Volvía el basket a Andorra tras una larga espera y con una afición entusiasmada después de la temporada más brillante de la historia del club. La gran pretemporada del conjunto andorrano hacía presagiar que la pérdida de su referente absoluto Shermadini podría ser subsanada por las incorporaciones ilusionantes en todas las posiciones. Tras una previsible y digna derrota en Madrid, la visita de Montakit Fuenlabrada parecía la oportunidad popicia para sumar la primera victoria, pero los visitantes se mostraron superiores durante la mayor parte del partido y lograron reponerse a la eterna remontada gestada con el efecto bombonera, y con dos triples inverosímiles, primero de Blazic para forzar la prórroga, y luego de Walker para poner al MoraBanc por delante a falta de 4 segundos. Una última jugada mal defendida por los jugadores locales permitía a Paco Cruz poner el broche a su gran actuación con una canasta cómoda que le daba un merecido triunfo al Fuenla.

Peñarroya introdujo novedades respecto al quinteto inicial que puso en Madrid. Entraban Walker y Jelinek, aunque la novedad más sonada fue la inclusión de Karnowski que tuvo un paso testimonial por el partido inaugural evidenciando su bajo estado de forma. Su inicio de partido fue correcto en ataque pero muy deficiente en defensa para acabar jugando solo 6 minutos más en lo que restaba de partido. Fue curiosamente tras la retirada del polaco por un DIagné mucho más móvil cuando se rompió la igualdad hasta entonces imperante (12-12) y Fuenalbrada abrío la primera brecha del partido con un triple de O’Leary (14-19), al que respondió el MoraBanc con una canasta de su capitán Stevic para cerrar el cuarto (18-19).

En la segunda parte parecía que los locales podían hacerse con el mando del partido, a pesar del desacierto de su referente Blazic incluso en los tiros libres. Jankovic convería un espectacular 3+1 y Karnowski y Stevic estiraban la ventaja hasta la máxima local (31-25). Parecía que el MoraBanc podía abrir una brecha pero Fuenlabrada fue muy sólido, y con una actuación coral de sus jugadores lograban mantenerse en distancias cortas en el marcador, para terminar el cuarto a un solo punto de diferencia (42-41).

El tercer cuarto tuvo color visitante. Peñarroya presentó un quinteto diferente al inicial (con Blazic, Diagné y un Jaime Fernández que no tuvo su mejor día con un 3/12 en tiros de campo). Ante el claro dominio visitante en la pintura (evidenciado sobretodo en la abismal diferencia en el rebote, 45-23), Blazic se erigía como el referente que debe ser en la nueva plantilla y empezaba a tomar responsabilidades con un notable acierto. Pero el último minuto del cuarto fue fatídico para el MoraBanc y el Fuenla consiguió un parcial de 0-7 con una canasta final de Rupnik que les situaba con 6 puntos de ventaja para afrontar los últimos 10 minutos con la etiqueta de favorito (56-62).

Pero en Andorra esta situación se vivió muchas veces la temporada anterior. Y por norma general, el MoraBanc acababa por remontar este tipo de diferencias en el último cuarto para llevarse victorias relativamente plácidas. Y parecía que así iba a ser tras un inicio fulgurante del último cuarto en el que Karnowski completaba un parcial de 6-0 para emparatar el partido (64-64) antes de desaparecer de él. Y también desapareció un MoraBanc que encajó acto seguido un parcial de 0-8 (64-72), diferencia que fue vigente hasta que quedaron menos de 2 minutos tras una canasta meritoria de Rupnik (71-80) que parecía sentenciar el partido. Al MoraBanc le quedaba un arreón y liderado por un gran Jankovic y llevado en volandas por un público que gestaba un nuevo milagro en la Bombonera. Con diferencias superiores a 4 puntos que obligaban a los locales a hacer faltas a la desesperada para parar el reloj, Popovic falló un tiro libre abriendo la puerta al milagro. Fuenlabrada decidió no hacer falta y tras una mala decisión de Fernández que acabó con balón de fondo para el Andorra, Blazic consiguió un triple inverosímil en la esquina y los visitantes no lograron aprovechar su match-ball con un mal tiro de Eyenga bloqueado por Diagné. El partido que Fuenlabrada ganaba por 9 a falta de 1.54 se iba a la prórroga ante la delirio del público local.

Parecía que el partido iba a caer, entonces sí, del bando andorrano, debido al duro golpe asestado al rival que lo veía ya ganado. Nada hacía presagiar que no fuera a ser así, ni tan solo que Blazic tuviera que abandonar el partido debido a la lesión que se produjo en el lanzamiento que forzó el tiempo extra. Menos previsible era aún la derrota andorrana cuando Albicy convertía 3 tiros libres a falta de 3 minutos para poner al MoraBanc 4 arriba. Pero los locales perdonaron canasta fáciles y los madrileños fabricaron un rápido parcial de 0-5 que les devolvía el mando con un triple de Eyenga. Fernández y Stevic fallaron tiros libres importantes, también lo hizo Eyenga antes de ir al tiempo muerto a falta de 9 segundos, 91-93 y bola para los locales. Walker parecía dar la victoria a los locales con un triple inverosímil a falta de 4 segundos tras un mal partido (94-93), 4 segundos que Fuenlabrada utilizó para tirar de pizarra y aprovecharse de una mala defensa andorrana para convertir un tiro cómodo en las manos de Paco Cruz y llevarse su segunda victoria de forma tan sufrida como efectivamente merecida.

Las claves:

• El control del rebote: Diferencia abismal favorable al Fuenlabrada (23-45). En la canasta andorrana, el MoraBanc únicamente capturó 4 rebotes más que su rival (18-14)
• La diferencia en valoración (90-103), que viene marcada por la diferencia en el rebote, a la postre la clave definitiva del partido.