Dicen que no hay nada como volver a casa por Navidad. Un claro ejemplo es el alero de los Magic Hedo Turkoglu, recientemente readquirido por Orlando en el megatraspaso realizado a finales de Diciembre.


Tras una salida (rumbo a Toronto) del equipo de Florida en 2009 tras unos PO espectaculares que llevaron a su equipo a las finales de la NBA frente a los Lakers, Hedo y su juego se vinieron abajo por completo. La falta de roles, el dominio de balón por parte de Calderón y la "rara" personalidad del turco provocaron un paupérrimo rendimiento en su juego que finalizó con un trade este verano rumbo a Arizona, donde se encontraría con algo que no iba a ser de su especial gusto. Debía compartir con balon con Steve, es más, debía dejar que el 2 veces MVP llevará las riendas del equipo conviertiéndolo en poco más que un tirador, rol que para nada es especialidad.


Tras seguir cuestionado, los Suns, locos por deshacerse de su horrible contrato optaron por darle salida rumbo a los Magic, equipo que le vió estallar como uno de los grandes activos de liga. Y ahora volvemos a ver al viejo Hedo.


En un sistema en el que Van Gundy le da plenitud de poderes, Turkoglu está feliz. Porque manda, porque dirige, porque tira, porque tiene confianza. Al fin y al cabo ese es su principal problema. Con la llegada a Orlando los Magic se han convertido en un mejor equipo. Nelson tiene menos responsabilidades a la hora de mover la pelota, y Hedo es un privilegiado en eso del pick & roll. Su bloqueo y continuación con Howard se hizo famoso en la 2008-2009, 1 y medio después el destrozo sigue siendo el mismo.


Con su vuelta Turkoglu vuelve a ser ese all-around player que enamoró a muchos en años pasados. Con un sensacional sentido del juego, con su altura y capacidad para rebotear y con su gran lanzamiento de larga distancia, el turco se convierte en una amenaza continua para los equipos rivales, matando a los contrarios en aquello en lo que son más débiles.


Muchos eran los que criticaban su vuelta, muchos otros los que soñaban con que se reencontrase a si mismo, pero para él era algo más, era volver a casa.