La derrota de Nueva Zelanda es su primera en los clasificatorios asiáticos, y sirve como venganza tras la victoria en Beirut en la clasificación para la Copa del Mundo 2019 que dejaba prácticamente a los Cedars fuera del torneo.

Aunque tanto Nueva Zelanda como Líbano están clasificadas para la Copa del Mundo ​​2023, eso no impidió que su partido en la ventana de clasificación fuera un choque por todo lo alto en el que Líbano aprovechó su gran segunda mitad para vencer a su rival por segunda vez consecutiva este año (77-65).

Ambos equipos tuvieron problemas en el lado ofensivo en los primeros cuartos, especialmente en el segundo, donde Nueva Zelanda anotó 15 puntos frente a 13 de su rival. Ya en la segunda mitad la historia cambió, y Líbano salió del descanso con un parcial de 14-0, manteniendo a su rival sin anotar durante casi 4 minutos. Nueva Zelanda nunca se quedó realmente fuera del encuentro, pero no consiguió el suficiente empuje para la posible remontada.

Ali Haidar dio un paso al frente ante la ausencia de Wael Arakji en esta ventana, liderando a su equipo con 21 puntos. Por su parte, en los Tall Blacks destacó el héroe de la Asia Cup, Tohi Smith Milner, con 17 puntos y 7 rebotes.

Líbano tiró peor que su rival y perdió la batalla de los rebotes ante Nueva Zelanda. Sin embargo, aprovechó las 25 pérdidas de balón de unos Tall Blacks que sólo pudieron firmar 9 asistencias.