Muchas veces para comprender el baloncesto hay que ir más allá de las estadísticas, del juego del equipo, o las sensaciones.

Hablamos de la parte que no se ve: la parte personal de los jugadores, el estado anímico, lo que piensan, lo que ven, o lo que sienten. Hablamos del tema psicológico de las personas que por ende afecta al rendimiento del equipo.

Por poner un ejemplo muy claro, tengo la percepción que los jugadores del Barcelona de baloncesto están sufriendo y por este motivo no rinden lo que se espera de ellos y ni el equipo juega como debiera para el talento que atesora.

Controlar esto como espectador nos puede ayudar mucho si por ejemplo jugamos en bet365, nos puede ayudar para detectar en que partidos hay más posibilidades de que pierdan o ganen para utilizarlo a nuestro favor.

Este estado puede cambiar de la noche a la mañana, ¿un cambio de entrenador por ejemplo? Es que ahora veo a la mayoría de jugadores del Barcelona y no disfrutan jugando al baloncesto, a cada error están esperando la reprimenda del coach desde la banda.

Así es muy complicado ganar partidos y títulos, las estrellas no rinden, parecen jugadores mediocres y de esta forma el proyecto se va al garete año tras año de manera irremediable.

El entrenador sargento de hierro pasó a mejor vida, el entrenador ha de dotar a su equipo de las herramientas necesarias para que éstos jueguen alegres, que disfruten en el campo y de esta manera se logren los objetivos, cosa que yo en mi opinión creo que ahora no sucede.

Con un trato de este estilo, puede suceder que hay jugadores que no estén preparados mentalmente y puede llegar a pasar lo que le ocurrió a Kevin Love en su momento, entrar en depresión e incluso algunos tirar la carrera por la borda.

¿Que le ocurrió al por entonces jugador de los Cavs? Pues que llevaba años jugando con problemas mentales graves debido a una depresión. Con esto no quiero decir que sea lo que les está pasando a los jugadores del FC Barcelona, pero de buen seguro que los actos reincidentes de su entrenador hacia sus jugadores afectan y mucho ya no solo al equipo, si no en el plano personal también.

En la actualidad un entrenador ha de ser un gestor de talentos y no un impositor de ideas esté o no en lo acertado, perjudicando así gravemente a su equipo.

Por favor Saras, haz una reflexión y coloca en la balanza que te conviene más, ya no a ti en lo personal, si no en lo colectivo aunque en el fondo vaya de la mano.