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Pero más allá de este accidente, el amor de Pocius por el deporte y el baloncesto le hizo ser diferente, pero no peor que el resto. Los antecedentes en su familia ya podían hacer pensar en que destacase en el deporte a pesar de las trabas: su abuelo era lanzador de disco, mientras su madre era Profesora de Educación Física. Para cerrar el círculo, su padre fue un jugador lituano de baloncesto en los 80 y principios de los 90, llegando a coincidir con Sarunas Marciulonis en el Statyba Vilnius (el actual Lietuvos Rytas), y que posteriormente pasó a funciones de entrenador. Esta es la labor que desempeña en la actualidad con jóvenes en la Academia de Marciulonis.

A pesar de que en Vilnius, su ciudad natal, será donde empiece a dar sus primeros pasos en el mundo de la canasta, en plena adolescencia tomará una decisión clave en su vida: irá a estudiar a Estados Unidos, un camino que no es extraño para muchos lituanos que han logrado labrarse una carrera allí.

La institución elegida será la Holderness School en Plymouth, New Hampshire. Este instituto fue también donde pasó su juventud un deportista de élite como Tyler Hamilton, el ciclista que conseguiría el oro en la contrarreloj de los Juegos Olímpicos de 2004, pero que vería empañada su logro y su carrera por sucesivos positivos.

El Holderness también es cuna de otros deportistas o gentes del deporte, pero en baloncesto no conocían aún la gloria. Sería Pocius quien les guiaría en sus dos años de instituto al título estatal por primera vez con medias de 18 puntos y 5 rebotes. Para ello contó con la ayuda de algunos recruit de Division I como Greg Johnson o Gerald Carter. En su segundo año también jugaría allí otro lituano, Tomas Balcetis, que pasaba por ser el mejor amigo de Pocius. Sin embargo, sus caminos se separaron: Pocius siguió el del baloncesto y Balcetis el de los estudios, acudiendo a Harvard.

Esos dos años en High School ayudaron a Pocius, más conocido como Marty en su periplo estadounidense, a construirse una reputación como uno de los escoltas de su generación a tener en cuenta, incluso por delante del actual NBA Wesley Matthews. Pero antes de su año senior en el instituto, también había sido noticia por su actuación en el Europeo Junior de Zaragoza 2004. Allí fue el máximo anotador de una selección lituana que no logró pasar del noveno puesto, a pesar de contar con la por entonces gran promesa Andriuskevicius.

Transcurrido su año de instituto y con las posibles elecciones universitarias en mente, fue también seleccionado para participar en el Nike Hoop Summit. En aquel partido terminaría como el máximo anotador de la selección mundial, pero siendo derrotados ante la exhibición de Tyler Hansbrough para USA con 31 puntos.

Con tantas credenciales, la lucha por su reclutamiento fue muy activa, y el grupo de favoritas se redujo a grandes nombres como Duke, Kansas, Arizona, Texas y Utah, con especial interés por parte de las tres primeras. Finalmente serían los Duke Blue Devils quienes se llevaran el gato al agua.

Un gato que acabó bastante mojado en su experiencia en Duke. Allí, Pocius no consiguió hacerse hueco en ninguna de sus temporadas. Las razones, varias: múltiples problemas físicos y también la calidad de un gran programa como Duke donde coincidió con grandes jugadores en su puesto como JJ Reddick, DeMarcus Nelson, Gerald Henderson o Jon Scheyer.

A sus 6 minutos de media en su primera temporada al menos le siguieron una buena actuación en el Europeo U20 de 2006, donde promedió 20 puntos, pero no tuvo continuidad intercontinental y en su segunda temporada volvió a disputar sólo 7 minutos por partido.

Era una situación dura, pero Pocius seguía empeñado en hacerse un hueco en la plantilla y aprovechar también su estancia en USA para sus estudios de Sociología.

Quedaba aún una sorpresa desagradable más, otro obstáculo enorme a superar: al cuarto partido de su campaña junior en Duke, se rompía el tobillo izquierdo, lo que daba por concluida su temporada. No era la primera vez que tenía problemas en los tobillos y el prometedor futuro como junior que se le auguraba en Europa parecía cada vez más lejano tan fuera de los focos como estaba Pocius por entonces.

La cuarta temporada no fue mucho mejor, sino al contrario: disputó menos minutos que en sus dos primeros años. A pesar de que debido a la lesión de su tercera campaña tenía la posibilidad de un quinto año de elegibilidad universitaria, Pocius decidió que 6 años en USA ya eran bastantes, sobre todo tras terminar la carrera, y que su lugar en el baloncesto no estaba en la NCAA, sino entre los profesionales. Antes de su definitivo desembarco en Europa, acudió con Lituania a los Juegos Universitarios de 2009

Para su regreso europeo eligió el Zalgiris, acérrimo rival del equipo donde jugó su padre, el Statyba. Las razones son fácilmente comprensibles: regresar a su país y jugar la Euroliga.

Y definitivamente acertó en la decisión, pues su etapa de dos años en el equipo lituano le hizo recuperar parte del tiempo perdido y mostrar a todo el mundo que Pocius sigue siendo un nombre a tener en cuenta. Para quien le conocía y le había olvidado, tuvo la oportunidad de un fantástico redescubrimiento, tanto en Euroliga como en el Mundial de Turquía, donde defendió por primera vez la camiseta de Lituania en una competición absoluta, logrando la medalla de bronce. Desde entonces ha sido un fijo en el equipo nacional tanto en los EuroBasket 2011 y 2013 (plata el año pasado) como en Preolímpico y Juegos Olímpicos.

Tras su etapa de dos temporadas en el Real Madrid, donde las lesiones lastraron su rendimiento en la última de ellas, Pocius volvía al Zalgiris el año pasado y este verano ha firmado contrato por el Galatasaray,

Aunque le falte en la mano, Pocius tiene suficiente corazón en el pecho para ponerlo en pista y demostrar a todos aquellos que dudaron de él en su etapa universitaria, que no convenía olvidar su nombre…

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por JORGE DÍE" /> DESCARGA GRATIS LA GUÍA BASKETME COPA DEL MUNDO 2014

Pero más allá de este accidente, el amor de Pocius por el deporte y el baloncesto le hizo ser diferente, pero no peor que el resto. Los antecedentes en su familia ya podían hacer pensar en que destacase en el deporte a pesar de las trabas: su abuelo era lanzador de disco, mientras su madre era Profesora de Educación Física. Para cerrar el círculo, su padre fue un jugador lituano de baloncesto en los 80 y principios de los 90, llegando a coincidir con Sarunas Marciulonis en el Statyba Vilnius (el actual Lietuvos Rytas), y que posteriormente pasó a funciones de entrenador. Esta es la labor que desempeña en la actualidad con jóvenes en la Academia de Marciulonis.

A pesar de que en Vilnius, su ciudad natal, será donde empiece a dar sus primeros pasos en el mundo de la canasta, en plena adolescencia tomará una decisión clave en su vida: irá a estudiar a Estados Unidos, un camino que no es extraño para muchos lituanos que han logrado labrarse una carrera allí.

La institución elegida será la Holderness School en Plymouth, New Hampshire. Este instituto fue también donde pasó su juventud un deportista de élite como Tyler Hamilton, el ciclista que conseguiría el oro en la contrarreloj de los Juegos Olímpicos de 2004, pero que vería empañada su logro y su carrera por sucesivos positivos.

El Holderness también es cuna de otros deportistas o gentes del deporte, pero en baloncesto no conocían aún la gloria. Sería Pocius quien les guiaría en sus dos años de instituto al título estatal por primera vez con medias de 18 puntos y 5 rebotes. Para ello contó con la ayuda de algunos recruit de Division I como Greg Johnson o Gerald Carter. En su segundo año también jugaría allí otro lituano, Tomas Balcetis, que pasaba por ser el mejor amigo de Pocius. Sin embargo, sus caminos se separaron: Pocius siguió el del baloncesto y Balcetis el de los estudios, acudiendo a Harvard.

Esos dos años en High School ayudaron a Pocius, más conocido como Marty en su periplo estadounidense, a construirse una reputación como uno de los escoltas de su generación a tener en cuenta, incluso por delante del actual NBA Wesley Matthews. Pero antes de su año senior en el instituto, también había sido noticia por su actuación en el Europeo Junior de Zaragoza 2004. Allí fue el máximo anotador de una selección lituana que no logró pasar del noveno puesto, a pesar de contar con la por entonces gran promesa Andriuskevicius.

Transcurrido su año de instituto y con las posibles elecciones universitarias en mente, fue también seleccionado para participar en el Nike Hoop Summit. En aquel partido terminaría como el máximo anotador de la selección mundial, pero siendo derrotados ante la exhibición de Tyler Hansbrough para USA con 31 puntos.

Con tantas credenciales, la lucha por su reclutamiento fue muy activa, y el grupo de favoritas se redujo a grandes nombres como Duke, Kansas, Arizona, Texas y Utah, con especial interés por parte de las tres primeras. Finalmente serían los Duke Blue Devils quienes se llevaran el gato al agua.

Un gato que acabó bastante mojado en su experiencia en Duke. Allí, Pocius no consiguió hacerse hueco en ninguna de sus temporadas. Las razones, varias: múltiples problemas físicos y también la calidad de un gran programa como Duke donde coincidió con grandes jugadores en su puesto como JJ Reddick, DeMarcus Nelson, Gerald Henderson o Jon Scheyer.

A sus 6 minutos de media en su primera temporada al menos le siguieron una buena actuación en el Europeo U20 de 2006, donde promedió 20 puntos, pero no tuvo continuidad intercontinental y en su segunda temporada volvió a disputar sólo 7 minutos por partido.

Era una situación dura, pero Pocius seguía empeñado en hacerse un hueco en la plantilla y aprovechar también su estancia en USA para sus estudios de Sociología.

Quedaba aún una sorpresa desagradable más, otro obstáculo enorme a superar: al cuarto partido de su campaña junior en Duke, se rompía el tobillo izquierdo, lo que daba por concluida su temporada. No era la primera vez que tenía problemas en los tobillos y el prometedor futuro como junior que se le auguraba en Europa parecía cada vez más lejano tan fuera de los focos como estaba Pocius por entonces.

La cuarta temporada no fue mucho mejor, sino al contrario: disputó menos minutos que en sus dos primeros años. A pesar de que debido a la lesión de su tercera campaña tenía la posibilidad de un quinto año de elegibilidad universitaria, Pocius decidió que 6 años en USA ya eran bastantes, sobre todo tras terminar la carrera, y que su lugar en el baloncesto no estaba en la NCAA, sino entre los profesionales. Antes de su definitivo desembarco en Europa, acudió con Lituania a los Juegos Universitarios de 2009

Para su regreso europeo eligió el Zalgiris, acérrimo rival del equipo donde jugó su padre, el Statyba. Las razones son fácilmente comprensibles: regresar a su país y jugar la Euroliga.

Y definitivamente acertó en la decisión, pues su etapa de dos años en el equipo lituano le hizo recuperar parte del tiempo perdido y mostrar a todo el mundo que Pocius sigue siendo un nombre a tener en cuenta. Para quien le conocía y le había olvidado, tuvo la oportunidad de un fantástico redescubrimiento, tanto en Euroliga como en el Mundial de Turquía, donde defendió por primera vez la camiseta de Lituania en una competición absoluta, logrando la medalla de bronce. Desde entonces ha sido un fijo en el equipo nacional tanto en los EuroBasket 2011 y 2013 (plata el año pasado) como en Preolímpico y Juegos Olímpicos.

Tras su etapa de dos temporadas en el Real Madrid, donde las lesiones lastraron su rendimiento en la última de ellas, Pocius volvía al Zalgiris el año pasado y este verano ha firmado contrato por el Galatasaray,

Aunque le falte en la mano, Pocius tiene suficiente corazón en el pecho para ponerlo en pista y demostrar a todos aquellos que dudaron de él en su etapa universitaria, que no convenía olvidar su nombre…

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Copa del Mundo 2014: El perfil de Martynas Pocius, por Jorge Díez
BasketMe  | 27.08.2014 - 04:16h.
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A veces la vida establece obstáculos obligatorios de saltar para cumplir los sueños que uno tiene en ella. De esta manera, es normal que un jugador como Martynas Pocius superase un accidente escolar que le privó del dedo corazón de su mano izquierda. Por fortuna sólo perdió uno de los tres dedos afectados por una fresadora en clase de tecnología cuando apenas contaba con 13 años y pudo seguir disfrutando en las canchas del baloncesto.

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A pesar de que en Vilnius, su ciudad natal, será donde empiece a dar sus primeros pasos en el mundo de la canasta, en plena adolescencia tomará una decisión clave en su vida: irá a estudiar a Estados Unidos, un camino que no es extraño para muchos lituanos que han logrado labrarse una carrera allí.

La institución elegida será la Holderness School en Plymouth, New Hampshire. Este instituto fue también donde pasó su juventud un deportista de élite como Tyler Hamilton, el ciclista que conseguiría el oro en la contrarreloj de los Juegos Olímpicos de 2004, pero que vería empañada su logro y su carrera por sucesivos positivos.

El Holderness también es cuna de otros deportistas o gentes del deporte, pero en baloncesto no conocían aún la gloria. Sería Pocius quien les guiaría en sus dos años de instituto al título estatal por primera vez con medias de 18 puntos y 5 rebotes. Para ello contó con la ayuda de algunos recruit de Division I como Greg Johnson o Gerald Carter. En su segundo año también jugaría allí otro lituano, Tomas Balcetis, que pasaba por ser el mejor amigo de Pocius. Sin embargo, sus caminos se separaron: Pocius siguió el del baloncesto y Balcetis el de los estudios, acudiendo a Harvard.

Esos dos años en High School ayudaron a Pocius, más conocido como Marty en su periplo estadounidense, a construirse una reputación como uno de los escoltas de su generación a tener en cuenta, incluso por delante del actual NBA Wesley Matthews. Pero antes de su año senior en el instituto, también había sido noticia por su actuación en el Europeo Junior de Zaragoza 2004. Allí fue el máximo anotador de una selección lituana que no logró pasar del noveno puesto, a pesar de contar con la por entonces gran promesa Andriuskevicius.

Transcurrido su año de instituto y con las posibles elecciones universitarias en mente, fue también seleccionado para participar en el Nike Hoop Summit. En aquel partido terminaría como el máximo anotador de la selección mundial, pero siendo derrotados ante la exhibición de Tyler Hansbrough para USA con 31 puntos.

Con tantas credenciales, la lucha por su reclutamiento fue muy activa, y el grupo de favoritas se redujo a grandes nombres como Duke, Kansas, Arizona, Texas y Utah, con especial interés por parte de las tres primeras. Finalmente serían los Duke Blue Devils quienes se llevaran el gato al agua.

Un gato que acabó bastante mojado en su experiencia en Duke. Allí, Pocius no consiguió hacerse hueco en ninguna de sus temporadas. Las razones, varias: múltiples problemas físicos y también la calidad de un gran programa como Duke donde coincidió con grandes jugadores en su puesto como JJ Reddick, DeMarcus Nelson, Gerald Henderson o Jon Scheyer.

A sus 6 minutos de media en su primera temporada al menos le siguieron una buena actuación en el Europeo U20 de 2006, donde promedió 20 puntos, pero no tuvo continuidad intercontinental y en su segunda temporada volvió a disputar sólo 7 minutos por partido.

Era una situación dura, pero Pocius seguía empeñado en hacerse un hueco en la plantilla y aprovechar también su estancia en USA para sus estudios de Sociología.

Quedaba aún una sorpresa desagradable más, otro obstáculo enorme a superar: al cuarto partido de su campaña junior en Duke, se rompía el tobillo izquierdo, lo que daba por concluida su temporada. No era la primera vez que tenía problemas en los tobillos y el prometedor futuro como junior que se le auguraba en Europa parecía cada vez más lejano tan fuera de los focos como estaba Pocius por entonces.

La cuarta temporada no fue mucho mejor, sino al contrario: disputó menos minutos que en sus dos primeros años. A pesar de que debido a la lesión de su tercera campaña tenía la posibilidad de un quinto año de elegibilidad universitaria, Pocius decidió que 6 años en USA ya eran bastantes, sobre todo tras terminar la carrera, y que su lugar en el baloncesto no estaba en la NCAA, sino entre los profesionales. Antes de su definitivo desembarco en Europa, acudió con Lituania a los Juegos Universitarios de 2009

Para su regreso europeo eligió el Zalgiris, acérrimo rival del equipo donde jugó su padre, el Statyba. Las razones son fácilmente comprensibles: regresar a su país y jugar la Euroliga.

Y definitivamente acertó en la decisión, pues su etapa de dos años en el equipo lituano le hizo recuperar parte del tiempo perdido y mostrar a todo el mundo que Pocius sigue siendo un nombre a tener en cuenta. Para quien le conocía y le había olvidado, tuvo la oportunidad de un fantástico redescubrimiento, tanto en Euroliga como en el Mundial de Turquía, donde defendió por primera vez la camiseta de Lituania en una competición absoluta, logrando la medalla de bronce. Desde entonces ha sido un fijo en el equipo nacional tanto en los EuroBasket 2011 y 2013 (plata el año pasado) como en Preolímpico y Juegos Olímpicos.

Tras su etapa de dos temporadas en el Real Madrid, donde las lesiones lastraron su rendimiento en la última de ellas, Pocius volvía al Zalgiris el año pasado y este verano ha firmado contrato por el Galatasaray,

Aunque le falte en la mano, Pocius tiene suficiente corazón en el pecho para ponerlo en pista y demostrar a todos aquellos que dudaron de él en su etapa universitaria, que no convenía olvidar su nombre…

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por JORGE DÍEZ




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