Los rivales de España (2): SERBIA |
|
La jerga deportiva es rica en tópicos y frases hechas que muchas veces tornan por convertirse en certidumbres. Uno de los más habituales ejemplos es aquel que apela al “peso del escudo o del nombre” para justificar alguna victoria de un equipo grande. Sin entrar en grandes detalles, el baloncesto serbio bien podría dar fe de ello.
Josip Broz, más conocido por Tito, solía referirse, orgulloso por haberla dotado de cierta estabilidad, a Yugoslavia con una celebre sucesión matemática: “7 estados vecinos, 6 repúblicas, 5 naciones, cuatro lenguas, tres religiones, dos alfabetos… y un solo país” (por cierto cuando el Che visitó Belgrado apostilló proféticamente aquello de “sí… y cero posibilidades de sobrevivir”). Con esta idea en la cabeza, y tras la independencia de Eslovenia, Croacia, Bosnia y Macedonia, las repúblicas de Serbia y Montenegro deciden mantener el nombre oficial de Yugoslavia, con lo que, tras levantar la ONU su sanción por la guerra de los balcanes, nos encontramos que a finales de 1994 la selección yugoslava reaparece oficialmente. Bajo esta denominación, y pese a estar formada sólo por jugadores serbio-montenegrinos, en el periodo que va desde 1995 hasta 2003 (fecha en que por primera vez la selección de basket compite con el nombre de Serbia y Montenegro), Yugoslavia completa un nuevo ciclo brillante con dos títulos mundiales (98 y 02) 3 europeos (95, 97 y 01 más el bronce 99) y una plata olímpica (Atlanta 96). Sin embargo una vez abandonado el nombre de Yugoslavia, la decadencia ha sido imparable, aunque innegablemente las causas habría que buscarlas más allá de lo simbólico (renuncias, egos, problemas extradeportivos…).
Tras separarse definitivamente de Montenegro, Serbia participó en el pasado EuroBasket por primera vez como nación única, pero el resultado fue igualmente desalentador, ya que el nuevo proyecto encomendado al genial (como jugador) “Moka” Slavnic naufragaba incapaz siquiera de pasar la primera ronda y sumiendo al país en una autentica depresión deportiva. Afortunadamente, y tras tocar fondo, no todo son malas noticias. Paralelamente al ridículo de la selección senior, las categorías inferiores serbias enlazaban medalla tras medalla y abrían la esperanza a una reconstrucción del prestigio perdido. Para semejante obra, la federación recurría a todo un clásico, Dusan Ivkovic, timonel de la mítica selección que enamoró a finales de los 80/principios de los 90 y, sobre todo, hombre absolutamente respetado en todos los estamentos tanto políticos como deportivos del basket balcánico.
Si bien el tiempo será el que juzgue la decisión, no se puede negar que los comienzos han sido cuanto menos alentadores: sin sus NBA y dejando de lado a buena parte de los veteranos, Ivkovic llevaba a cabo el relevo generacional sin traumas y conseguía una plácida clasificación para el EuroBasket (Francia o Italia pueden atestiguar que no es poco…). Con un juego ordenado, de ritmo lento pero intenso, Serbia retoma los valores tradicionales yugoslavos, donde el control del tempo no excluye los ramalazos de genialidad individuales. En los partidos del pre-europeo, Serbia ha cargado mucho el ataque en sus pivots, lo cual no le ha impedido presentar unos buenos números en el tiro exterior. En defensa, apenas si han utilizado recursos zonales si bien eran comunes los cambios de par y ayudas muy largas, consiguiendo, pese al riesgo inherente a este tipo de defensas, un control bastante claro de su tablero.
- LOS JUGADORESBASES: Prácticamente descartado el indolente Jaric, la dupla que dirigirá a Serbia en Polonia, será la misma del preeuropeo, es decir los dos Milos: Por un lado un
Vujanic que ha dejado atrás sus graves problemas de lesiones y se muestra más maduro en la dirección del Efes sin por ello perder su desparpajo en el tiro y por otro un
Teodosic, todo talento y que cada día se muestra más sólido y que este año tiene en el Pireo a un perfecto maestro para seguir creciendo como jugador. Capaz de alternar los puestos de base y escolta, el joven
Stefan Markovic (ya estuvo en Madrid) gozó de minutos en la clasificación (siempre de escolta) gracias a su inteligencia en la selección de tiro, deberá cuidar su tendencia a cargarse de faltas. Como ultima opción, podría entrar
Aleksander Rasic, que tras su aventura europea ha vuelto al Partizan aportando velocidad y puntos
ALEROS: Sin duda la nómina de candidatos es extensísima, aunque casi se podrían descartar los nombres de Rakocevic (en gran momento, pero ha renunciado los últimos años) Gurovic (ya pasó su momento) o de Radmanovic (problemas con la federación). El rayo de luz lo ponen las recientes declaraciones de
Pedja Stojakovic, mostrando su deseo de acudir a la cita polaca. Su presencia sin duda supondría un salto de calidad, aunque dado el estado de su espalda y la posibilidad de que, pese a su irregular inicio, los Hornets leguen lejos, ponen en cuarentena su presencia por lo que la base será la misma que afrontó la clasificación. Capaz de ocupar todas las posiciones exteriores,
Milenko Tepic es una de las joyas del Partizan y está demostrando que es capaz de liderar al conjunto del Pionir sin que le pese la responsabilidad. Buen manejador de balón, gran pasador y de buena predisposición defensiva solo necesita más regularidad en el tiro para dar el salto definitivo. Todo lo contrario que su compañero de equipo,
Uros Tripkovic, un tanto estancado pero con facilidad para armar el brazo desde cualquier lugar. De dilatada trayectoria europea (Grecia en dos etapas, Bélgica o Ucrania), el gran tramo final de la temporada pasada abrió a
Dusan Kecman las puertas de la selección y del Panathinaikos, donde cumple un rol de jugador de equipo ayudando en las tareas grises. El ex-gironí
Branco Cvetkovic gozó de minutos en la clasificación y su presencia en Polonia dependerá de las ausencias. Si finalmente es de la partida, será un revulsivo para el tiro exterior (bastante efectivo pese a su curiosa mecánica).
Luca Bogadanovic también tuvo sus minutos en la fase de clasificación, algo lento y con buen tiro tanto el año pasado en le Mans como este en la Penya esta teniendo mas minutos como cuatro.
PÍVOTS: Otro de los puestos que presenta overbooking de talentos y de juventud. Ausente por problemas de espalda en la preparación, Ivkovic confía en sacar todo el jugo al desaprovechado talento de
Darko Milicic (su paso por el EuroBasket de 2007 fue más recordado por sus extravagantes declaraciones que por su juego). Si consigue estar centrado y no abusar de su tiro puede ser importante tanto en la intimidación como ofensivamente. Sin el pivot de los Grizzlies,
Nenad Krstic fue la gran referencia en la clasificación. Aún lejos del nivel mostrado antes de la lesión el pivot del, hasta ahora, decepcionante Triumph (eliminados por el Ostende en la Eurocup y acumulando ya 3 derrotas en Rusia), está destacando más en la labor reboteadora aunque a poco que recupere ritmo deberá ser tan bien importante en la pintura. Para el puesto de 4, Ivkovic confía en otras tres grandes promesas: por un lado
Novica Velickovic, un dechado de inteligencia (excepcional en el juego sin balón) y de gran personalidad. Producto de la inagotable cantera del FMP,
Zoran Erceg posee una muy buena mano y gran facilidad para hacer daño de fuera adentro (donde presenta grandes porcentajes), de momento le está costando un poco adaptarse a la dureza del Olympiacos pero poco a poco, va dejando pinceladas de clase a la par que toma impagables lecciones de Nicola Vujcic. Precisamente su hueco en el Zeleznik lo ha aprovechado a la perfección
Dragan Labovic, que está liderando la liga adriatica en el capitulo anotador. Jugador de buenos recursos al poste bajo, últimamente tiende a abusar un poco del tiro exterior. Para completar la rotación interior Ivkovic puede escoger entre pivots puros como
Kosta Perovic (a buen nivel en el preeuropeo),
Boban Marjnovic (disputó 5 partidos), o 'cuatros' más veteranos como
Dusko Savanovic o incluso alguna otra promesa como
Milan Macvan (rindiendo a gran nivel las ultimas semanas).
- EL ENTRENADOR:De larga carrera como jugador en el Radnicki de Belgrado, sin duda alguna, la figura de
Dusan Ivkovic pasará a la historia como uno de los grandes entrenadores de la historia europea. Amante del orden pero respetuoso con el talento individual, su carrera es un cúmulo de éxitos, bien con la selección (3 oros europeos y uno mundial) como de clubes (Euroliga en el Pireo, títulos europeos con Partizan, Paok, AEK y Dinamo...). Tras su meritoria trayectoria en Rusia (le faltó la guinda del titulo con el CSKA, al que ayudó a ser lo que hoy es, con tres presencias consecutivas en la final four) ahora afronta su ultimo reto, devolver a Serbia al lugar que la historia siempre le ha reservado.