Este verano se hablaba de que el equipo que mejor se había reforzado, aparte de Miami Heat, eran los Washington Wizards, que sin haber hecho mucho ruido habían reunido a unos buenos jugadores para intentar despegar en el que sería otro intento de resurrección.


La franquicia de la capital americana reunía en su equipo a jugadores como Blatche, Hinrich, Howard, McGee, Thornton, Wall o Arenas. Cualquier equipo querría tener a alguno de estos jugadores para tener algún rol dentro del roster. De esta manera, a principios de Octubre, los Wizards eran uno de los equipos más interesantes de ver, sobre todo para observar cómo lo hacía el número uno del Draft, John Wall. La presión de hacer una buena temporada seguramente recaería en el joven jugador, y por eso había tanta expectación.


Tras un buen inicio de preseason, los de Washington se deshincharon y acabaron con un balance de 3-4 en la preparación de lo que sería una temporada importante para el equipo. Algunas dudas empezaban a surgir, pero eso sólo era el comienzo; los Wizards tendrían tiempo de enseñar que la pretemporada había sido un fallo.





Pero a día de hoy, los Wizards siguen sin remontar el vuelo. Actualmente son últimos clasificados de la Conferencia Este, y sólo Blatche, Wall y Young parecen rendir a un nivel que se esperaba de ellos, sobre todo el rookie. “Gracias” a la mala dinámica del grupo y la poca representación en la pintura, los Wizards se han visto obligados a traspasar a Arenas para recibir a un ala-pívot de calidad pero que se tendrá que ver como se acopla al equipo, Rashard Lewis. El jugador tiene facilidad anotadora, como demostró en su etapa en los Magic. La verdad es que la franquicia de Washington se está complicando su existencia, y sólo el rookie Wall está dando de que hablar.


Cuando alguna persona nombra los Wizards en la actualidad, se te viene a la cabeza de nuevo otro fracaso del equipo de la capital americana. Por eso, el reconocido entrenador Flip Saunders tendrá trabajo para enderezar el rumbo de uno de los equipos que está disgustando más.


Malos tiempos llegan a Washington. Tras el inicio nefasto, los Play-Off ya están casi descartados, y el estado anímico de los jugadores, directivos y afición están en horas bajas. A parte, los Wizards están en una de las divisiones más complicadas de la liga, luchando contra los Hawks, los Magic, los Bobcats y los Heat. La única esperanza de los americanos es la posible mejoría de juego gracias a Lewis. Si con este traspaso de última hora no se solucionan las cosas, se podrá dar por muertos una temporada más a los Washington Wizards.