Al final, la victoria de Lituania ante USA nos ha deparado una primera tanda de cuartos de final un poco descafeinada. Históricamente no ha sido fácil la gestión posterior a una victoria o a un partido cara a cara contra USA: Francia o Turquía en 2019, Brasil en 2010, Puerto Rico 2004… hay unos cuantos ejemplos al respecto.

Sobreesfuerzo físico y mental, en este caso peaje con la lesión de Bendzius y la complicada gestión posterior de la euforia, con el añadido de enviarles a un cruce mucho más complejo para ellos. Serbia ha tenido claro que era mejor congestionar la zona e impedir a Valanciunas ser factor. Les ha costado unos cuantos triples de inicio, pero les ha permitido correr, jugar por conceptos y del resto se ha encargado un Bogdanovic al nivel de 2017. Pese a su explosión en el Partizan, con la selección siempre quedará aquella semifinal de 2014 como su primera gran aparición.

A partir de ahí, los de Pesic han ajustado, Lituania con menos espacios ha ido a sus porcentajes habituales y el resto ha venido solo. De nuevo muy buenos minutos de Avramovic (otro milagro de Zeljko por lo que le ha convertido) y Guduric para acabar de romper. Es la cuarta participación de Serbia en un Mundial como país independiente y es su tercera semifinal; solo falló en 2019, probablemente el año en que mejor plantilla disponía. Algo más que casual, y es que no siempre les ha venido bien el favoritismo.

Cierto es que las bajas ayudan a jerarquizar y a una mayor química, algo, esto último, que la desgracia de Simanic parece haber reforzado. Se queda muy cerca de volver a unos Juegos Olímpicos donde solo ha logrado plaza en una ocasión (con medalla de plata, eso sí). Fue en Rio 2016 y a través de un Preolímpico en el que Jokic fue MVP. Como aficionado no puedo más que cruzar los dedos para que lo logren y tenerle de vuelta. Porque no: no es su baja de las que ayuda, como alguno parece querer decir. Basta ver el nivel con él en pista el año pasado, incluso su partido ante Grecia en la ventana... a la postre la razón última de que Serbia esté aquí.

Sigue, pues, Pesic en la carrera por ser el cuarto entrenador de la historia en ganar dos Mundiales. Serbia no se clasificó para los Juegos Olímpicos de 2008, 2012 y 2021, y a los de 2016 llegó tras un Preolímpico. Sería esta su primera clasificación directa, y todo ello con medalla olímpica, mundialista, doble europea y un total de seis semifinales en ese lapso de tiempo.

Gran torneo pese a todo de Lituania, por más que una derrota ante USA le hubiera despejado mucho el camino. Toca volver al Preolímpico por cuarta vez consecutiva. Eso sí, soy pesimista y me temo que el año que vienen volverán a las andadas con la configuración...

Del Italia-USA nada que decir. El repaso previsto. Quizá si hubiera llegado en la circunstancia contraria, Italia se lo hubiese creído un poco más, aunque pocas oportunidades tenía ante el estilo de los de Kerr, impresionantes hoy.

Segundos cuartos de final de la historia para una Italia que en los últimos años está teniendo su muro en esta altura. Gran trabajo de Pozzeco otra vez, creando una identidad, pero falta dar otro paso… que ya no será con un Gigi Datome del que ya solo nos quedan dos partidos antes de poder despedirnos de uno de los más grandes.

Queda lo de mañana, donde tampoco soy muy optimista con la igualdad. Para comenzar, Alemania-Letonia: la organizadora de la última fase final del EuroBasket contra la próxima. Llegan los alemanes ya como único equipo invicto en el torneo, y si caen será la primera vez que ninguno de los semifinalistas lo sea. Por poner en perspectiva, en 2006 lo eran los cuatro.

Muy favorita una Alemania que veremos si recupera a Franz Wagner. La misma inercia del año pasado, química reforzada desde el conflicto y el plus del regreso de Mo Wagner y Bonga, claves en el bombazo de hace dos años en el Preolímpico. Por no estar no están echando de menos a Weiler-Babb, y queda ver si esa reducción de la rotación pesa a la larga y la clave de la vuelta de Franz. Si está bien, va a permitir un nuevo foco de generación y quitar un poco de foco a un Schröder que está fantástico... pero al que siempre conviene tener plan B. La medalla del año pasado ha redundado en la confianza.

Enfrente, Letonia. La de Banchi, que lleva unos meses siendo un equipo increíble. Y lo vuelve a reafirmar pese a la baja de Porzingis (no habría aquí el problema de encaje). Un equipo crecido, atípico, y que puede intentar sacar a Alemania de su punto a base de dividir, doblar y tirar. Magnífica prueba de cara a 2025, pero parece complicado que les dé para más. Eso sí, el paso adelante de Zagars o Grazulis es una inversión notable… y veremos en que preolímpico acaban.

En cuanto a precedentes oficiales, 2-2. Reparto de victorias en el Preeuropeo de 1997, victoria letona en su último cara a cara en Polonia 2009 y germana en el de 2003.

Si de precedentes hablamos, 4-0 para Eslovenia históricamente ante Canadá, aunque solo la de 2008 en el Preolímpico fue en un partido "oficial". Una racha que apunta a romperse, y claramente diría que mañana. Toca ver un duelo histórico, Shai-Doncic, segunda vez en la historia de un Mundial en la que se enfrentan dos integrantes vigentes del primer quinteto NBA. La primera vez fue el LeBron-Nowitzki en 2006.

Sigue la duda de Blazic y da la sensación de que Eslovenia ha superado su techo teórico tras las bajas de Cancar y Muric. Enfrente, una Canadá liberada al fin de su maldición con los Juegos Olímpicos que apunta a explotar de verdad. La diferencia física, la capacidad de mandarle marcajes físicos a Doncic y de castigar el rebote y la floja transición defensiva de Eslovenia parecen demasiados hándicaps. Queda solo la ilusión de una de esas exhibiciones de Luka que debería llegar con el tino de algún complemento. Pero ese acierto de los Nikolic, Hrovat o Cebasek como ante Australia parece difícilmente replicable.

En fin, vamos a dar un poco de publicidad al canal de Youtube con ese único precedente oficial entre ellas. El día que se piró Dalembert... y con cuatro jugadores que han llegado a pasar por el Estu.