¡Guauu! Quién lo hubiese dicho… yo, Fede Van Lacke, un chaval al que la camiseta verde y amarilla del club de barrio le llegaba hasta las rodillas, ha hecho del baloncesto su profesión y después de mucho pero muchoooo trabajo y sacrificio llega junto con sus compañeros a disputar la Copa del Rey junto a los mejores clubes de Europa…


“Esto no es un sueño, es realidad”, le comentaba a mi mujer cuando me desperté el jueves 13 de enero por la mañana tras lograr la importantísima victoria en Fuenlabrada. Momentos así hacen que el estar lejos de casa, el perder la posibilidad de compartir momentos con la familia y amigos… valgan la pena.


Cada gota que he sudado, cada vez que he jugado con fiebre, enfermo, descompuesto, con el tobillo hinchado… cada vez que la suerte no estuvo de mi lado, que el último tiro se salió de dentro, que la 5ª falta no lo fue… todo eso vale la pena cuando se consiguen cosas como estas. No es sólo por disputar la Copa, sino es lo que la Copa significa…

…significa estar jugando en la segunda mejor liga del mundo,

…significa estar codo a codo con los mejores,

…y sobre todo significa que YO soy parte de ello.


Siempre he tratado de ser un jugador que trabaja, que se sacrifica por el equipo, un profesional y una persona honesta. Hace 3 años que juego y vivo en Valladolid, donde llegué para ayudar al equipo a ascender… y lo logramos.


La temporada siguiente suponía todo un reto para el club, los técnicos y los jugadores. Cambiamos la filosofía, pasamos a ser los “gladiadores” del baloncesto. La gente nos apoyó, trabajamos duro y conseguimos permanecer en la categoría sin excesivas complicaciones.


Esta temporada la comencé con la misma mentalidad, perfil bajo pero agazapado, como un tigre a la espera de su presa. Estamos haciendo el trabajo de la cigarra: todos los días un poquito más. Y así, sin que nadie se lo esperara, sin que muchos confiaran… aquí llegamos: el Blancos de Rueda disputará la Copa del Rey después de 13 años.


Iremos a la Copa a disfrutar del premio que nos merecemos: el estar con los mejores de la LIGA ACB. Un premio y un derecho que nos hemos ganado jornada a jornada.


Y a la afición pucelana… a todos aquellos que siempre nos han apoyado, les invito a que disfruten con nosotros, ¡porque ustedes también son parte de este logro!


Me despido con una frase de mi grupo favorito, la cual encierra mis sentimientos a lo largo de estos años y que culminan con este logro:


“…Siempre relojeando al cielo, desde el suelo y no arriba, sin saber, si creer… si esta elección de vida valdría mi fe…”

A la Copa me dirijo… nos vemos allí…