Con la eclosión de las redes sociales, la vida privada de los deportistas de élite se ha convertido en un elemento de interacción pública. Años atrás era casi imposible entrar en contacto con las escenas cotidianas de nuestras estrellas, pero, hoy en día, con Instagram, Twitter o Facebook el paradigma ha cambiado. Incluso hay futbolistas o jugadores de baloncesto que suelen ser noticia más veces por su estilo de vida personal que por su rendimiento sobre la pista.

Hoy queremos poner el foco sobre las aficiones personales de los baloncestistas, destacando cuáles podrían ser considerados como los más frikis de la escena actual. Obviamente, dejaremos de lado las connotaciones negativas de este término, para centrarnos en los jugadores que han profesado en más de una ocasión su amor por los videojuegos, el cine o la cultura pop en general.

No podríamos empezar de otra manera que no fuera con Álex Abrines, actual jugador del FC Barcelona. Abrines abandonó la ciudad de Oklahoma para regresar a Barcelona, una de las capitales europeas más interesantes para los amantes de la cultura y el entretenimiento. En los últimos años se ha celebrado una variedad de eventos deportivos en la Ciudad Condal, todos de elevada relevancia para sus respectivas disciplinas: la Cursa de la Mercè, la cual cuenta cada año con más participantes; el IRONMAN Barcelona, ideal para hacer tiempo por sus 64 metros de desnivel; o el EPT (European Poker Tour), cuya última edición en Barcelona ganó el sueco Simon Brändström. Por ello, Abrines dio en el clavo por lo a que sus intereses personales se refieren.

Él mismo ha explicado en más de una ocasión que es un amante del cine de fantasía y de ciencia ficción. Entre sus sagas favoritas destacan Star Wars y El Señor de los Anillos. En su casa dispone de una gran cantidad de objetos y de figuras relacionadas con estas dos franquicias, como es el caso de varias reproducciones de sables láser extraídas de la filmografía de George Lucas. También es un gran aficionado a Lego, un pasatiempo basado en la construcción de todo tipo de objetos y sets con piezas diminutas. Abrines explicó que quién le introdujo a este universo fue Víctor Sada, actual jugador del MoraBanc Andorra, con quien compartió vestuario en la disciplina azulgrana. Sada es otra figura caracterizada por su pasión por el cine fantástico. 

Abrines -que actualmente se está recuperando de una lesión- es también un gran aficionado de los videojuegos, una pasión que también es compartida por algunos jugadores de la NBA, como es el caso de Gordon Hayward. El actual alero de los Charlotte Hornets también ha profesado públicamente su amor por el ocio electrónico. Según ha comentado en más de una ocasión, por sus manos han pasado una gran cantidad de plataformas y consolas, aunque actualmente suele jugar en el PC, donde disfruta de juegos como League of Legends o Fortnite -título recurrente, como iremos viendo a continuación-.

Una de las máximas estrellas de la NBA actual, como es el caso de Luka Doncic, también suele pasar su tiempo libre disfrutando de los videojuegos. El jugador de los Dallas Mavericks es la portada del popular videojuego NBA2K22, uno de los mejores simuladores deportivos de los que se puede disfrutar actualmente. Sin embargo, curiosamente uno de sus títulos preferidos es FIFA 21, centrado en el fútbol. Doncic también suele jugar a Overwatch, un shooter en línea donde hay que acabar con el equipo contrario con habilidad y experiencia.

Paul George, actual alero de LA Clippers, es un gran aficionado de Call of Duty: Warzone, un modo concreto y gratuito del popular título bélico, en el cual hay que acabar con todos los jugadores diseminados por el mapa para conseguir el triunfo final, una característica que se enmarca dentro del concepto Battle Royale, introducido y popularizado por el mencionado Fortnite. George incluso ha retransmitido sus partidas mediante la plataforma Twitch, una plataforma que no deja de crecer año tras año y que cuenta actualmente con unos niveles de popularidad estratosféricos.

Regresando a la Liga ACB, hay que citar el caso de un jugador con pasado español: Nico Richotti. El argentino ha lucido la camiseta de Madrid B, Iberostar Tenerife, Fuenlabrada o Palencia Baloncesto, y es otro miembro de la larga lista de deportistas profesionales que se han dejado enamorar por Fortnite. De hecho, también él ya ha realizado alguna retransmisión en su canal personal de Twitch.

Y tú, ¿conoces algún otro jugador profesional de baloncesto que sea un apasionado de los videojuegos o del cine fantástico y de ciencia ficción?