- Capitana de la selección española femenina de baloncesto en silla de ruedas 

Base indiscutible de la selección española de baloncesto en silla de ruedas, Sonia Ruiz repite por segundo año como capitana del equipo nacional con vistas al Campeonato de Europa, que el próximo miércoles abrirá sus puertas en Adeje (Tenerife).
 
Con 87 internacionalidades, Ruiz no se ha perdido una cita internacional con la selección española desde que debutara en el Europeo de Hamburgo 2003. Ahora representa a un grupo con proceso de renovación que aspira al menos clasificarse para el Mundial de 2018, que precisamente se celebrará en esa ciudad alemana.
 
Trotamundos del baloncesto en silla de ruedas, ha militado en el Safemi San Fernando, el ONCE Andalucía (con el que inscribió su nombre como primera mujer en ganar una Copa del Rey), el Fundación Polaris World BSR, el Fuhnpaiin-Peraleda, el Fundación Grupo Norte, el Elche y el OrtoMol Murcia BSR, éste último creado junto a su pareja, Alberto Carrión, y con el que volvió a su tierra para, además, ejercer también como entrenadora, puesto que tiene muy clara su vocación hacia la formación en este deporte.
 
Apasionada del deporte desde siempre, dotada con un gran capacidad física y lectura del juego, y carismática como pocas jugadores en el mundo, Sonia Ruiz representa a un grupo de jugadoras que afronta con una enorme ilusión el Europeo de Adeje, que pone en juego cinco plazas para el Mundial de Hamburgo 2018, una competición que España no disputa desde Stoke Mandeville 1994, donde fue décima.
 
¿Cómo estáis llevando el proceso de preparación para el Europeo?
 
Estamos muy contentas porque hemos podido entrenar casi todas bastante tiempo juntas, pero al final, por temas de trabajo o estudios, el grupo no ha podido estar junto hasta el pasado miércoles. Entonces, sí se nota porque no hemos trabajado al mismo ritmo con el equipo entero, pero de forma física vamos bastante bien, que es a lo que nos hemos dedicado estos días y en Tenerife tendremos unos días más de entrenamiento.
 
¿Cuáles son las sensaciones para Tenerife?
 
Lo he dicho varias veces. El grupo es fuerte y descarado, tenemos juventud y ya estamos con el cambio generacional. Eso puede ser negativo, pero para nosotras está siendo positivo ahora mismo porque la gente que viene muy joven está teniendo muchos minutos en sus equipos en Primera División y vienen muy descaradas, con mucho balón y mucho tiro, y tenemos una selección muy alta.

Luego, no hemos tenido ningún partido de preparación salvo contra el Getafe BSR, a los que siempre les damos las gracias, pero no contra otras selecciones, y eso siempre nos lastra porque llegamos un poquito a ciegas a los torneos. Pero la suerte es que este año están retransmitiendo partidos de otras selecciones vía streaming, somos conscientes del nivel que tienen las demás y trabajamos más sobre nuestras carencias.
 
¿Cuáles son los objetivos para el Europeo?
 
Luchar por una medalla. Evidentemente, la clasificación para el Mundial es relativamente sencilla, pero no nos conformamos con eso, nos queremos meter en la lucha por las medallas. ¿El color? Evidentemente, a mí me gusta la dorada, pero la de bronce y la de plata tampoco me disgustan, y una cuarta posición tampoco es un mal puesto, pasaríamos a subir un puesto, que no conseguimos desde 2007.
 
La clasificación para un Mundial no se consigue desde hace mucho tiempo…
 
Sí, además creo que la última clasificación para el Mundial no sé si fue conseguida por méritos o por invitación, yo no jugaba todavía. Sí, desde hace muchísimos años.
 
¿Cuáles son las principales rivales?
 
Turquía es un rival que hay que batir. A lo mejor podemos creer que tenemos más nivel porque nunca hemos perdido contra ellas, pero es una selección que tiene muchos medios económicos y se prepara bastante bien; a priori deberíamos ganarlas. Luego están Francia y Alemania, que este año ha sufrido también el cambio generacional. Es cierto que la evolución de Alemania siempre es más rápida que la nuestra porque trabaja de forma distinta y sabemos que tiene un bagaje de preparación y de captación de promesas muy importantes. Entonces, creo que este año son Francia y Alemania. Vamos a por Alemania también.
 
¿Y Holanda?
 
Holanda lleva años en otro nivel. Nos viene bien jugar contra ellas porque son las que te ponen en el torneo, te meten el carro, meten mucha mano, son muy duras jugando… Es una selección que te asienta en el torneo. Holanda todavía está un par de escaloncillos por encima de nosotras.
 
Cuando acabe el europeo y volváis todas a casa, ¿cuál sería la mayor satisfacción que podríais tener?
 
Mentiría si digo que no me voy a alegrar quedando quinta y clasificándome para el Mundial, sí que me voy a alegrar, pero no es el objetivo de ninguna de nosotras. La alegría sería luchar por una medalla, además de que el ambiente siempre siga siendo cordial y se trabaje bien. Eso siempre es algo que nos traemos de la femenina: el ambiente.