Desde esta sección nos proponemos seguir, jornada tras jornada, la participación de nuestra selección en los Juegos Olímpicos. Ojalá podamos acompañarla bien lejos, hasta la final, y poder disfrutar de un gran campeonato.

El comienzo de un gran competición como ésta siempre entraña riesgos. Más aún si ese campeonato son unos Juegos Olímpicos, cuya repercusión trasciende con creces de lo estrictamente deportivo para convertirse en un evento social de nivel mundial que no siempre facilita mantener la concentración necesaria para afrontarla.

Obviamente, esos riesgos son más elevados conforme crece el nivel de exigencia. Y no cabe duda que nuestra selección soporta, tras Estados Unidos y por méritos propios, el cartel de favorita.

A esto hay que unirle un rival peligroso como China, cuyo nivel es mucho más alto del que el gran público pudiera pensar. No nos olvidemos que esta selección ya nos puso en serios aprietos en los Juegos Olímpicos de Pekín.

Cumpliendo con esos pronósticos, China ha comenzado el partido muy concentrada, empleando una defensa muy intensa, lo que le ha costado cargarse muy rápido de faltas. A cambio, ha conseguido que España haya pasado varios minutos con dudas y sin encontrar fórmulas de anotación fiables.

En ataque, pronto han enseñado cuál era su apuesta: el tiro exterior. Un recurso que manejan muy bien y del que no tienen dudas en abusar todo lo que sea necesario. Sin embargo, a nivel individual, su principal referencia se encontraba por dentro, con un Yi Jianlian que ha estado inmenso, empleando con acierto una amplia variedad de recursos ofensivos, lo que nos impedía encontrar soluciones defensivas fiables más allá de los buenos minutos que nos ha podido ofrecer Serge Ibaka.

En buena medida, debido al gran partido de Yi, la selección asiática ha conseguido mantenerse en el partido frente a la nuestra, que pronto ha aprendido que este encuentro pasaba por ofrecer una intensidad defensiva elevada y salir al ataque en transiciones rápidas impidiendo a China organizar su defensa en estático. Buenos minutos en estas facetas han permitido a España adquirir la ventaja necesaria para no temer por el partido y poder jugar más relajada. Además, se ha podido trabajar la defensa en zona, de la que habrá que hacer uso en momentos decisivos de la competición.

Pero las mejores noticias del partido pasan, no sólo por la victoria -lo que es evidente- sino por otros factores.

El primero de ellos es el regreso de Marc Gasol. Si se quiere llegar lejos es precisa la plena disponibilidad de Marc. Espero que sus molestias estén superadas y que durante los Juegos sea la propia competición la que le permita ir cogiendo ritmo de cara a los cruces. Importantes sus minutos hoy, como también los de Sergio Rodríguez. Aunque está claro que el peso en esta selección de Marc es superior al de Sergio, el base canario llega en un momento de confianza altísimo y ofrece una alternativa desde el puesto de base para cambiar el ritmo de los partidos: “la alegría” a la que ha hecho alusión Jorge Garbajosa.

Otra buena noticia responde al nombre de Juan Carlos Navarro. Magnífico verle ser el de siempre; letal en el tiro y virtuoso como pocos penetrando. Y con margen físico de mejora.

Interesante también que jugadores como el propio Sergio Rodríguez, Víctor Sada, Fernando San Emeterio o Víctor Claver conserven minutos y protagonismo el mayor tiempo posible, lo que nos dará la frescura necesaria para afrontar el campeonato.

Mi conclusión es que podemos ser razonablemente optimistas con nuestro comienzo. Este partido nos dará tranquilidad y confianza, y eso es una gran noticia de cara a afrontar el próximo partido frente a Australia, que, a diferencia de nosotros, sí que llega ya con ciertas urgencias tras la derrota frente a Brasil. Una buena selección, que conocemos perfectamente y que mantiene siempre un nivel alto de juego que no permite relajación alguna. Nos vendrá bien para comprobar nuestro nivel de concentración y nuestra capacidad competitiva en este momento.