En mi época de coleccionista de partidos uno de mis grandes anhelos insatisfechos fue el de conseguir más material de la liga yugoslava en los años 70. Considerada por muchos como una década de más nivel incluso que la de los 80, lo que está claro es que fue el ecosistema perfecto donde convivieron un montón de equipos de primer nivel.
Basta echar un ojo al palmarés de aquellos años para comprobar la cantidad de equipos que pelearon por Liga y Copa. Ese nivel no sólo se circunscribió a las fronteras yugoslavas: el Bosna Sarajevo fue campeón de Europa en 1979, la Jugoplastika perdió por un punto (y con polémica seria) la final de 1972 y a semifinales de la Copa gorda llegaron el Estrella Roja en 1973, el Radnicki en 1974, el Zadar en 1975 y en la liguilla de 1978 los de Split se quedaban a un sólo triunfo de la final. Fuera de la Copa de Europa, en la Recopa el Estrella Roja alzaba el título en 1974 en un decenio que también contemplaba los subcampeonatos del propio Estrella Roja (1972 y 75), Jugoplastika (73) y Radnicki (77). Unos éxitos que tenían su continuidad en la Copa Korac, un torneo que se inauguraba en la 71/72 con la Lokomotiva de Zagreb venciendo en la final al OKK Belgrado y que sólo en sus primeros años vería los títulos de Jugoplastika (76 y 77) y Partizan (78 y 79) o los subcampeonatos de Partizan (74) o Bosna (78). Todo eso sin contar con innumerables presencias en semifinales, incluyendo la del Rabotnicki en la Recopa de 1976 (la de las grandes remontadas del Estu).
Lazar Lecic
Pero si pudiera escoger un equipo al que ver de aquellos años muy probablemente sería aquel que construyó Lazar Lecic en un Skopje que llegó a tener consideración de territorio mítico. Construido en torno a los hermanos Lukovski (Mitko y Janko, padre y tío del Lukovski que maravilló a nuestra generación), Georgievski, Steruli Anonovski, Dragan Radosavljevic o Bocevski. Un equipo con una idea de juego definida, emblema macedonio y prácticamente infranqueable como local, en buena parte por el calor de una pista que jugadores como Cosic, Kicanovic, Dalipagic, Plecas o Djerdja calificaron como “la más dura del mundo”.
Inencontrables, creo, partidos de aquella gloriosa etapa, queda recrearse con cosas más cercanas. Sin ir más lejos hoy se cumplen 20 años de uno de los finales de partido más grandiosos que recuerdo (aunque en realidad en su día sólo ví el final y el partido tardaría años en lograrlo). En la temporada 1996/97 otro grande de Skopje, el MZT, protagonizó en la Saporta una trayectoria realmente peculiar cerrando la primera fase con un balance de 5 victorias y 5 derrotas. Más al detalle, los macedonios se llevaban todos los partidos de casa, incluyendo entre sus víctimas por ejemplo al Real Madrid de Zeljko Obradovic, Bodiroga o Herreros, a la postre ganador del torneo. Lógicamente la otra cara de la moneda llegaba a domicilio, donde no conocían el triunfo cayendo incluso en su visita a Lisboa. Ya en la fase de eliminatorias, otro club luso, el Oporto, ejercía de verdugo... aunque huelga decir que en Macedonia en la ida el MZT se llevaba el triunfo.
Marcados por un ambiente tremendo, entre aquellos triunfos locales uno destaca por increíble: el que lograron ante el Ratiopharm. Lo hicieron tras dos prórrogas, pero como fuerzan la primera me sigue pareciendo una de las cosas más increíbles que un servidor ha visto (en su día llegaron a emitir las imágenes hasta en el Telediario). El que falla el mate es Michael Knorr y el que anota el triple es el gran Pero Blazevski, líder de aquella vieja máquina junto al enorme Vrbica Stefanov. En otra ocasión habrá que hablar con más calma de Stefanov o de Stelmahers, para un servidor dos de los mejores bases que vieron esos días y que hoy parecen bastante olvidados...
Último programa de Campo Atrás Víctor Ramos vuelve a los micrófonos. Análisis exhaustivo de los playoffs de la NBA, ACB, y fases de ascenso de las competiciónes FEB. [ Oír ]