodiroga hoy sería menor". A partir de ahí, Lituania,de nuevo dirigida por Kazlauskas, retoma el vuelo y se mete en semifinales. En ellas vence a los anfitriones pese a los 35 puntos de Kutluay para pasar a una final que acaban dominando ante España en un enorme partido de Timinskas y del hasta hace poco seleccionador lituano Adomaitis. Tras la independencia, segundo oro para Lituania y segundo oro para Saras.


Un año más tarde Kazlauskas es promovido a seleccionador absoluto y hace debutar a Jasikevicius en el EuroBasket 1997. Repite en el Mundial 1998 y asombra en 1999, estando a punto de frustrar con 22 puntos y 5 triples a aquella España que, De Miguel mediante, había logrado minimizar a Sabonis. Un año después, en Sidney, Saras ya es el dueño del equipo logrando el bronce olímpico y en cierta forma humanizar a Estados Unidos. Luego el fiasco de Estambul 2001 apartaría del foco a una Lituania que volvería con más fuerza que nunca en el EuroBasket 2003. Con uno de los baloncestos más atractivos vistos en décadas, Lituania se colgaba el oro en Estocolmo con una exhibición de recursos pocas veces vista. Era el tercer oro tras la independencia y el primero en categoría senior. El tercero también para un Jasikevicius que además era nombrado MVP del torneo.


Siempre competitiva, Lituania no ha ganado desde entonces ningún otro oro en senior y tuvo que esperar unos cuantos años más a que la generación de Valanciunas lo hiciera en formación. Saras aún habría de maravillar en los Juegos de Atenas y Pekín, amén de sumar el bronce en el EuroBasket de Madrid. Todo le que le costó encontrar en Kaunas nunca le faltó en la selección…



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Artículo publicado por Iván Fernández

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