El equipo gallego tuteó a su rival durante tres cuartos de partido, pero acabó sucumbiendo ante el empuje del equipo taronja. Green, Van Rossom y Rafa Martínez lideraron el triunfo de Valencia Basket.

Ambiente frío en una Fonteta que parecía flotar en su último recuerdo. El que cambió su historia para siempre con un título de liga que vencía cualquier previsión. El horario y la jornada entre semana tampoco ayudaban. Ni siquiera el emotivo acto previo, con la presentación en sociedad del trofeo de la Supercopa, hizo subir en exceso la temperatura de la “caldera taronja”.

El balón echaba a rodar y un ordenado Obradoiro presentaba inmediatamente sus credenciales: Pustovyi como referencia en ambos lados de la cancha y la amenaza continua de Matt Thomas y Martins Laksa desde el 6,75. La defensa local sufría tras los bloqueos indirectos de la pizarra de Moncho Fernández. Sendos triples de los especialistas gallegos dejaban las primeras diferencias del partido, 3-10.

Valencia Basket iba a volver al partido con la entrada de San Van Rossom (5:46 para el final del primer cuarto). El belga, recibido con honores tras su regreso, supo dirigir a los suyos en todas las facetas del juego. Comenzó por asistir a Doornekamp, que con su primer triple reducía las distancias al mínimo, 11-12. Y continúo sumándose a la fiesta del 6,75 (3 de 4 intentos a lo largo de la noche), haciendo inútiles los esfuerzos de Matt Thomas (16 puntos).

Doornekamp volvía a golpear, ahora erigido como alero alto de su equipo. La variante táctica de Vidorreta convirtió en obligada la entrada de Bendzius, capaz de igualar en físico al canadiense pero muy lejos del nivel ofensivo de la primera unidad gallega. Una nueva canasta de Van Rossom casi sobre la bocina, establecía el 22-19 a la conclusión del primer cuarto. El belga ha vuelto justo a tiempo, 3 meses fuera nunca fueron tan bien aprovechados.

Pleiss y Pustovyi se encontraban en las alturas, más allá de los 7 pies; el ucraniano era netamente superior. La madurez de su juego parece acercarle a cotas mayores. Campó a sus anchas en las proximidades de su aro, e intimidó con garra para zafarse también con Bojan Dubljevic, muy incómodo toda la noche a pesar de sus 11 puntos.

En el ecuador del segundo cuarto, Obradoiro seguía muy vivo en el partido (25-25). En paralelo, Erick Green elevaba sus números con una facilidad escandalosa. Su arsenal ofensivo le permite variar a su antojo la distancia y el tipo de acometida. Liberado del peso del balón con la llegada de Van Rossom, Green es ya el “clutch player” con el que Valencia Basket soñó la pasada temporada. Da vértigo pensar que un jugador de su talento pueda acaparar en el equilibrio que llevó a la gloria a los taronja. Pero nada más lejos de la realidad, el de Inglewood es capaz de asociarse con el resto de sus compañeros y aportar intangibles en campo propio. Sus 2 tapones y la defensa sobre Thomas son buena prueba de ello.

Sàbat y Pechacek sumaban de tres en tres para su equipo, pero la tercera falta personal de Pustovyi y la canasta final de Dubi igualaban el encuentro a 35 justo antes del descanso. Partido atascado en el que aún pesaban las horas de una larga y movida pretemporada.

La reanudación fue un intercambio de golpes hasta que Pustovyi y Thomas (13 puntos) volvieron a abanderar a los suyos. 11 puntos entre los dos daban la máxima ventaja del partido a Obradoiro (39-46 a falta de 6:24 para el final del tercer cuarto). El ucraniano seguía frenando por momentos a Dubi, si bien Thomas volvió a darse de bruces con Green. El americano encadenó tres acciones continuadas y acercó a los suyos hasta el 48-51. El partido parecía cambiar de ritmo ayudado por el liviano rasero arbitral; espacio para un inédito Corbacho que con su primer triple volvía a dar aire a los gallegos.

La réplica en la unidad de veteranos la dio Rafa Martínez, que con 7 puntos consecutivos volteó el marcador hasta el 57-54 con el que comenzaba el último cuarto. La Fonteta despertaba gracias al empuje de su capitán.

Una nueva canasta de Rafa y la aportación de Will Thomas propiciaban el primer parcial claro de Valencia Basket en todo el partido (13-3). Corbacho, el trabajo de Pustovyi y las pérdidas locales mantenían vivo a Obradoiro, pero las fuerzas gallegas comenzaban a escaparse en el fondo de armario taronja. A pesar de las bajas de Abalde, San Emeterio, Williams o Diot, Valencia Basket llegó más fresco al tramo final del partido.

Van Rossom lanzó una vez más a su equipo y sirvió en bandeja un contrataque que Sastre, siempre activo, culminó a una mano por encima de la defensa rival. La Fonteta despertaba por fin del letargo. 66-59 a falta de 5:41 para el final.

El cansancio hacía mella en los visitantes; Thomas erraba lanzamientos liberado y Pustovyi sendos tiros libres. El ucraniano abandonó la cancha extenuado a falta de 2 minutos para el final. Bandera blanca de los de Moncho Fernández. Green, sin piedad, volvía a la oficina para apuntillar al rival con un 2+1. 19 puntos y sensaciones de nueva estrella para la Liga Endesa.

No había tiempo para más. A pesar de la intermitencia del choque, ambos equipos dejan buenas sensaciones y avanzan según lo previsto. Valencia Basket viajará a Tenerife antes de afrontar las primeras curvas de la temporada: la visita del Real Madrid en Liga y el debut en el nuevo formato de Euroliga. Monbus Obradoiro recibirá a Joventud en la tercera jornada de la Liga Endesa, un rival directo para sus aspiraciones; por lo visto hoy, los gallegos son claros favoritos.

Valencia Basket 80 (22+13+22+23): Vives (-), Green (19), Sastre (8), Thomas (6), Dubljevic (11); Van Rossom (13), Rafa Martínez (11), Pleiss (4), Doornekamp (6), Llompart (-), Hlinason (-) y Puerto (2).

Monbus Obradoiro 67 (19+16+19+13): Sabat (6), Thomas (13), Laksa (8), Llovet (2), Pustovyi (14); Simons (3), Radovic (6), Navarro (2), Bendzius (4), Pechacek (3), Corbacho (6) y Pozas (-).

Árbitros: Hierrezuelo, Aliaga y Martín Caballero.

Partido correspondiente a la segunda jornada de la Liga Endesa. Pabellón Fuente de San Luis de Valencia. 7.500 espectadores.