La Opinión
Diario de un neófito: la Final Four desde dentro
Marc Bret  | 23.06.2018 - 16:06h.
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Durante la reciente Final Four de Belgrado tuve la suerte de acudir como representante de BasketMe, y en este diario intentaré explicar con pelos y señales como fue esta fantástica experiencia.


- JUEVES 17 DE MAYO


20:00. Nada más llegar a la capital serbia resulta interesante comprobar cómo afecta la elección de la ciudad anfitriona al evento. Hace cinco años, en 2013, acudí a la Final Four celebrada en Londres. Si bien los partidos NBA celebrados en la capital británica suelen levantar gran expectación, lo cierto es que el baloncesto -y mucho menos el europeo- no es precisamente un deporte que levante pasiones. La sensación era que la Final Four no pasaba de ser uno más entre los miles de eventos que hay cada semana por la enorme ciudad. Pero Belgrado es otra cosa: autobuses decorados con publicidad de la Euroliga, banderas de los países de los cuatro equipos colgadas varios kilómetros alrededor del estadio, la gente de a pie, ya fuera el staff del hotel o un taxista, sabían cuando y dónde se disputaban los partidos e incluso intercambiaban pronósticos… Son pequeños detalles que contribuyen a crear un ambiente de baloncesto. Además, la Euroliga había colocado lo que se conoce como la Fan Zone en plena fortaleza de Kalemegdan, una zona bastante turística que daba una alta visibilidad al evento.


- VIERNES 18 DE MAYO


10:00. En los días anteriores había recibido varios correos electrónicos con información sobre dónde y cuando recoger la acreditación, declaraciones previas de los protagonistas o, el día anterior a las semifinales, el plan del día para los acreditados en el primer día del torneo. Así pues tan pronto me levanté me dirigí con mi mujer al Stark Arena a recoger mi acreditación. La Euroliga parece tratar bien a los periodistas: con el pack de bienvenida va incluido un libro con testimonios de jugadores históricos de la competición, además de un llavero y un blog de notas en forma de pelota de baloncesto. Al quedar todavía unas horas hasta el inicio de los partidos, decidimos dar un paseo por un centro comercial en los alrededores. Allí da la casualidad que me encuentro con un histórico: Sergey Tarakanov. El ex-jugador del CSKA y de la selección de la URSS exhibía un look algo atípico, con el pelo mucho más corto de lo habitual. Cuando le pregunto al respecto me cuenta que hace 30 años, justo después de la victoria en los JJ.OO. de Seúl, prometió raparse al cero si ganaban el oro. Pese a la victoria, terminó escaqueándose, pero ahora, con 60 años recién cumplidos, volvió a la capital de Corea del Sur y cumplió su promesa original.



 


16:30. La primera semifinal empieza a las 18.00, por lo que decido llegar un poco antes para familiarizarme con la zona. A esa hora ya hay un animado ambiente, con los aficionados turcos dominando la escena. Los acreditados entramos por una zona separada al resto de asistentes. Una vez dentro, compruebo que cada acreditado tiene asignado de un pequeño escritorio que dispone de conexión a internet por cable. Además, en una habitación contigua, se pone a nuestra disposición bebidas y cosas para picar. Nada de lo que quejarse.



 


18:00. La presentación de los equipos empieza diez minutos antes del partido, y varios jugadores del Fenerbahce se llevan ovaciones tremendas, como Vesely o Dixon. Pero nada es comparable al recibimiento que le brindan a Obradovic: el laureado entrenador serbio ha llevado al equipo de Estambul a cuatro Final Four consecutivas, con la victoria de la temporada pasada catapultándole a un estatus de semidios entre los aficionados del club aurinegro. Algo similar ocurre con Sarunas Jasikevicius, aunque la presencia lituana en las gradas palidece ante el despliegue turco. Piel de gallina cuando suena el típico “I feel devotion” justo antes del inicio del encuentro.


El partido coge rápidamente color amarillo, si bien los hombres de Obradovic no logran coger una ventaja decisiva y se van con seis puntos al descanso, escaso zurrón visto lo visto. En la reanudación sigue el mismo guión, pero el Zalgiris consigue acercarse hasta dos puntos a finales del tercer cuarto, momento en el que Bobby Dixon irrumpe y dispara a su equipo hacia una ventaja que conservará hasta el final. Tercera final consecutiva para el equipo turco.


20:00. Al poco de terminar el partido, sigo a todos los acreditados a lo que llaman la zona mixta. Los jugadores, antes de ir a los vestuarios, pasan por ella y los medios de comunicación intentan llamar su atención para que se paren y respondan a sus preguntas. La mayoría de jugadores responden pacientemente, si bien queda claro que los jugadores del Zalgiris tienen menos ganas de atender a la prensa, comprensible por otra parte tras la derrota. La situación es algo caótica, con los canales de televisión intentando colocar cámaras en un espacio reducido mientras otros periodistas se apelotonan alrededor de los jugadores más destacados y graban como pueden sus declaraciones post-partido. Pese al desconcierto inicial, me las apaño para hacerle unas preguntas a Luigi Datome. El italiano resalta ante todo la importancia de la defensa especialmente en los primeros minutos de juego.


Una media hora después del final del partido empieza la rueda de prensa de los entrenadores, el primero que aparece es Sarunas Jasikevicius (el programa establece que el primero en acudir es el entrenador del equipo derrotado), que empieza con un análisis del partido en el que hace énfasis en los primeros minutos del partido, en los que se han visto superados por la situación, y los fallos en la defensa a Bobby Dixon. Mi sorpresa llega al ver que la sala de conferencias está relativamente vacía y que, en contra de lo esperado, apenas hay unas pocas preguntas para el entrenador lituano. Puede que tuviera una impresión equivocada, pero esperaba un ambiente más ajetreado, como el de la zona mixta, con varios periodistas intentando conseguir una pregunta sin éxito. De hecho, tras unos 10 minutos, Saras se marcha y al poco llega Zeljko Obradovic, que empieza alabando el carácter de un Zalgiris que nunca ha bajado los brazos pese a ir por detrás todo el partido. Esta vez sí, me armo de valor y levanto la mano para hacerle una pregunta al legendario entrenador serbio. Le comento si no se ha sentido frustrado a la media parte, con una ventaja de sólo seis puntos tras demostrar una superioridad muy palpable. Zeljko explica que ellos ya conocían la capacidad del Zalgiris de agarrarse a los partidos y que, al estar haciendo las cosas bien, sabía que los resultados llegarían tarde o temprano. Queda claro que Obradovic es un entrenador con mucha experiencia en estas lides cuando un periodista le intenta “picar” con una crítica a Jason Thompson, que ha terminado el partido con cero puntos y cero rebotes por un 12-11 de su rival americano en la pintura, Brandon Davies. La respuesta de Zeljko no admite réplica:


"Esto es un comentario muy típico de periodista. Si no entiendes este juego no es mi problema. Jason Thompson ha jugado nueve minutos y tiene la culpa de que otro jugador haya cogido 11 rebotes. No tiene ningún sentido. Hay detalles del partido que no siempre voy a compartir, espero que lo entiendas. Estoy muy contento con Jason Thompson. Llevo entrenando 26 años, y una de las mejores personas que he tenido es Jason Thompson. Jugará un minuto o 39, pero siempre ayudará al equipo y no se quejará. Es un jugador muy importante para mí".


A las 20:45 termina la rueda de prensa y todos los acreditados volvemos rápidamente a nuestros sitios para el segundo partido.



21:00. El plato fuerte del día, con los dos equipos más laureados de la competición frente a frente. Ambos conjuntos tienen una floja presencia en las gradas, si bien los moscovitas han desplazado a más gente. El partido empieza con un ritmo distinto al primero, tanto el CSKA como el Madrid son equipos orientados a un alto ritmo de juego alto y se nota. Tras un buen inicio ruso, los blancos le dan la vuelta al marcador con unos minutos de locura en el acierto exterior. En el tercer cuarto los de Laso, apoyándose en su superioridad en la pintura, toman el control del partido, y ya no lo dejarán escapar. En los últimos minutos, un intento de remontada del CSKA es abortado por un triple asesino de Llull y varios rebotes ofensivos que castigan la decisión de Itoudis de jugar con cuatro pequeños y los escasos 1.98 de Kyle Hines de cinco. En la zona mixta intento cuestionar a Cory Higgins y Nando De Colo respecto a esa decisión, pero no parecen tomarse muy bien la pregunta y responden que simplemente no han ejecutado bien y que la táctica del smallball es algo que llevan haciendo todo el año. Alegría obvia entre los jugadores del Madrid, con Llull y sobre todo Doncic recibiendo especial atención de TVE, lo que hace casi imposible que otros medios accedan a ellos.


23:00. Dimitris Itoudis acude primero a la rueda de prensa. La decepción es evidente, menciona la fragilidad en defensa de los suyos y la dificultad para generar en ataque. Consigo la primera pregunta: la sensación desde fuera es que al CSKA le ha faltado cemento para este tipo de partidos y no han sido capaces de mantener el mismo nivel físico que el Real Madrid. Curiosamente, el entrenador del CSKA está de acuerdo con mi afirmación, e imagino que eso puede tener consecuencias a la hora de diseñar la plantilla de la temporada siguiente (si sigue en el puesto, claro). Hay un poco de tensión cuando un periodista ruso pone de relieve que el nivel de juego del equipo había bajado desde hace unas cuantas semanas, mencionando específicamente la serie contra el Khimki.


Laso es la otra cara de la moneda. Alaba a sus jugadores y resalta los contratiempos que han sufrido toda la temporada, especialmente con la lesión de Llull el pasado verano, pero que aún así todos han sido capaces de encontrar su rol. Entre las preguntas también destaca el hecho de que, pese a tener a Doncic, todos los jugadores han tenido su momento para brillar. El entrenador del Real Madrid ha echado mano de sus doce jugadores, algo ciertamente raro en partidos decisivos.


El ambiente de esas ruedas de prensa me sorprende favorablemente, los entrenadores actúan de manera distendida y responden de manera amable a las preguntas de los periodistas. Laso incluso se permite bromear cuando le pregunto como consigue mantener contentos a todos sus jugadores: “¡Me pagan mucho dinero por ello!”.


- SÁBADO 19 DE MAYO


12:00. Rueda de prensa antes de la final con los dos entrenadores, Sloukas y Rudy. Salen a colación algunos de los tópicos, si bien se nota una cierta camaradería entre Zeljko y Laso. No hay que olvidar que el serbio tuvo a Pablo a sus órdenes durante su estancia en Madrid. Más interesante es el anuncio de que Luka Doncic ha ganado el MVP de la fase regular de la Euroliga, además del “Rising Star” (estrella emergente). Es la primera vez que un jugador gana ambos premios al mismo tiempo.


15:30. A esa hora los jugadores del Zalgiris y el CSKA tienen una sesión suave de entrenamiento a la que los acreditados podemos acceder. Es una situación similar a la de la zona mixta, pero al no ser inmediatamente después de un partido y en una zona bastante grande el ambiente es bastante más relajado. Aún así, varios medios lituanos están continuamente alrededor de Jasikevicius, que en algunos momentos tiene que escaparse como puede para hablar con sus jugadores. En general, la mayoría de jugadores atienden a la prensa sin problema, el Chacho es especialmente atento y cercano. Se nota la decepción de la derrota, e incide en el inicio del segundo cuarto, cuando el Madrid anotó 17 puntos en tres minutos, como el momento cuando las cosas se torcieron para su equipo. De Colo, ante preguntas sobre su futuro por parte de la prensa francesa, echa balones fuera y recuerda que todavía tiene contrato si bien, a impresión mía, no acaba de sonar del todo entusiasmado por ello. La sensación general entre varios jugadores de ambos equipos es que preferirían hacer cualquier otra cosa antes que jugar el partido de consolación. De hecho, un periodista incluso les pregunta si debería suprimirse este encuentro, ante lo cual echan balones fuera. En cualquier caso, Saras apunta a la rivalidad histórica con el CSKA, remitiendo a los duelos de los 80, algo que espera que sus jugadores tengan presente a la hora de afrontar el partido.


17:00. Visito la Fan Zone en la fortaleza de Kalemegdan. Hay un par de canchas en las que juegan un torneo entre jugadores adultos y otro entre chavales. Mi mayor sorpresa viene cuando voy al “stand” de Adidas, promocionado por el más que probable MVP de la temporada James Harden. Para mi sorpresa, allí está... ¡Donovan Mitchell! Imagino que se encuentra allí por razones publicitarias. En una muestra más de lo exitosa que ha sido la NBA a la hora de promocionar su producto, se desata la locura entre los más jóvenes, que rodean al rookie de Utah Jazz e intenta sacarse fotos con él de cualquier manera posible.


- DOMINGO 20 DE MAYO


10:00. Por la mañana se juega la final de la Euroliga Junior, llamado Euroleague Basketball Adidas Next Generation Tournament. La final la disputan el Lietuvos Rytas y el Stella Azurra. Las entradas son gratuitas para todo el mundo y hay una asistencia bastante razonable. El partido ciertamente lo merece: los lituanos muestran una mejor cara, y de la mano de un organizado juego colectivo dominan el encuentro. Brillan dos jugadores en cada lado por encima del resto: un alero llamado Deividas Syrvidis y un ala-pívot llamado Marek Blazevic en el Lietuvos, mientras que por parte italiana destaca un combo guard Conti y un cuatro de color muy potente físicamente y con buena mano llamado Paul EbouaSyrvidis encaja en el prototipo de alero lituano alrededor de dos metros que tan bien conocemos: demoledor lanzamiento exterior, buena compresión del juego y clase a raudales. Conti, por su parte, es un 1-2 muy potente físicamente con el que fuerza personales con facilidad, si bien la sensación es que su tiro exterior necesita trabajo. También destaca Panopio, un base algo bajito, sobre el 1.83, y no excesivamente atlético, pero con un bote y un lanzamiento exterior exquisitos, si bien su sitio en la élite es algo dudoso debido a su (falta de) físico. Mediado el tercer cuarto el Lietuvos coge una renta de 15 puntos y el partido parece terminado. Craso error. Con unos excelsos Panopio y Conti, el Stella va arañando puntos, y empata el partido a 69 a falta de un minuto para el final. Sin embargo, Syrvidis no parece acusar la presión y anota un auténtico triplazo en la siguiente jugada que ya será decisivo. Al final, victoria por 76 a71 del Lietuvos y MVP para Deividas Sirvydis.



17:00. Empieza el partido por la tercera plaza. Mayoría de asientos vacíos, la excepción es la bancada del Zalgiris, que si cabe tiene más aficionados que en el partido del viernes y animan incluso con más efusividad. El rival claramente motiva. Mientras tanto, los aficionados rusos están prácticamente ausentes. Esa actitud parece contagiarse a los equipos, con el Zalgiris jugando con más criterio y ganas, llegando a ganar por hasta 24 puntos a mediados del tercer cuarto ante el delirio de los suyos. El CSKA reacciona de la mano de Kulagin, que no había saltado a cancha en la semifinal, pero un fallo suyo en el triple evita una remontada épica. Enorme celebración en las gradas por una victoria que se celebra como si fuera el título mismo. En la zona mixta los jugadores del Zalgiris muestran su satisfacción por la tercera plaza, y para un veterano como Paulius Jankunas la victoria tiene un sabor especialmente dulce.



 


20:00. La gran final. Al igual que en la semifinal, la presencia turca en las gradas es apabullante. Sin embargo, el Madrid consigue poco a poco a controlar el encuentro y, aunque el equipo de Obradovic nunca baja los brazos, los blancos se llevan un nuevo entorchado europeo por un ajustado 85 a 80. El MVP es Luka Doncic. Como curiosidad, a los periodistas nos habían pasado una hoja a la media parte para que rellenáramos con el nombre del MVP de la Final Four, si bien hablando con algunos otros acreditados parece que nuestra opinión no sería tomada en cuenta. En cualquier caso, un servidor elige a Doncic por el global de los dos partidos, pese a que Causeur había el mejor jugador del Madrid en la final. Por allí también me encuentro a Alain Digbeu, ex-jugador del Barcelona, el Joventut y el Madrid entre otros. Ahora trabaja para la Euroliga como relaciones públicas, y atiende muy amablemente cuando le pido una foto.



La rueda de prensa de Obradovic da comienzo poco después de la entrega del trofeo. El entrenador del Fenerbahçe incide en los pequeños detalles, como algunas canastas fáciles falladas por sus jugadores o los numerosos rebotes ofensivos del Real Madrid, causados en parte por los problemas de faltas de sus interiores, aunque también alaba a los suyos por luchar hasta el final y les insta a aprender de lo de hoy para volver a intentarlo el año que viene. Un periodista turco pregunta sobre algunas decisiones arbitrales controvertidas, pero Zeljko sabiamente rehuye la polémica. Cuando llega mi turno, le pregunto sobre los sentimientos que le trae que sus dos rivales en esta Final Four sean jugadores a los que él mismo ha tenido a sus órdenes durante su extensa carrera.


“He entrenado durante 26 años, he tenido a más de 100 jugadores a mis órdenes, es mi destino enfrentarme a ellos! No es algo que me guste mucho, pero en cualquier caso estoy muy contento de que Pablo, al que conozco bien, sea campeón de Europa de nuevo, ”

También recuerda que todavía le quedan dos años de contrato con el Fenerbahçe y que esta temporada no ha terminado.que quieren defender su título de liga. Al poco, la rueda de prensa termina y se marcha ante un sonoro aplauso de los periodistas. Queda claro que no hemos oído la última palabra del entrenador serbio en la élite.


Pablo Laso se hace de rogar, pero al final, ya cerca de la medianoche, aparece en la sala de conferencias junto a Luka Doncic. Ambos reciben una sonora ovación. Primero las preguntas son para el esloveno, que incide sobre el fantástico año que está viviendo después de ganar el EuroBasket. Allí tambien están periodistas de la NBA, que le preguntan sobre el legado de jugadores balcánicos en la NBA y su más que probable incorporación a la liga americana. Mi impresión es que Doncic no acaba de entender la pregunta, si bien su marcha se da prácticamente por hecha. Luego llega el turno de Laso, que otorga el mérito a sus jugadores y recuerda las dificultades que han pasado, con partidos en los que tuvieron hasta siete lesionados. También recuerda en el serio correctivo que recibieron en el primer partido de cuartos de final ante el Panathinaikos como el momento clave de la temporada. Está claro que Laso disfruta del momento, quizás su victoria más dulce como entrenador del club blanco. Todo el mundo se ríe cuando cuenta la anécdota de que su mujer le ha dicho que quiere volver a Belgrado, pero esta vez sin baloncesto. Tras unos 20 minutos de preguntas, el entrenador del Madrid deja la sala de prensa y se da por terminada la Final Four. Los trabajadores ya están desmontando todas las instalaciones específicas de estos días. Una experiencia maravillosa.



 



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Artículo publicado por Marc Bret

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