- SI:





Las sensaciones. Un equipo profesional trabaja por y para lograr títulos, y Neven ha llegado hasta el final en todas sus competiciones.





Dos títulos, uno menor y otro superlativo. Final four, y final de Copa. Los resultados, al nivel de la liga del doblete (no entraré al debate de si es el mejor año o no del Baskonia, para mi siempre lo será el del doblete). Un entrenador debe ser juzgado por sus resultados, ya que a ellos se recurre en el 99% de las ocasiones para cesarlo





Tras 10 años de llegar sin resuello a los momentos de la verdad, este Baskonia ha llegado fresco y en plena forma a todos y cada uno de los momentos decisivos del año.





Ni un sólo jugador defenestrado este año por el entrenador. Neven, con su paciencia “característica” ha logrado que los 10 jugadores importantes aporten en la final de la ACB. Maljkovic, por ejemplo, se olvidó de Peker y Teletovic el año pasado, y así podríamos echar la vista atrás y analizar los defenestrados cada año...





Es un buen tipo, demostrando que no hay que ser un maleducado o un histérico para lograr objetivos.





Con la plantilla más díscola de la historia del equipo (salvando, por supuesto, a las excepciones que todos tenemos en la cabeza), ha sabido llegar en el momento justo con la motivación necesaria en cada uno de sus hombres.





No es un entrenador polémico ni mediático. La “limpieza” de la serie y del cruce de declaraciones entre Pascual y Neven han convertido la final en una “balsa de aceite mediática”, algo que, en mi opinión, es bueno... Nada que ver con las series frente a Scariolo y cia.





Tiene el favor del público. El estallido de “Neven quédate” de la final así lo confirman. Y ya sabemos lo que puede desestabilizar un público que no comulga con el entrenador (que se lo pregunten a Boza).





- NO:





El entrenador no es simplemente una persona que decide los sistemas a emplear en cada momento. Un entrenador es el director de personal de un equipo, y en ese aspecto, en mi opinión, Neven ha llevado una gestión pésima.





La autoridad del entrenador con la plantilla ha sido “muy deficiente” durante todo el año. Seguro que no es el único que ha sufrido esa falta de autoridad, pero desde luego si que ha sido el que más la ha sufrido en público.





Te cambio, te ofrezco la mano para una palmada y me la rechazas. Te cambio, y me recriminas en público el cambio. No te saco y rajas en público. ¿Cuantas veces hemos visto algo de esto durante la temporada? La sensación que ha transmitido (que puede ser cierta o no) es de que su autoridad sobre la plantilla era nula.





Una cosa es reservar jugadores y contemporizar esfuerzos (que es la sensación que da una vez vistos los resultados), y otra cosa es jugar a baloncesto sólo cuando me apetece (que es la sensación que he tenido durante todo el año).





Partidos intrascendentes para Baskonia como el que le enfrento a Estudiantes, a Manresa, a Cajasol o, sobre todo, a Granada, fueron despreciados por –parte de- los jugadores de la plantilla, sin que Neven fuese capaz de hacer nada por impedirlo. No dudo de que Neven fuese a por todos los partidos... Si que dudo de que algunos de los jugadores fuesen a por ellos, y me parece inaceptable que el entrenador no tenga ningún argumento que poner sobre la mesa para evitarlo.





No toda la culpa es de Neven... Con una plantilla como la del doblete (Elmer, Corchiani, Hugo, Sergi, Foirest, Txapu, Tomasevic, Scola, Oberto... –ganadores puros y carácter a granel-), los jugadores no habrían puesto en esa situación a Neven. El croata se ha encontrado una plantilla muy difícil de manejar, con muchos egos excesivamente hinchados y con unos humos inaceptables.





Los títulos no son obra únicamente de un entrenador. Está la plantilla, que es el punto más importante para decidir sobre la cancha, y está el club, que es quien ficha y determina su configuración. Decir que los títulos son obra de Neven es faltar a la verdad. Eso si, por supuesto que le corresponde su faceta de responsabilidad. Pero la principal es la ingente calidad de este equipo.





El Baskonia es un club particular. No basta con que ganes, tienes que convencer al presidente de que puedes llegar a ganar cuando sea importante. Maldonado abandonó el equipo con el Baskonia líder, mientras que Dusco fue mantenido en el puesto cuando vagaba por el décimo lugar clasificatorio en la ACB. Las sensaciones, en el Baskonia, no son sólo para los anuncios de Durex...





Si la confianza en el entrenador no es plena, es mejor cortar en verano. Con Perasovic no se hizo, y se arrastró esa situación durante la mitad de la campaña siguiente. El entrenador debe ser, desde el primer día, una persona de confianza.





Puestos los argumentos sobre la mesa... ¿Que opináis? Yo, me mojo; Neven no debe seguir. Ahora bien, la situación para el presidente es muy difícil. Su nombre está en juego, ya que la opinión pública quizá no llegaría a entender nunca la destitución del croata. ¿Que más quieres de tu entrenador que te meta en todas las finales posibles y te gane un título? ¿Ficharía yo, entrenador de renombre, por un club que me va a echar si “no le caigo bien” al Presi?





No me gustaría estar en la piel de Josean. Entenderé su decisión sea cual sea, pero mi opinión, queda ahí por escrito...





¡¡¡Aunque ojo!!! Falta un factor... vale, quitamos a Neven... ¿Para poner a quién? Espera que no me eche a temblar... Si, me echo a temblar...