La Opinión
Análisis del Unicaja 2016/17
Juan Carlos Sánchez  | 27.09.2016 - 13:18h.
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Nuevos tiempos, porque hay vida más allá de la Euroliga.

 

El curso pasado no fue precisamente bueno para Unicaja. El entusiasmo con el que se llegaba -fruto de las buenas sensaciones que dejó impregnadas en las gradas del Palacio Martín Carpena el buen final de temporada- pronto se transformaron en desaliento tras quedar apartado de la disputa de la Copa del Rey, vencido en el Top16 de la Euroliga y con escasas posibilidades (como efectivamente así ocurrió) de llegar lejos en los Play Offs. No cuajó tampoco la plantilla, si atendemos a las expectativas generadas a comienzos de temporada. Es habitual (y casi natural) ilusionarse con cada nuevo proyecto, si bien, ya desde el principio, el bajo nivel ofrecido por jugadores tan importantes como Jackson, Hendrix o el propio Fran, y las lesiones de larga duración de otros como Markovic o Smith apagaron cualquier hilo de optimismo. Era difícil encontrar una estructura de equipo entre tanto jugador interino. Y por si fuera poco, el mazazo que supuso la confirmación de que Unicaja no tendría plaza en la nueva Euroliga, descendiendo al segundo nivel continental.

 

 

… y un verano con mucho trabajo en las oficinas

 

No eran buenos antecedentes para iniciar esta nueva etapa, máxime cuando ya desde comienzos de verano se tiene conocimiento de que dos jugadores tan destacados como Kuzminskas y Thomas no van a seguir en el Club. Unicaja pasaba al tercer escalón en el mercado a la hora de construir su plantilla, por debajo de la NBA y de los equipos que integran la nueva Euroliga, obligándole a ser especialmente hábil en las propuestas para seducir a los jugadores que buscaban acomodo para la próxima temporada. Aún más difícil resultó tras la subida del tope salarial de la NBA, que ha supuesto que muchos jugadores importantes en Europa hayan sido incorporados por las franquicias norteamericanas, lo que a su vez crea un “efecto dominó” sobre los equipos de Euroliga, que han perdido algunos jugadores y rastrean el mercado en el que, sobre el papel, se tendría que mover Unicaja para suplirlos.

 

En esta tesitura, se reaccionó de forma sorprendentemente rápida en el mercado y no se recuerda ningún “culebrón” veraniego más allá del retraso en la confirmación del fichaje de Adam Waczynski, consecuencia directa de la aplicación de la normativa reguladora del derecho de tanteo. También fue diligente el Club a la hora de confirmar ciertas salidas dolorosas como la de Fran Vázquez. Tanta calma entonces no era sino la antesala de la gran tormenta de septiembre, cuando el Club decide prescindir de uno de los fichajes más importantes del verano, Trevor Mbakwe, tras entender que sus  rodillas no estaban aptas para dar el rendimiento esperado por parte uno de los jugadores más importantes de la plantilla. La solución tampoco ha sido fácil, incorporando Unicaja, ya con la temporada empezada, a N'Diaye, un pívot muy físico, pero sobre el papel un escalón inferior al propio Mbakwe, a las aspiraciones del Club y a la relevancia que va a tener en la plantilla. Para colmo de males, también el estado de las rodillas de Waczynski se encuentra en entredicho.

 

 

- Una plantilla construida a semejanza de las líneas maestras dibujadas por el técnico

 

Esta última y otras decisiones no exentas de polémica han sido refrendadas por Joan Plaza. Y es que la nueva plantilla lleva el sello del técnico y parece del todo punto diseñada atendiendo a pies juntillas a sus criterios; insistimos, no exentos de polémica. Son ya muchas las veces en las que Plaza se ha pronunciado sobre las características del baloncesto europeo actual y la necesidad de construir una plantilla acorde a esa visión, que muy resumidamente pueden concretarse en la prevalencia de pívots muy físicos y con mucha movilidad (incluso si es a costa de sacrificar kilos y centímetros), cuatro jugadores cuyo juego parte desde el perímetro, deterioro y casi desaparición de la figura del tres alto a favor de exteriores más rápidos y pequeños y la preferencia por “combos” (más que bases puros) capaces de subir el balón pero especialmente destacados a la hora de pasar los bloqueos y lanzar o penetrar con suficiencia.

 

- Que, sin embargo, plantea algunas dudas...

 

La plantilla actual, sobre el papel, y si se tienen en cuenta otros criterios distintos de los anteriores, puede plantear ciertas dudas. Las más llamativas: una rotación exterior muy amplia que, sin embargo, permite adivinar carencias en la dirección del juego y un juego interior escaso tanto en número, máxime si se tiene en cuenta que ahí se incluye tanto a Carlos Suárez (y la ya manida polémica sobre su posición en la cancha) y al joven Okouo como referencias sobre las que cimentar el juego.

 

Esas dudas, sin embargo, se relajan cuando se comparan con las líneas maestras definidas por el técnico. Y es que el juego exterior de Unicaja comprende una rica variedad de jugadores llamados a anotar con facilidad, con un nivel físico elevado, buen lanzamiento exterior, etc. Fogg, Nedovic, Smith, Waczynski… son jugadores acostumbrados a tener registros anotadores importantes y una buena muestra de la propuesta que este nuevo Unicaja presentará sobre la cancha. La posición de cuatro con dos jugadores cuyas características recuerdan más a las del tres alto más clásico también representan esa idea del técnico de que esa posición sea ocupada desde el exterior, cargando bien el rebote. Por dentro, la incorporación de N'Diaye parece amoldarse a las directrices del técnico, alternando un pívot más solvente en ataque con otro con un físico más ágil e intimidador.

 

Pero una cosa son los perfiles y otra distinta los “nombres” llamados a darle vida al proyecto...

 

 

- El puesto de base: ante el riesgo de repetir errores del pasado

 

Ante la poco discutible renovación de Alberto Díaz y el paso definitivo de Nedovic a la posición de escolta, tocaba este verano recomponer la posición de base, que tantos problemas dio la temporada anterior, con la incorporación de dos nuevos jugadores; pues, como se intuía, Markovic no iba a seguir en la plantilla.

 

La primera incorporación no tardó en producirse. Pronto el Club anunció el fichaje de Kyle Fogg, un auténtico anotador compulsivo, fuerte físicamente e intenso en defensa, llamado a ser una de las principales referencias ofensivas del equipo y de toda la competición, como ya lo hizo en Alemania. No parecen cuestionarse estas prestaciones pero sí su capacidad para desempeñar el rol de base del equipo. En efecto, son muchas las opiniones entre quienes conocen al jugador que destacan sus lagunas en la organización del juego a favor de sus virtudes para el puesto de escolta. El temor a que se repita el caso Nedovic sobrevuela las mentes de los aficionados. Mientras tanto, se disfruta de un anotador espectacular al que buscar el mejor papel posible.

 

Cuando todo hacía indicar que la otra incorporación sería la de un base puro, Plaza se decanta por un base de un perfil algo distinto pero que siempre fue de su agrado: Oliver Lafayette. Aunque estamos ante un base completo, capaz de rendir adecuadamente en todas las facetas del juego, de su paso por la ACB se recuerdan sus intermitentes rachas anotadoras. Más veterano, la configuración de la plantilla de Unicaja le invita a actuar de forma más pausada, focalizada en dar sentido al juego del equipo.

 

Completa la posición de base Alberto Díaz. El canterano se ganó el año pasado, en una temporada muy difícil, la confianza del técnico y la consolidación como miembro de pleno derecho de la plantilla. Aunque parte como tercer base, es consciente de que a lo largo de la temporada va a disfrutar de muchos minutos. Su aspecto positivo y negativo van de la mano. Ser un jugador completo le hace útil para el técnico pero, al mismo tiempo, no ser un especialista reconocido en ninguna faceta le puede limitar en su crecimiento.

 

 

- Los escoltas: los únicos que repiten

 

Tantos cambios de nombres en la plantilla tienen su excepción en el puesto de escolta, donde repiten Nedovic y Smith.

 

Curiosa es la trayectoria de Nemanja Nedovic en Unicaja. Fichado como base (al igual que Fogg esta temporada), el serbio no terminaba de encajar, de modo que su rendimiento fue disminuyendo hasta el punto de sonar con fuerza para abandonar el equipo. Convertido en escolta, y liberado del “corsé” que suponía tener que asumir la dirección del juego, su rendimiento creció exponencialmente hasta el punto de convertirse en la principal amenaza ofensiva de Unicaja desde la línea exterior, explotando al máximo su físico, su poderosa penetración a canasta y sus buenas rachas en el lanzamiento. Ello le valió su continuidad como pieza básica del nuevo proyecto, eso sí, ya como escolta.

 

Para acompañarlo en este puesto, el Club finalmente ha optado por la continuidad de Jamar Smith, entendiendo que su lesión de larga duración de la temporada pasada le impidió mostrar todo lo que puede aportar al equipo. Jugador muy plástico, tirador con muy buena mecánica de tiro, se confía en su segunda temporada como decisiva para demostrar que puede aportar mucho al juego del equipo sin necesidad de “acaparar” mucho balón sobre sus manos. El propio técnico destacó igualmente su buena adaptación al Club y a la ciudad como un factor más a la hora de apostar por él. Ante lesiones o cualquier percance, tanto Fogg como Waczynski pueden ocupar igualmente esa posición, tan natural para ellos como lo es para sus propios ocupantes.

 

 

- Los aleros: dos jugadores de futuro con mucho que demostrar

 

La salida de Kuzminskas dejaba un hueco enorme en la posición de alero y la primera decisión era elegir el perfil de jugador llamado a sustituirle, saliendo fortalecida la opinión del técnico acerca de la tendencia generalizada a favor de aleros más cercanos al perfil de escolta. Se apostó por el tirador polaco Adam Waczynski, que viene de hacer -hasta su lesión- una gran temporada en el Obradoiro, siendo de una de las principales referencias ofensivas del conjunto gallego. En Unicaja, sus minutos en pista y su protagonismo ofensivo se verán reducidos, por lo que el jugador deberá adaptarse a esta situación, incorporando igualmente otros registros que potencien el juego colectivo.

 

Afronta su segunda temporada Dani Díez. Incorporado tras una buena temporada en Guipúzcoa como uno de los aleros altos más prometedores del país, su primera temporada en Unicaja no ha cubierto las expectativas creadas. De él se espera una mayor aportación en los minutos que esté en pista. Intensidad defensiva, rebote y acierto en el lanzamiento. Sin el margen de adaptación del que dispuso en su primer año en Málaga, afronta una temporada decisiva a la hora de definir su carrera. La marcha de Kuzminskas le deja el hueco como alero alto para poder demostrarlo.

 

 

- Los ala-pívots: con la difícil tarea de sustituir a Thomas

 

El americano Will Thomas llegó sin hacer apenas ruido para acabar convirtiéndose en el jugador más fiable de la plantilla y su marcha este verano supuso un revés en la confección de la plantilla. Pronto el Club encontró su relevo en la figura de Jeff Brooks. Fisicamente muy poderoso, reboteador y con unas características que asemejan a la del alero alto más tradicional, con capacidad para bajar el balón al suelo, encaja a la perfección en el perfil de lo que pretende el técnico. Apunta a ser una grata sorpresa. Sólo queda por confirmar su adaptación a la Liga.

 

Comparte posición con Carlos Suárez. El rendimiento del nuevo capitán de Unicaja viene cuestionándose desde que se encuentra instalado en la posición de cuatro. El técnico, en cambio, lo tiene claro y considera al madrileño más capacitado para defender a los ala-pívot actuales que a los aleros, cada vez más rápidos, especialmente en las situaciones de bloqueo.

 

A ellos se ha unido el dominicano Juan José García. Capaz de jugar también de tres, reúne físico, intensidad y una mano más que correcta, en principio, se suma de forma temporal para ayudar en los entrenamientos y suplir los problemas de bajas que tiene el equipo, si bien su rendimiento puede hacerle ganarse un sitio en la plantilla.

 

 

- Los pívots: ante la necesidad de acertar

 

Convertidos en únicos referentes en el juego en la pintura, el lucimiento del talento de los exteriores pasa necesariamente por la solidez que aporte el pívot que esté en pista.

El Unicaja se movió muy rápido en el mercado para cerrar la incorporación de Dejan Musli (un 7 pies, algo no demasiado habitual en tiempos recientes), que venía de ser, ni más ni menos, que el MVP de la pasada temporada en las filas del Manresa. Jugador muy destacado en su momento en categorías inferiores, cuando el Baskonia lo firma por cinco temporadas, su progresión se vio frenada hasta recuperar nuevamente el vuelo en estas últimas temporadas. Queda la incertidumbre de saber si será capaz de rendir igual en un equipo donde su protagonismo en el juego ofensivo sea menor, jugará dos partidos a la semana y deberá ofrecer un nivel defensivo y en el rebote muy elevado. Si lo consigue, estamos ante un acierto mayúsculo, pues talento nunca le faltó al pívot balcánico.

 

Pero la gran adquisición del verano en esa posición, por su trayectoria en Europa y por el largo interés que tenía Unicaja por contar con sus servicios era la de Trevor Mbakwe. Pequeño pero superlativo en el aspecto físico, Plaza lo comparaba con otros pívot que dominan el baloncesto europeo desde unas características físicas muy parecidas: intensos, reboteadores, grandes defensores capaces de defender a grandes y pequeños, etc. Sin embargo, tras unas semanas de entrenamiento y los primeros partidos de la pretemporada, el Club determina que sus rodillas no son aptas para afrontar un reto de tanta exigencia, prescindiendo del jugador en una decisión polémica por las discrepancias existentes entre las partes.

 

Tocaba moverse en el mercado y, entre las opciones existentes, el Club se decanta por Hamady N'Diaye. Un 2´13 de extraordinaria envergadura, taponador e intimidador que corre bien la pista para su altura, si bien muy limitado en cuanto a recursos ofensivos. Su incorporación ha creado dudas entre los aficionados, tanto por la ilusión que despertó el fichaje de Mbakwe como por el hecho de que lleva ya varias temporadas moviéndose en ligas menores, alejado del nivel de exigencia con el que se va a encontrar en Unicaja.

 

Completa la posición el joven Viny Okouo. No tiene ni 20 años y comenzó a jugar tarde al baloncesto, por lo que todos coinciden en que aún está “verde” para rendir en competición, si bien el trabajo de los técnicos (y en particular de Ndong) con él y su buena predisposición parece que empieza a dar sus frutos y se advierte progreso que invita al optimismo. En condiciones normales, la presencia de Musli y N'Diaye le da un rol secundario que le permitirá trabajar con la calma necesaria, si bien en pretemporada ha demostrado que puede ir asumiendo ya minutos.

 

 

- Nuevo proyecto bajo la batuta de un “nuevo” Joan Plaza

 

Aunque su continuidad pudiera cuestionarse, ello no tuvo mayor recorrido y el técnico afronta una nueva temporada al mando de Unicaja. Más allá del cambio de imagen (la desaparición de la barba), es el propio técnico el que reconoce haber hecho trabajo extra propio este verano en aspectos ligados a la psicología, que caminan de la mano de la dirección técnica de un equipo de élite. Sea como fuere, lo cierto es que, al menos desde fuera, la configuración de la plantilla parece haberse realizado bajo los parámetros definidos por el técnico conforme a su concepción del juego, más allá de sobresaltos y de si las opciones elegidas eran las primeras en las listas de preferencias. A la vista de lo rápido que se cerró la plantilla, todo apunta a que los que llegaron ocupaban los primeros puestos. Convencido de sus decisiones, y cuestionado hasta la sociedad por las más polémicas, todo apunta a que serán muy suyos tanto los éxitos como los desaciertos que se produzcan a lo largo de la temporada.

 

- La temporada será buena si…

 

Unicaja encuentra en Oliver Lafayette un director de juego solvente capaz de dar continuidad al equipo durante todo el partido; si Fogg rinde bien en el puesto de base y no cae en los mismos problemas que ya ocurrieron con Nedovic; si Waczynski y Musli son capaces de dar en Unicaja el nivel que han demostrado en equipos en los que tenían un mayor protagonismo; si N'Diaye muestra solidez (al menos defensiva y reboteadora) en la pintura. Y así un largo etcétera.

 

En definitiva, no pocas incertidumbres que cabe esperar (o confiar) en que se vayan resolviendo favorablemente en una pretemporada nada tranquila.



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Artículo publicado por Juan Carlos Sánchez

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