Esta semana se cumplían tres años de la Euroliga del Fenerbahçe, siete de la retirada de Smodis, ocho de la de Siskauskas, 21 del segundo ascenso a la ACB del Gijón Baloncesto y 29 del título de la LEGA de Caserta.
La primera LEGA de un equipo del sur y de momento la última. Una LEGA con Gentile de protagonista absoluto, con Tellis Frank haciendo honor a su apodo de "El Profesor", Shackelford poniendo la fuerza, Esposito la clase y Dell Agnello el alma y más. Ya no estaba Óscar y ya no estaba el arquitecto de aquel milagro, un Bogdan Tanjevic que en ese momento estaba embarcado en otro milagro de calado en Trieste.
Con todo, aquella no había sido la primera alegría para el equipo de la Campania poniendo en el mapa a una ciudad hasta entonces casi sólo conocida por su (impresionante, eso sí) Palacio. Campeones de Copa en 1988 con Arlauckas de pareja de Oscar, y un par de subcampeonatos europeos, uno en la famosa final de la Recopa ante el Madrid en la orgía anotadora de Drazen Petrovic y el otro dos años antes en la Korac. También llegarían en 1986 y 1987 sendos subcampeonatos ligueros.
Aquí queda el partido de vuelta de aquella semifinal de la Korac de 1986. Enfrente, el Varese de Corny Thompson, que en esta ocasión tenía como pareja foránea a Larry Micheaux en sustitución de John Deveraux, manteniendo al menos parte del encanto fonético. En la ida Varese, subcampeón el año anterior, se había impuesto por 13 puntos. Una semifinal donde al margen del sempiterno tiro de Oscar aparecía el descaro y el talento de un Gentile todavía niño (meses antes todavía de su paso por el Europeo junior y su partidazo ante Yugoslavia). Y a los mandos, Tato López en su única experiencia europea.
El Tato, hoy devenido en un escritor de éxito y cuya autobiografia "La vereda del destino" es una joya, mostró magisterio en su Uruguay natal, en Brasil o Argentina, pero la falta de títulos, la pujanza de Gentile y su propio anhelo vital impidieron que su etapa fuera más larga... aunque ese año dibujó un curso fantástico. Un par de años antes, Tato había guiado a Uruguay a un increíble sexto puesto en los Juegos de Los Ángeles. siendo el máximo anotador total del torneo y el segundo en media tras el egipcio Mohamed Soliman con casi 25 puntos por partido... justo por delante de Óscar.
Aquella Juve Caserta habría de caer en la final ante la Virtus romana, pero queda la alegría de este partido de vuelta como testimonio de lo que estaba por venir. En cierta forma aquel torneo sería una cruz toda la vida para un Tanjevic que perdería hasta 5 finales de la Korac. Gentile, hasta encontrarse con Zeljko en el Panathinaikos campeón de Europa en 2000, perdería ocho finales europeas entre EuroBasket, Korac y Saporta... En una prueba más que la grandeza no sólo está en las vitrinas.