Jueves, 21 de noviembre de 2024
25 años del CB Murcia


24.11.10 | Pedro Serrano [ Comenta el artículo ]
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Entrevista a Quini García



Recordemos hoy al CB Murcia del esfuerzo y del trabajo diario, al equipo de la intendencia donde nadie puede dormirse porque siempre hay alguien que les despierta con su ímpetu. En clave de profesionalidad y compromiso, hoy recordaremos nada menos que seis temporadas: la del famoso play-off contra Valladolid (1993/94), luego otros tres años seguidos en ACB (de 1994 a 1997), una temporada en LEB y otra temporada más en ACB (1998/99). Ese fue el tiempo que dedicó al CB Murcia un catalán llamado Joaquín García, al que ya todos conocemos como murciano y con el nombre de Quini. Después le dedicaría algún tiempo más como entrenador asistente.


Alero (aunque en su ficha de acb.com le ponen como pívot, qué cosas), todoterreno y profesional, a Quini lo tenía en "mi lista" de personajes a entrevistar desde el principio. Luego, en el discurrir de mis charlas con dos de sus entrenadores, Felipe Coello y José María Oleart, surgió varias veces su nombre. No fue difícil localizarlo y menos aún quedar con él, ya que desde que le envío el primer e-mail, Quini se muestra dispuesto a recordar su experiencia en el CB Murcia. Quedamos una mañana en la plaza de Santo Domingo, buscamos una cafetería cercana y antes de empezar a hablar sobre el pasado, nos enteramos de que estamos en una situación familiar parecida: ambos tenemos dos hijas de edades similares, y ambos nos ponemos en pie muy temprano cada mañana para hacernos cargo de nuestras chicas. Nada más bonito ni más cansado, la verdad. Ya delante de la taza de café, le pido que me aclare las circunstancias de su llegada a Murcia en la primavera de 1994:


Basketme.com: Felipe Coello me contó en tono de broma que te ficharon porque no había nada más en el mercado, y que estabas por aquí visitando a tu amigo Pedrera y pasando las Fiestas de Primavera de Murcia. ¿Qué hay de cierto en eso? (Quini escucha mi pregunta con una amplia sonrisa en la cara):


Quini García: Yo vine de vacaciones (contesta sin titubeos). Yo había jugado contra Juver cuando estaba en Huelva, y esa era la única vez que había venido a Murcia a jugar. Luego coincidí con Javi Ibáñez en San Sebastián, y él me hablaba de Murcia... "Tío, Murcia tal, no se qué, es de puta madre, se vive muy bien...". Ese año hice mucha amistad con él y al año siguiente él fichó aquí, y estaba Pedrera también, que jugó con mi hermano en el Barcelona y yo lo conocía. Y entonces, pues dije, mira, en Semana Santa me voy a Murcia a verlos a los dos. Yo estaba en la grada, iba a ver los entrenamientos, pero por la noche me iba de fiesta... Yo salí de fiesta esos días, todos los días (risas), y estando viendo el entrenamiento, Pedrera fue el que le dijo a Ole (Oleart), "hostia, pues éste, para defender al Óscar Schmidt, lo va a poner para todos los lados". Y el Ole dijo, "¿tú estás entrenando?". Yo estaba en el Sant Feliú, que era filial del Barcelona junto con el Cornellá y estaba en Primera Nacional, y entonces le dije, "sí, yo estoy entrenando, estoy entrenando bien y tal". Él me dijo, "esta tarde jugamos un partido". Jugaban contra el equipo vinculado que entrenaba Domingo Hernández, y yo no tenía de nada, no tenía zapatillas ni nada (risas). Me tuvieron que dejar las zapatillas para poder jugar.


B: Entonces, ¿Oleart te dijo que fueras a jugar esa misma tarde, así de pronto?



Q:Sí, sí, tenían un entrenamiento con un partido amistoso, y me dijo eso. El equipo estaba preparando el play off por la permanencia contra Valladolid, y entonces en el partido amistoso Oleart me dijo, "defiéndete a este". Me dijo que defendiera al mejor de ellos, que era Javi García Cerezo. "Defiéndelo", me dijo. Se acabó el partido y tal, que estaba Felipe Coello también, y Oleart dijo "por mí, sí, si el club quiere". Felipe Coello era el Director Deportivo, y dijo, "vale, pues por mí, también".


B: Claro, es que además en ese momento Pedrera estaba lesionado, ¿no? Faltaba un exterior...



Q:Sí, Pedrera estaba lesionado y faltaba una rotación por fuera, pero bueno, ahí también estaban Jordi Grau, Paco Martín, Juan Rosa... Aunque Juan jugaba más de cuatro que de tres. Entonces pues nada, llamé a mi casa: "digoooo, oye, que me quedo, que me han fichado". "¡¿Cómo?!" (Quini imita la sorpresa de su interlocutor al teléfono, quizá de su madre). Yo por entonces estaba preparándome el acceso a la universidad y me lo tuve que dejar, a la vuelta tenía el examen y no lo pude hacer. O sea, vine de vacaciones y me quedé.




Quini, entrenando en el Palacio



B: (Pienso en esa llamada de teléfono, en la que Quini aún no sabía la profundidad de la afirmación "me quedo". Al final resultó una afirmación definitiva, fue un "me quedo a conocer a la madre de mis hijas y a vivir en Murcia"). ¿Y la ropa y todo eso?



Q:Bueno, pues la que me traje... Es que en teoría eran tres partidos, y más de la forma en que empezamos, con un 2-0. "Van a ser dos semanas" (Quini vuelve a poner tono de llamada telefónica). ¡Hostia, dos semanas...! Ya te digo, para entrenar me dejaban la ropa y eso, y las zapatillas...


B: Con Sant Feliú ningún problema, imagino.



Q:No, no... En el contrato tenía una cláusula que decía que yo me podía ir a un equipo de categoría superior. Y ya me he quedado, ya me quedé.


B: Qué fuerte... Y vaya momento de llegar también, ¿no?



Q:Sí, si es lo que hablamos muchas veces, el hecho de estar en el momento justo y en el sitio adecuado, y que te salga bien también, claro.


B: ¿Qué tal fue el tener que encajar en un equipo a esas alturas del año y en un momento tan decisivo?



Q:No, bien... A ver, porque a los jugadores los conocía. A Juan Rosa, de pequeños él jugaba en el Joventut y yo en el Barcelona. A Jordi Grau también...


B: Sí, la verdad es que os juntasteis unos cuantos catalanes ahí, ¿verdad?



Q:Sí, Grau, Rosa, Oleart...


B: ¿A Oleart lo conocías?



Q:Sí, de cuando estaba en el Licor 43, lo que pasa es que yo lo conocía de vista. A Edu Santos lo conocía porque había jugado conmigo en San Sebastián también, igual que Javi Ibáñez. A John Ebeling no lo conocía, pero bueno, jugó en Granollers también. Entonces, pues ya te digo...


B: No llegaste a vivir la famosa apuesta del doble o nada, ¿verdad?



Q:No, ya estaba hecha. Me lo contó Javi Ibáñez. Él apostó, apostó también, se jugó el doble o nada y ganó.


B: Bueno, y contra Valladolid, ¿qué tal te viste defendiendo a Óscar de pronto?



Q:Pues ya te digo... Yo estaba jugando en Segunda División, que era la Primera Nacional, y de pronto... Es que entrené un día y al día siguiente nos fuimos a Valladolid. Entrené un día, nos fuimos a Valladolid en autobús y fue llegar allí, en el primer partido jugué cinco minutitos y en el segundo ya era titular. ¡A defender a Óscar! Luego todo lo que pasó en los partidos, el robo de ese segundo partido y tal... Quedaban 37 ó 38 segundos para el final, tenían ellos el balón y quitaron el reloj de posesión, así que agotaron el tiempo y se acabó el partido. Fíjate... Y luego ya con 2-0, hostia, teníamos que ganar tres. Fue una situación muy complicada, pero en el Príncipe de Asturias, lleno... Una hora antes, ¿eh? Una hora antes ya estaba lleno, y no se le ocurre otra cosa al otro, al Fetissov, no se le ocurre otra cosa que salir y hacerle los pajaritos al público. Madre mía, qué figura... (Risas).




Cuarto partido del Murcia-Valladolid, en el Príncipe de Asturias. 1994



B: Me decía John Ebeling que lo de Fetissov fue un poco por la caña que le dio, ya que John era el veterano y Andrei era el joven. Que jugó un poco a sacarlo de sus casillas.



Q:Sí, bueno, hubo una situación... Bueno, jugamos los dos partidos allí, nos vinimos a Murcia y entrenamos, y no me acuerdo muy bien, tendríamos que mirarlo, pero Fetissov le puso unos cuantos tapones a Ebeling en los dos primeros partidos. Entonces, cada vez que entrenábamos le decíamos a John, "¡eh, que viene Fetissov!", y él se agachaba (nos reímos). Teníamos una jugada, una transición, que llegaba Óscar Schmidt, luego llegaba Fetissov y ponía un bloqueo vertical para la salida de Óscar, y yo le decía a John, "déjalo que me bloquee, deja que Fetissov baje a bloquearme", y en una de esas que bajó a bloquearme y yo subía, el pobre se cayó al suelo (risas). Y con John... Se ponía loco, se ponía loco...


B: ¿Teníais fe en remontar la eliminatoria?



Q:Bueno, cuando ganamos el primero aquí, sí. A ver, el primer partido fue un poco irregular pero estuvimos en el partido y perdimos, y el segundo fue un robo. O sea, veíamos que le podíamos ganar, que no eran superiores a nosotros.


B: De hecho en la última jornada de la liga regular, o en una de las últimas, que tú todavía no estabas, a Valladolid se le ganó fácil en Murcia. Y eso que Valladolid tenía buen equipo, quizá para no estar ahí abajo.



Q:Sí, sí, lo que pasa es que cuando estás en esas situaciones así, puede más la cabeza que la calidad de los jugadores, y bueno, cuando ganamos el primero aquí, el segundo fue mucho más fácil, y ya en el momento de jugar allí en Valladolid, nosotros estábamos lanzados y ellos estaban en plan "hostia, hostia, hostia...".


B: No me canso de repetirlo: yo estuve ahí (es algo así como el recuerdo de un concierto de rock mítico que pasa a la historia, o exagerando y pensando en tiempos antiguos, como el de una batalla épica que se ganó cuando ya todo estaba perdido):



Q:Sí, sí... No sé cuántos autobuses vinieron, pero sí...


B: Una paliza de viaje de cojones, pero mereció la pena.



Q:La verdad es que sí, macho, cuando acaba así... Son cosas distintas, no es comparable con el ascenso de Zaragoza, pero la verdad es que creo que es más bonito no bajar, casi, que ascender.




Alegría en el vestuario, tras ganar el quinto partido en Valladolid (Fuente: Felipe Coello)



B: ¿Qué pasó cuando acabó todo?



Q:Pues cuando acabó la liga, digo, bueno pues ya está, tú, me volveré para mi casa... Digo, me saldrá alguna oferta por ahí, como ya he jugado en ACB y tal... Y me ofrecieron la posibilidad de seguir aquí. Del equipo que había sólo siguió Pedrera, que tenía otro año de contrato, y me renovaron a mí. Del resto no siguió nadie, fue un equipo nuevo, entero. Equipo nuevo, y la verdad es que muy bien.


B: Vaya año.



Q:Fue el cambio del Príncipe de Asturias, que para mí siempre será una pista talismán, al Palacio. El Palacio yo creo que también fue un poco la novedad para que la gente quisiera venir, y coincidió con que el Lucentum tampoco estaba en ACB y venía mucha gente de Alicante también, y la verdad es que recuerdo ese año con mucho cariño. El año del Príncipe de Asturias y luego los dos primeros años del Palacio de los Deportes, yo creo que han sido los mejores años del club a nivel de juego y de afición y de todo.


B: Fíjate, por lo que decías de que del año anterior sólo continuasteis Pedrera y tú, hay veces que cuando un equipo no rinde bien al principio de la temporada, se dice aquello de que hay muchos jugadores nuevos, que se tienen que acoplar... Sin embargo ese equipo rindió desde el minuto uno del primer partido, y todos erais nuevos.



Q:Eso puede ser la excusa, el decir "hostia, es que todavía falta acoplarnos...".


B: Pero entonces en ese equipo, ¿cómo pudo encajar la gente tan bien desde el principio?



Q:Bueno, yo creo que el club acertó mucho en los americanos. Los americanos, que normalmente son muy egoístas y no se integran, y van por su lado... Pues tener la suerte de poder tener a Anderson, a Rogers y a Bobby Martin hace que sea más fácil. Pero el núcleo de nacionales también es muy importante, y lo he comentado con gente de Murcia alguna vez, que yo creo que lo que le falta al equipo, al equipo en los últimos años, ¿eh? es que el vestuario sea más integrador. Antes había... Yo he estado ahí años en el vestuario, y a todos los que vienen de fuera intentas que se integren. Faltan jugadores nacionales tipo Xavi (Sánchez), que llevaba muchos años aquí en Murcia, y eso, que sean integradores. Yo cuando llegué aquí estaba Paco Martín, estaba Javi Ibáñez, estaba Jordi Grau... O sea, aquí, no es que fueran embajadores de Murcia pero sí que siempre... Javi Ibáñez sí que podía ser embajador de Murcia, porque él me hablaba de Murcia maravillas. Entonces, yo lo que intentaba es que la gente que venía de fuera se integrara y que estuvieran a gusto aquí en Murcia, y es que en Murcia, otra cosa no, pero vivir bien, se vive. Eso es lo que yo creo que le falta al club, tener jugadores de ese perfil, que te integren a los que vienen de fuera.


B: (Mientras le escucho pienso en lo mucho que se agradece tener gente así en un trabajo). No sólo importa la calidad como jugador de baloncesto sino también el factor humano, ¿no? Formar parte de un grupo y saber relacionarse con los compañeros, con la ciudad e incluso con la afición...



Q:Hombre, yo cuando voy a un sitio intento estar a gusto, y que sea recíproco, intentas devolver lo que te da la afición, ¿no? Aquí en Murcia yo estoy encantado con la afición, siempre me han tratado muy bien, y eso tienes que devolverlo. Y a la gente que viene de fuera, pues decirles, mira, aquí el sitio es este. No es Barcelona, no es Madrid pero sí que se vive muy bien, y Murcia ha cambiado del año 94 que llegué yo hasta ahora. No tiene nada que ver, pero se sigue viviendo muy bien.


B: Volviendo sobre la calidad humana de los jugadores, y en concreto de aquellos tres americanos que juntamos en la temporada 1994/95, ahora que tú eres entrenador podrás responderme: ¿qué información se tiene sobre ciertos aspectos cuando se ficha a un jugador? Además de saber cómo es el jugador sobre la pista, ¿se sabe, o se intenta saber cómo es la persona?



Q:Hombre, yo creo que ahora la tendencia es, e imagino que a nivel de empresas también se hará, buscar más la parte humana que la técnica. A ver, tiene que ser un buen jugador, con unas determinadas características defensivas y en ataque y tal, pero a parte debe tener un plus de calidad humana, que sea buena persona, que no genere problemas, que sea buen compañero... Todo eso se va incluyendo en el curriculum de los jugadores también. Hay jugadores que tú sabes que te meten 40 puntos pero que luego te generan problemas en el vestuario. A esos jugadores yo no los tendría. Yo tendría jugadores que a lo mejor no me van a meter 40 puntos, pero sí que en los momentos malos me van a tener al grupo unido, que eso a veces hace que te crezcas. Fue lo que pasó contra Valladolid. Eso hace que te crezcas ante situaciones adversas.


B: Me lo decía Oleart, que aquel equipo era muy limitado técnicamente pero que ibais todos a una.



Q:Claro, y también hay que tener un entrenador como Oleart. Oleart como persona es un diez, y eso lo transmite a sus jugadores: la confianza, la tranquilidad... Y eso a veces es más importante que estar gritando.


B: Y además, Oleart tiene sentido del humor, que para mí es fundamental.



Q:Bueno, humor catalán, si es que... Ole es muy satírico, muy de lanzarlas: "hosti, a ver si espabilas" (Quini imita el tono sarcástico que usaba Oleart), en vez de decirte "¡hostia, defiende! (ahora levanta la voz).


B: Rogers también me lo contaba, que Oleart con sus bromas siempre les transmitía un mensaje y llevaba al equipo por su camino.



Q:Te las lanzaba... "Hosti, ¿has dormido mal hoy, o qué?", un humor muy agudo. Con una sonrisa te decía "eeeeh, espabila" (risas).


B: Luego, en esa temporada 1994/95 también me decía Oleart que había veces que no tenía que decir nada al equipo, que todos funcionabais y hacíais lo que teníais que hacer. Que no quería decir nada para no estropearlo, simplemente veía el partido.



Q:Si, bueno... Aquel año se ve en las entrevistas que tú has hecho, que lo dice la gente, había tres jugadores,pero luego detrás había más. En la pista hay cinco y son doce fichas, ¿no? El trabajo del día a día era muy agradable porque íbamos ganando, porque había buen ambiente, había buen grupo, buen entrenador, porque el club nos trataba muy bien... Pero a ver, había tres jugadores muy buenos, más Piñero, más Xavi, más Cisteró, más Bustos, más Moya, más Pedrera, más los vinculados del Archena, que estaba Santi Toledo, que ayudaba a entrenar, Salva Costa... Había más gente detrás. Entonces está bien destacar a los tres americanos pero había más gente. Había gente muy joven junto a dos americanos expertos y uno joven, como Bobby Martin. Sin el trabajo de esa gente no se hubiese conseguido, aunque a veces vieras... Por ejemplo creo que contra Girona, si lo ves, creo que sólo anotaron cuatro jugadores, los tres americanos y Piñero. El resto no anotamos ninguno, y luego dicen "cuatro jugadores ganan...", y ahí hay un trabajo, hay un trabajo que no se ve, que no sale en las estadísticas y que también se ha de valorar, ¿no?




Con la camiseta del CB Murcia, en LEB



B: Los intangibles.



Q:Sí, el trabajo defensivo y los intangibles que tú dices: hay que pasar, hay que bloquear, hay que hacer más cosas.


B: Pero lo que te decía: ¿os dabais cuenta de que teníais una dinámica tan asimilada, que todo fluía con naturalidad?



Q:Cuando ganas, todo es perfecto. Es como el año que estuvimos con Felipe, que ganamos 14 partidos consecutivos (temporada 2002/03, récord de victorias seguidas en LEB) con Stacey, Reynolds, Galilea... Ese año entrenar era un lujo, porque la gente se daba cuenta de que íbamos bien y la situación te lo permite. Cuando las cosas van mal, es lo difícil. Hemos vivido muchas situaciones de ir mal y sólo salió bien una, la de Valladolid. El resto... Hemos jugado contra Orense, el ambiente no era muy bueno... Cuando hemos bajado y había ambientes malos, malos, malos... Es muy complicado.


B: ¿Y no hay nadie que...? (A ver cómo se lo digo a Quini, si no hay maneras de reconducir esas situaciones). ¿Esas cosas no se pueden variar? Si todo el mundo quiere, sí se puede, ¿no?



Q:Ahí todo el mundo tiene que ir a la misma, a la misma idea, ser un equipo y tal, pero cuando cada uno va por su cuenta...


B: Porque yo a ti, por ejemplo, de lo que te conozco, veo que eres un tío con carácter pero también dicharachero. Entonces, cuando tú llegas a un vestuario así, ¿no puedes empezar a repartir "pescos" (pescozones), o es que se llega a un punto en que la cosa está demasiado pasada de rosca?



Q:No hombre, ten en cuenta que estás hablando de gente profesional...


B: Pero bueno, pero por eso mismo...



Q:Bueno, es que también, cada entrenador tiene su carácter y hay entrenadores que sí te lo pueden permitir, y otros que no. El llegar y decirle a un jugador, "¡oye...!", en una situación crítica, a lo mejor resulta que es peor. Hay que analizar por qué has llegado a esa situación, si hay que cortar a un jugador antes de llegar a esa situación... Yo creo que, normalmente, cuando te equivocas en el planteamiento inicial al final el resultado es malo. Ha habido años que o por dinero o por mala elección, las cosas no se han planteado bien desde el inicio, y luego querer rectificar sobre la marcha es difícil.


B: Bueno, pero hay veces que se rectifica y sale bien, que fue lo que pasó en el año de la Copa del Rey (Quini asiente, "sí, a veces"). Ese año (temporada 1995/96) no se renovó ni a Anderson ni a Rogers, se modificó la estructura del equipo, se fichó a un tío como Crowder, que pensábamos que iba a ser la hostia en vinagre, y...



Q:Bueno, Crowder, que venía del Barcelona... Es el jugador más fuerte contra el que he jugado.




El Palacio de los Deportes de Murcia en la Copa del 96



B: Yo flipé, se lo dije a Oleart. Cuando lo fichamos, flipé. Físicamente un portento, con buen tiro, buena defensa, penetrando era brutal...



Q:Un animal.


B: Y sin embargo...



Q:Ya, porque él en el Barcelona hacía otro trabajo, tenía más gente que podía anotar y aquí se le pedía que anotara. Precisamente el último día metió treinta puntos en León, ¿no? A lo mejor no tenía ya la presión, sabía que se iba... Es que no es fácil.


B: Y luego vino Duane Washington.



Q:Bueno, vino Jones, que estaba ya más del Imserso que otra cosa, y luego vino la perla Washington. Y luego llegó la Copa del Rey, que fue espectacular. El ambiente era... No sólo en el pabellón, sino en la ciudad, fueron cuatro días alucinantes.


B: Y para el club también.



Q:Bueno, para nosotros, ya ves... Aunque Aíto se quejaba de que el equipo organizador fuera invitado, pues nosotros ganamos a Unicaja, casi ganamos a Manresa, y luego perdimos por muy poco contra el Real Madrid, ¿no? Competimos y dimos una buena imagen.


B: Casi pudimos meternos en competición europea de rebote gracias al cuarto puesto en la Copa, pero nada. Nunca lo hemos logrado, ni siquiera en esos dos años tan buenos, y creo que eso habría consolidado al equipo y a su masa social.



Q:Es verdad, y el año anterior estuvimos a punto de meternos entre los ocho primeros, pero al final no. Mala suerte... Pero yo creo que la gente se acuerda con cariño aquellos años... Había hasta reventa, tío, me acuerdo... Hasta reventa, y gente que se quedaba fuera del Palacio y que no podía entrar.


B: Muy fuerte... Fíjate, el tema de la reventa es otra cosa que había olvidado, como lo de que tuvierais que salir a saludar al centro de la pista después de cada partido, y que me recordó Johnny. Eso os molaba, imagino.



Q:Joder, tú verás, ese ambiente... Ya te digo, ganar aquí al Barsa, al Madrid, al Unicaja, al Tau... Ganar a los grandes con tu gente, eso es lo mejor, eso no tiene precio. Y luego la gente nos respetaba, íbamos a jugar a otras pistas y ganábamos también, como en Zaragoza, que cuando llegábamos se ponían locos.


B: Y tú personalmente... Bueno, esto se me había olvidado decírtelo, pero el primer partido que te vi aquí, que fue el tercero de la serie contra Valladolid, la primera jugada que hiciste fue un robo y un mate, que yo dije, "¡madre mía, qué figura hemos fichado!" (Quini se ríe). Y luego también recuerdo algún "idilio amoroso", en plan irónico, porque defendías fuerte. Recuerdo por ejemplo uno contra Marcelo Nicola, del Tau.



Q:En ese equipo recuerdo que jugaban Laso, Perasovic, Marcelo, Kenny Green y Ramón Rivas, esos cinco. No recuerdo las rotaciones, pero jugaban esos cinco, y después me contaban que Pablo Laso tenía que repartir el balón, claro. Ramón le decía, "oye, que llevamos dos ataques y no me la has pasado", Kenny Green, "oye, métela dentro", Perasovic, "oye, que yo tengo que tirar", y Marcelo era jovencito. Y claro, yo, la mala suerte que tenía es que, jugador al que yo defendía, jugador que recibía menos (pienso que eso no es mala suerte, eso es buena defensa), y este se volvió loco porque no recibía. Hay jugadores con los que chocas más, y te digo que luego te puedes ir a tomar copas con él, pero jugando...


B: Debe ser como en el Congreso de los Diputados, que te ves al portavoz de un partido insultando al del otro partido, y luego te los ves a los dos almorzando y tomando cañas en el bar de enfrente...



Q:Ya te digo... Hay jugadores con los que chocas más, y con otros... Con Perasovic, por ejemplo, los años que estuvo en Vitoria y en Fuenlabrada, que me tocaba defenderlo, o sea... Yo reconozco que yo daba, pero es que Perasovic pegaba en defensa y en ataque, pero eso sí, luego no se quejaba, le podías dar que él no se quejaba. A mí cuando me han dado no me he quejado, y yo reconozco que he sido duro. Lo que no puedes hacer es dar y luego quejarte, hay que tener un equilibrio. Pero bueno, nada, son lances del juego.


B: El otro "idilio" que te recuerdo fue con Mason, cuando jugaba en Valencia.



Q:Puede ser. No sé... Esto me lo han contado, que en un bloqueo él se cayó al suelo y se levantó enfadado.


B: Fíjate, ahora que lo pienso: ese año, en la 1994/95, le ganamos a Valencia aquí y allí.



Q:Sí, y llevaban buen equipo...


B: Lo que hablamos de las apuestas. Aquel Valencia llevaba a Joshua Grant, a Warren Kidd y a Mason, jugadores que luego han tenido recorrido en ACB, y sin embargo con Valencia acabaron bajando a LEB.



Q:¿Bajaron? ¿Bajaron aquel año?


B: Sí, lo recuerdo porque al año siguiente estuve estudiando en Valencia y me gustaba picar a mis compañeros, de broma: les decía que Murcia estaba en ACB y ellos en LEB (Quini se ríe). Pero mira, por reírme... Nosotros acabaríamos bajando dos años después, en la temporada 1996/97, ¿te acuerdas?



Q:Sí, pues lo que te he dicho antes, de las apuestas o del mal planteamiento de inicio. Fichamos jugadores muy... Estaba Cedric Glover, estaba Jarvis Lang y seguía Duane Washington. Entonces, claro, de tener a Howard Wright y a Bobby Martin a tener a estos dos, cambia la cosa mucho...


B: Bueno, pero el planteamiento también dependerá del dinero que se tenga, ¿no? Aquel año se recortó, imagino.



Q:Claro, fueron los años esos que se tenía tres americanos, todo el mundo tenía opción de hacer buenos equipos, entre comillas, fichando buenos americanos, y fichar a Lang y a Glover... La verdad es que Cedric venía de hacer buenos números en Lugo, pero la verdad es que no tuvimos buen inicio. Hubo muchos problemas con las lesiones también, Duane no vino bien... Porque él acababa aquí la liga y se iba a jugar la liga de Venezuela o Puerto Rico o por ahí, y claro, no descansaba y ya tenía una edad. La verdad es que nosotros, dependiendo tanto de él, y él que llegó físicamente muy justito, pues claro... Además, es que ya lo conocían, los equipos ya sabían que tenían que defenderlo a él con dos contra uno y tres contra uno para que soltara el balón, y entonces, claro, nos condicionaba mucho. Al tener un mal inicio, ya sabes que cuando estás abajo es difícil que te respeten, ni los árbitros... "Bueno, si vais a perder igual" (Quini pone voz de árbitro de ACB, imagino). Eso genera mucha frustración porque estás trabajando, y ya vinieron los cambios de entrenadores. Ese año tuvimos tres, creo: Ole, Hevia y Flores...




Quini en 2008, como Director Deportivo de Capuchinos (Fuente, Capuchinos).



B: No, creo que el último fue Chino Sánz, cuando bajamos contra Orense en el play off.



Q:Sí, Manolo Flores estaba en Cáceres ese año. Estuvo aquí después. Al año siguiente subimos otra vez, y luego bajamos (con Manolo Flores).


B: Después del primer descenso, ese de 1996/97, tú seguiste en Murcia, ¿no?



Q:No, ese año en LEB yo no estuve desde el principio, yo fiché después. Ese año yo estaba entrenando en Molina de Segura, en Segunda División, y luego cuando quedaban cuatro o cinco partidos para acabar la liga de LEB me ficharon (1997/98), con Felipe Coello. Subimos, seguí en el CB Murcia en ACB y volvimos a bajar (1998/99). Ese descenso fue mi último año. Luego fiché por Molina y después por Lorca, pero cuando acabé aquí, yo no quería ver baloncesto por ningún lado.


B: Por la mierda de año que hizo el equipo, ¿no? Sin paños calientes (me río).



Q:No... (Según mi parecer, entiendo que el "no" tibio de Quini es un "sí"). Yo entrenaba, pero había partidos... La anécdota de estar jugando en Sevilla, cuando ya estábamos descendidos, y le gané una apuesta a Edu Sánchez. Éramos ocho, ya se habían ido todos del equipo, estaban Bryson, Wood, Alanovic, Rafa Vega, Ramón Moya... No, Ramón creo que no estaba, fue el año que estuvo en Manresa. Y bueno, pues estábamos en el banquillo Edu y yo, y antes de que hiciera la quinta falta Rafa Vega, le digo a Edu, "si hace la quinta Rafa, sales antes tú que yo". Me dice Edu, "una cena". Hace la quinta Rafa (pívot), Manolo Flores mira al banquillo (Quini pone tono de dejadez y cansancio, supongo que imitando a Flores), y dice, "Edu" (que es base; nos reímos). Y puso a Xavi Sánchez de cuatro, a defender al pívot de ellos...


B: ¿Xavi jugando de cuatro? Cielos, pobretico. Lo que no haya hecho él... No sabía que Flores lo había usado de cuatro.



Q:Sí, lo puso de cuatro. Ese año es el que te digo que yo odiaba el baloncesto.


B: Fue un año muy difícil para el equipo y para la afición, es cierto. Recuerdo siempre las declaraciones de Valverde, que aunque en la forma no estaban bien, estaban más que justificadas...



Q:A Juan hay que conocerlo.


B: Claro, y todos en Murcia lo entendimos, pero llegó el lumbrera de De la Morena en El Larguero y le faltó crucificarlo. Eso nos sentó fatal, lo sentimos mucho por Valverde, la verdad... Y hablando de Valverde, repito una vez más, me hubiera gustado mucho poder entrevistarlo.



Q:Yo, por lo que he hablado con él muchas veces... Lo que estás haciendo tú, de recordar todo esto, no se ha hecho ni a nivel político ni a nivel social. El reconocimiento de Juan, de crear un club y de gastarse su dinero, tendrá que venir alguien a hacerlo, porque los políticos de ahora no lo van a hacer. Porque Juan, si algún defecto tiene, es que te dice la verdad y te la dice a la cara, y eso no sienta bien, sobre todo a los políticos. Que les digan por dónde flaquean y lo que están haciendo mal... Si él hubiese sido de otra forma, pues bueno, pero como es como es, pues no le reconocen. Crear lo que ha creado él, dar una posibilidad de que el baloncesto estuviera aquí en Murcia y de llegar donde ha llegado, eso hay que reconocerlo y no tacharlo por una declaración o por un error.


B: Totalmente de acuerdo, para los políticos debía ser una persona incómoda. Pero bueno, desde este espacio que dedicamos al aniversario del CB Murcia, evidentemente, contar con Juan Valverde significaba poder rendirle un homenaje por todo lo que ha hecho por el baloncesto en Murcia, y recordar principalmente los inicios y las cosas buenas del club.



Q:Es que al final, es eso. ¿Para qué el esfuerzo? Aquí en Murcia, cuando estaba Juan, también hubo problemas económicos y hubo una crisis y tal, pero aquí cobrábamos siempre, todos los meses. Esto lo he sabido después, pero las subvenciones no llegaban en el momento que había que pagar, y sé que Juan ponía de su bolsillo para que los jugadores cobráramos. Eso hay mucha gente que no lo hace. Juan cumplía a rajatabla, fuéramos bien o fuéramos mal nosotros cobrábamos todos los meses, todos.


B: Ya que hemos sacado el tema de Juan Valverde, las relaciones del equipo con el presidente eran buenas, ¿no?



Q:Bueno, ya te digo... Yo siempre me acordaré del año que llegué, el de Valladolid. Después del quinto partido nos quedamos a cenar allí, en el Cuberito, a celebrarlo y tal, y yo, recién llegado, pues estaba allí alucinado. Todavía no me lo creía, "joder, hemos ganado", pegándome guantazos, "hostia, ¿estoy aquí?". Estaba en San Feliú y de pronto, "¿es real esto?". Y nada, estábamos todos allí y Juan hace un brindis: "Lo hemos conseguido", y tal, y de pronto, hace un brindis por mí: "Por Quini García, que nos ha ayudado", y tal. Claro, yo aluciné, "¿Esto es real?". O sea, es que... Esto lo sabe poca gente, y se agradece, y luego intentas devolverle todo eso. También ha tenido que llamar al orden a algún jugador... Es lo que te decía, de integrar: cuando llega alguien le dices que el club es así, que funciona así, y que está Juan, que te va a decir las cosas buenas pero también las malas. Recuerdo el año de Anderson, que estaba reciente la apuesta que se había hecho el año anterior, y ese año Juan hizo otra apuesta. Dijo, "bueno, de aquí a Navidad quedan cuatro partidos, ¿no? Pues si ganamos los cuatro, un dinero; si ganáis tres, pues menos dinero; si ganáis dos, muy poco; si ganáis uno, nada, y si perdéis, me pagáis a mí". Y "el enano" Anderson dijo "hostias, sí, sí", no sé qué, y estábamos Pedrera y yo de capitanes, y dijimos "venga, vale". El último partido era en Andorra antes de las vacaciones de Navidad, y habíamos ganado dos de tres, y allí ganamos también. Entonces, cuando bajamos a Murcia nos llamó a su despacho y nos dijo que nos daba el dinero, y ale, a repartirlo. Entonces, el buen ambiente que había... Y lo mismo pues Juan llegaba y le decía a uno, "eh, coge la maleta que te vas". Él se involucraba mucho para lo bueno y para lo malo. Si se ponía de mala hostia... O sea, apártate, apártate del camino, pero con razón. Si este no vale, pues fuera.




Restaurante Cuberito de Valladolid, donde se festejó la permanencia del 94



B: Bueno, volviendo a tu carrera, dejaste el equipo en 1999 y te fuiste a Molina de Segura...



Q:Dos años en Molina, luego a Lorca otro año, y estando en Lorca me puse a entrenar con los chavalillos. A todo esto, en el CB Murcia no había categorías inferiores, pero cuando volvió Felipe al club, volvió a sacar las categorías inferiores. Entonces yo estaba en las escuelas de Capuchinos y me vine al CB Murcia a entrenar al infantil, que lo llevamos al Campeonato de España, algo histórico porque no han vuelto a llevar un equipo de categorías inferiores al Campeonato de España, y al año siguiente ya fiché de ayudante de Oleart (temporada 2002/03, en LEB). Luego cogió el equipo Felipe, que fue el año que ascendimos. Y fíjate, empezamos con Ole, que daba buen ambiente y buen rollo. Yo se lo decía a los jugadores, "tío, que yo he tenido a Oleart de entrenador, que tenéis toda la confianza, que os va a ayudar...", y, o sea, no. Entrenábamos bien y tal, pero no salían las cosas. Entonces vino Felipe, fichamos a Galilea, catorce victorias seguidas y ascenso. Estuve de ayudante de Felipe en ACB (2003/04), luego vino Miguel Ángel Martín, bajamos, y luego en LEB empezó Iván Déniz de entrenador cuando Miguel Ángel Martín era Director Deportivo (2004/05).


B: Ahí estaba Polaris World como patrocinador.



Q:Sí, en ACB era patrocinador y luego lo compró en LEB. Ficharon a Iván Déniz y Miguel Ángel Martín estaba de Director Deportivo. Yo estaba de ayudante, pero ya hubo una transición, echaron a Felipe Coello, y yo, como estaba muy allegado a Juan Valverde y a Felipe Coello, pues me tenían un poco en el punto de mira. Al año siguiente ya fue espectacular, ya fue "mobbing" en toda regla con juicio incluido. Yo tenía tres años de contrato, ese y dos más, y con mi mujer embarazada. Me decían que me habían visto con Juan o con Felipe, y yo les decía, "es que son amigos míos, y yo hago mi trabajo". Hubo gente que se apartó de esa línea, pero yo tengo unos valores, tío, y para mí la amistad está por encima de todo. Si yo tengo que agradecer algo a alguien, de estar aquí en Murcia, es a la familia Valverde. Ellos son los que han querido que yo esté aquí, y yo no quería perder mi puesto de trabajo, con mi mujer embarazada, pero ese fue el detonante. No me quejo porque no me ha ido mal, y te digo que yo tengo unos valores que los antepongo ante cualquier cosa. No me quejo porque yo he venido a Murcia y gracias al baloncesto he conocido a mi mujer y tengo dos hijas.


B: Sí, eso se me ha pasado preguntártelo: ¿En que momento dijiste, "me quedo a vivir en Murcia"?



Q:A ver, el año de la Copa, ese verano antes, conocí a mi mujer. Amigos comunes, tal... Y desde ese día... Desde que acabó la Copa del Rey estamos viviendo juntos, porque ella antes el baloncesto no lo seguía, hasta ahora. Por eso te digo que yo, gracias al baloncesto y gracias al CB Murcia, tengo la familia que tengo. A mí el baloncesto me ha dado muchas cosas, pero lo más importante, la mujer que tengo, mis hijas y los amigos que tengo aquí en Murcia.


B: ¿Y qué tal tu familia catalana? ¿Vas?



Q:Sí, subo cuando puedo, pero dependiendo del trabajo. Mi mujer también trabaja y ahora con niñas, tú lo sabes, que es más difícil moverse... Pero mi familia baja, no hay problema. Yo estoy muy a gusto aquí en Murcia.


B: Y entrenando aquí al lado.



Q:Sí, en Alfás del Pi, a una hora escasa en coche. Cuando acabé en el CB Murcia volví a Capuchinos y entrené a niños, que es lo mejor que te puede pasar porque es donde más disfrutas. Al año siguiente fiché como primer entrenador en Santa Pola, de EBA, quedamos campeones de España y subimos a LEB Plata. No continué, pero bueno, el año siguiente se creó la Bronce y fue complicado porque estuve en tres equipos distintos. Después me quedé en Murcia como Director Deportivo de Capuchinos, y este año pasado fiché en Alfás. Otra vez ascendimos a Plata, pero ahora estamos en EBA.


B: Entonces, tú que te has sido entrenador en las bases, ¿Cómo ves el trabajo de cantera en Murcia?



Q:Pues el trabajo de cantera en Murcia es complicado, porque a nivel regional cuesta mucho sacar equipos de baloncesto. Hay clubes que están trabajando muy bien, pero es difícil que lleguen a jugar a nivel profesional. Los últimos jugadores murcianos que recuerdo, de los últimos tiempos, son Edu Sánchez, Ramón Moya, Carlos Peñafiel a nivel de LEB... Y ahora los jugadores que hay, pues José Antonio Marco Gaona, que está en Tarragona (Plata), Alex Hernández que está en Manresa (ACB) y que estuvo en el Barsa, y Marcos Molina, que lo fiché yo para Alfás, son los tres jugadores jóvenes con proyección. Con la política que sigue el CB Murcia, con la urgencia de ascender, es difícil... Luego apostar por gente joven no es fácil, y más de la tierra. El último que apostó fue Felipe Coello, que apostó por Edu y por Ramón, que esos sí que han jugado en ACB. No es fácil... Por ejemplo hay un jugador que está en Molina, Adrián Méndez, que está muy bien también, pero claro, es de Molina, no del CB Murcia.


Quini y yo seguimos hablando un rato de baloncesto de cantera y de jugadores jóvenes, y acabamos hablando también de baloncesto femenino, siendo como somos padres de cuatro niñas, dos y dos respectivamente. Quini me cuenta que al día siguiente de nuestra entrevista, su hija mayor empieza en la escuela de basket que el propio ex jugador ha creado en su colegio. Gran día. Le confieso que yo también quiero meter a mi hija mayor a baloncesto llegado el momento, y él me dice que en Segundo de Infantil ya se les puede ir introduciendo poco a poco el basket como juego. Quini me anima a que, si no la hay ya, cree una escuela de baloncesto en el colegio. Quizá lo haga, y no sólo porque este deporte me vuelva loco, si no también por lo que él mismo dice, "por enseñarles disciplina, compañerismo, normas, para que aprendan a compartir... Todo eso les viene bien, el practicar deporte de equipo". También hablamos, no sin orgullo, del elevado percentil de altura de nuestras respectivas hijas mayores.


Acabada la charla nos vamos a abonar nuestra consumición en la caja de la cafetería, y aunque yo quería invitar a Quini, al final no puedo porque tengo un billete muy gordo y no tienen cambio. Quini me invita, "y eso que soy catalán". Nos reímos. Le agradezco su trabajo con la camiseta de mi equipo, el desayuno y también la conversación y los recuerdos. Una vez más, ha sido un placer y un orgullo poder hablar con uno de los protagonistas de la historia del CB Murcia, y más cuando ese protagonista me reconoce que "si no fuera por gente como tú o como Felipe, que escribe sobre el CB Murcia en su blog, todo se quedaría en el olvido". Pues lo dicho, que sirva esta sección para no olvidar.


Nombre: Joaquín García Pérez.

Fecha y lugar de nacimiento: 12 de julio de 1969, Barcelona.

Posición y altura: Alero, 200 cm.


Trayectoria: Formado en la cantera del Barcelona, debuta en ACB en 1988 en las filas del Grupo IFA Granollers. Las dos temporadas siguientes juega en Huelva, en 1ª-B, y luego permanece en la misma categoría dos años más, esta vez con el Askatuak de San Sebastián. En la temporada 1993/94 comienza jugando en Sant Feliú, de Segunda División, hasta que ficha por Murcia en el mes de marzo de 1994. Llega justo para jugar el trascendental play-off por la permanencia contra Valladolid, y desde entonces no se moverá de la Región de Murcia: cinco temporadas seguidas en el primer equipo y un par de participaciones con Molina de Segura y Lorca, preceden a su retirada del baloncesto como jugador a la edad de 31 años. En ese momento inicia su carrera como entrenador en Lorca, luego en Capuchinos y después en el CB Murcia, siendo entrenador de cantera y actuando como asistente de Felipe Coello, Miguel Ángel Martín e Iván Déniz. Después entrenará en Santa Pola, Tíjola, Torrevieja y actualmente en el Alfàs del Pí de liga EBA.


Sus números en Murcia, relativos sólo a ACB, son de 129 partidos jugados con la camiseta del equipo rojiblanco, 3'1 puntos y 1'5 rebotes de media en 16 minutos por encuentro. Su mejor marca de anotación en el CB Murcia fueron los 16 puntos que anotó frente a Sevilla en el Palacio de los Deportes, en la temporada 1994/95. En cualquier caso, y tal y como comentaba con el propio Quini, su trabajo no solía ser de los que sale reflejado en las estadísticas, como por ejemplo la cantidad de enfados que provocaba en el defendido de turno, porque no le llegaba ni un sólo balón en condiciones para lanzar. Ahí estaba Quini, tapando el pase para evitar canastas que nunca llegaron a subir al marcador.






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1 - Los datos de tercera división (temporada 1985-86). Pese a debutar con el Juver en enero del 86, bien avanzada la competición, Randy Owens se convirtió en el máximo anotador del campeonato, con un total de 701 puntos. Su promedio fue de 58 puntos por partido, siendo su máxima anotación de 76 puntos contra el otro equipo de la capital, el CB Murcia de entonces. Un saludo.

Publicado por cuatrosurcos el día 31/05/2016 a las 01:20h.
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