Apenas temporada y media ha necesitado el San Pablo Burgos para recordar al baloncesto nacional que El Plantío no es lugar propicio para los equipos visitantes, una cancha de esas con la vitola de territorio inexpugnable y desde la que han asaltado la primera plaza de una Liga LEB Oro en la que el partido más importante volverá a ser una vez más el siguiente..

Corrían los últimos días del mes de diciembre cuando Diego Epifanio visitaba FEB.es para analizar el buen momento de forma de un San Pablo Burgos que acumulaba en ese momento seis triunfos consecutivos y que dependía de sí mismo para poder lograr la clasificación para la Copa Princesa de Asturias.

Por aquel entonces, el técnico burgalés focalizaba toda su atención en aquel encuentro ante Quesos Cerrato Palencia en el que debían certificar su pase a la final copera pero, apenas unos segundos después, Epi completaba sus palabras recalcando que esta mentalidad respondía a la filosofía inculcada a su equipo desde pretemporada y por la que el siguiente partido era cada semana el más importante de la temporada.

De este modo resulta mucho más sencillo de comprender el asalto al liderato durante el pasado fin de semana por parte de un equipo al que todos intuían "arriba" a comienzos de temporada pero que se ha empeñado en colgarse la vitola de candidato a la primera plaza con su trabajo sobre la pista. Todo ello gracias a un día a día plagado de buenos propósitos y en el que El Plantío se ha convertido en el mejor aliado con 9 triunfos y varios encuentros centenarios a lo largo de una campaña en la que tan sólo Actel F. Lleida (J.1) y Cafés Candelas Breogán (J.19) han podido salir triunfantes de sus dominios.

Todo un "no en mi casa" con el que devolver la ilusión a una afición que sueña estos días con poder celebrar nuevos éxitos de la mano de un equipo en el que el capitán Jorge García conoce a la perfección el camino a seguir.

Jorge García: "Estamos en la buena línea pero queda mucha Liga"

Porta junto a Javi Vega la capitanía del equipo burgalés pero sus vivencias y experiencias le harían, independientemente de ello, fundamental para el enriquecimiento y crecimiento de un vestuario al que ilustra cada día con sus dos décadas de baloncesto, 7 ascensos y tres títulos coperos.

Pero si algo conoce a la perfección el ala-pívot de origen cordobés es el sentimiento por el baloncesto de una ciudad en la que llegó a celebrar tres ascensos durante su anterior etapa: "Siempre he dicho que Burgos es uno de esos lugares especiales para jugar al baloncesto. Cuando llegas a El Plantío como visitante lo haces con una motivación especial para poder ganar en una pista sumamente complicada pero cuando juegas como local sientes el orgullo y la responsabilidad de intentar ganar por toda esa afición que lo deja todo cada noche de viernes para poder poner su granito de arena. Este año ha sido un orgullo en lo personal el poder regresar aquí y el poder aportar mi trabajo para poder poner a este club y esta ciudad en el lugar que se merecen".

Un reto por el que pelearon con fuerza durante una final de Copa Princesa a la que llegaron a base de trabajo y en la que los burgaleses no pudieron celebrar un título con el que premiar a una incondicional afición: "Fue una auténtica pena porque a todos nos hacía una especial ilusión el haber podido traer el título a Burgos pero el poder ganar la Copa a domicilio es un reto sumamente complicado. De esa final debemos quedarnos con el esfuerzo realizado por todos en un partido en el que dimos la cara hasta el final aprendiendo de los errores que nos impidieron ganar el partido".

Eso sí, ha sido la competición liguera la que ha terminado por devolverles los esfuerzos de su trabajo con el premio de un liderato alcanzado en la noche del pasado viernes con su triunfo ante el RETAbet.es GBC: "Sin lugar a duda el poder vernos líderes es toda una motivación para el vestuario pero tenemos que ser muy cautos viendo lo igualada que está la Liga este año. Ahora mismo tenemos a otros tres equipos con el mismo número de victorias y por detrás vienen otros cuatro o cinco equipos con mucha fuerza lo que va a hacer que el tramo final de la competición sea una auténtica guerra por la primera plaza. Nosotros estamos en la buena línea y si algo tenemos claro es que no debemos desviarnos de nuestro camino pero aún queda mucha liga por delante en la que puede suceder de todo".

Y es que, si algo conoce Jorge García es la dureza de una competición en la que la primera plaza se va a vender más cara que nunca: "Este año está todo mucho más igualado que nunca y en apenas dos o tres semanas todo puede cambiar por completo. Esta semana tenemos un partido muy duro en la pista de un Melilla Baloncesto que comienza a parecerse al que logró el año pasado el ascenso, luego recibimos a un Leyma Coruña muy peligroso, de ahí vamos a la pista de un Marín que se está jugando la permanencia... No podremos relajarnos ni un solo minuto y por eso es tan importante que no nos desviemos de esa filosofía por la que consideramos que cada partido es siempre el más importante".

Sólo de ese modo los burgaleses podrán luchar por los objetivos más ambiciosos en una competición en la que tienen muy claro cuál debe ser su lugar: "Siempre hemos dicho que debíamos ir paso a paso y pensando en objetivos a corto plazo. Primero fue el conjuntarnos como equipo, luego el ir dando forma al juego que queríamos llegar a ofrecer y luego ir ganando partidos para poder certificar en primer lugar la permanencia. A partir de ahí estamos inmersos en la lucha de poder estar en los playoffs y poder hacerlo desde la mejor posición posible pero sin dejar de luchar desde la humildad y la ambición por una primera plaza a la que, evidentemente, no renunciamos".