Hoy mis párrafos serán para Pablo Aguilar. El jugador granadino del Cebé, de tan sólo 20 años, luchó por volver a la que nunca dejó de ser su tierra, quiso estar de una vez por todas en el 1er equipo, por supuesto en el equipo de sus amores, de la forma que fuera, y hoy por hoy es una de esas piezas de las cuales, si no ves en una máquina, dícese la que funciona con el nombre de ‘CB Granada’, piensas que algo no marcha bien. Pablo es un jugador muy del estilo de otros que ya pasaron por el conjunto nazarí, como Curtis Borchardt, Andrea Pecile, Nacho Ordín, Richard Scott o incluso otros que aún visten los colores rojo y verde, como Nicolás Gianella. Pero iré más allá en mi afirmación, y es que, Aguilar está un escalón por encima de todos ellos.


El por qué lo tengo muy claro, clarísimo; no sólo el hecho de ser un enganche fundamental entre ‘equipo-grada’ es importante, tampoco el hecho de darlo todo en la pista por unos colores, por una camiseta, la nazarí. Que no, que aún va más allá; Pablo tiene la característica, la suerte o como quieran llamarlo, de ser de Granada, de ser ‘granaíno’, de ser del equipo de su tierra, de ser del CB Granada. Sus raíces están claras, y para él, lo que supone saltar al Palacio de los Deportes y enfundarse la rojiverde, no tiene precio.


Ya lo dijo el propio Nicolás Gianella, actual capitán del CB Granada, durante una entrevista que pudieron leer hace un par de meses en BasketMe y Tablón Deportivo; Nico decía textualmente que ‘Pablo tiene madera de líder y tarde o temprano será el capitán de este conjunto’. Así de claro se mostró Gianella al referirse a su compañero de equipo, a ese al que calificó como ‘clave dentro del vestuario nazarí’. Y qué poco equivocado anda el ‘galgo’, porque si todo sigue su curso tal como va ahora, y si no hay sobresaltos varios provenientes de la capital de España, donde Maceiras le tiene entre ceja y ceja, su sustituto al frente de la tropa zaidinera será el granadino. Galones, le sobran.


En verano, y tras la marcha de jugadores interiores como Borchardt o Maric, el rol de Pablo Aguilar dentro de la plantilla del CB Granada cambió para bien de forma considerable. Durante la pretemporada fue uno de los puntales de un equipo que consiguió muchas victorias, y cuyo juego brilló, poco antes de dar comienzo a una temporada que, a falta de cuatro partidos para llegar a la conclusión, no ha defraudado a ninguno de los seguidores y simpatizantes del cuadro nazarí. Dicha temporada empezó radiante para el Cebé y en especial para Aguilar, que tuvo ocho jornadas donde rayó a un nivel sublime. Fruto de ello fueron los primeros acercamientos de un seleccionador, Sergio Scariolo, que dejó claro que Pablo se encontraba en su lista de futuribles para vestir la roja de la ‘Ñ’ este próximo verano.


La cumbre para el granadino llegó en la jornada 2, cuando asombró a propios y extraños con una actuación digna de quitarse el sombrero. Su víctima fue Alicante, y firmó 34 puntos de valoración, con un demoledor 6/9 en triples. Una lesión posterior le mantuvo alejado de las canchas durante 5 partidos no continuados, ya que recayó cuando parecía restablecido.


No ha sido fácil para Pablo el período posterior a su lesión. La falta de confianza y la pérdida del ritmo de competición, han sido dos de los factores que a Pablo le han costado mucho coger de nuevo. Pero da la casualidad, que de los últimos cinco partidos en los que el Cebé ha ganado cuatro, incluidos dos fuera de casa, Aguilar ha sido pieza fundamental en dichas victorias. El granadino está muy cerca de recuperar ese nivel que le puso en lo más alto durante el comienzo de la competición, ese nivel que asombró a nivel nacional y también internacional, ahora les diré por qué. Qué lástima que la competición esté acabando, porque a Pablo se le va a hacer corta la temporada, y muy largo el verano. ¿Largo? Mucho, porque se avecinan demasiadas tormentas, unas que llegan dirección Madrid, donde saben y son conscientes de que tienen las llaves del futuro de Pablo en el bolsillo; y otras que llegan desde USA, donde ya hay equipos interesados en ser el futuro destino de un jugador tremendamente joven, sobre todo para la madurez que demuestra dentro y fuera de la cancha.


Empezaré por la distancia, esa que ha llevado a David Kahn y Kurt Rambis, mánager y entrenador de los Minnesota Timberwolves, a viajar a Europa, concretamente a España. Tras quedarse fuera de los Playoffs, la franquicia estadounidense ya ha empezado a planificar el futuro. Y ‘The Hoops Market’, Pablo Aguilar podría ser una de las piezas deseadas para su futuro proyecto a corto plazo. Los Timberwolves tienen seis elecciones en las dos primeras rondas (tres en la primera y tres en la segunda) para este año, por lo que Pablo tendría un hueco casi seguro en la escuadra de Minnesota. Lo que no está muy claro, como digo, es la elección de Pablo a cruzar el charco.


Seguiré con otra de esas noticias que salpicaron hace poco a varios medios, no sólo sevillanos, sino también granadinos. Se apuntaba desde el ‘Diario Sevilla’ que Pablo Aguilar estaba marcado en rojo en la agenda de Joan Plaza para la próxima temporada. Joan Plaza fue el entrenador hizo debutar a Pablo Aguilar en la ACB, y seguro que si en su mano hubiera estado toda la responsabilidad o parte de ella, el granadino habría actuado más en el conjunto merengue. El entrenador del Cajasol es un ‘enamorado’ de Aguilar, y por eso podría haber pedido a su club que sondee la posibilidad de incorporar al ala-pívot. Claro, jugadores españoles con semejante talento, no suele haber muchos en el mercado.


Y ante estos rumores, no me queda otra que finalizar con lo que ya viene siendo una constante desde que Pablo está en Granada; el Real Madrid y su ‘dichosa’ opción de compra, y digo dichosa porque el tema ya aburre. El Real Madrid puede recuperarle al finalizar la presente temporada por poco más de 100.000 €. El club merengue durante el pasado verano ya intentó realizar un trueque entre Pablo Aguilar y Carlos Suárez, jugador del Asefa Estudiantes, aunque al final no se hizo efectivo y Pablo siguió en Granada. Ya hay rumores de que este año podría volver a repetirse la historia, dado el temporadón del ‘demente’ Suárez y por el buen cartel que Aguilar tiene en el club estudiantil. Lo que está claro es que el Real Madrid no le va a repescar para jugar en la primera plantilla, ni tampoco para ser el primero en la rotación. No hace falta recordar cómo salió Hervelle del club blanco, o cómo Messina ha sometido a Velickovic, un jugador que iba para revelación liguera y que al final se quedó… sin minutos. Si sale rumbo a Madrid, será para formar parte de algún traspaso que el club blanco haga con otro club. Y NBA, por ahora no entra en la cabeza de Pablo.


Por tanto, verano movido, muy movido el que se le presenta a Pablo Aguilar y por ende, al CB Granada, que tendrá que lidiar con unos y con otros para mantener en plantilla a uno de sus mejores hombres. Mi consejo es claro, a todo el que llame a la puerta del club, sea para lo que sea, hay que dejarle un mensaje bien claro… ‘No pregunten por Pablo, pregunten por el futuro capitán del CB Granada’.

Artículo publicado en

Tablón Deportivo