Las Historias de Sunara: La rivalidad Cantu - Milan
Con varias competiciones más ya en su parte final, del resto del panorama europeo quizás lo más entrañable sea la semifinal que ayer comenzaba en la LEGA entre Cantu y Milan, con victoria de los primeros.
A lo largo de la historia de la Copa de Europa, sólo en tres ocasiones se ha producido una final entre equipos de una misma liga. Hasta 1992 únicamente participaba un equipo por cada país, salvo que el campeón de Europa no lograra plaza en su competición doméstica. Por si fuera poco esta norma fue derogada, y, por ejemplo, la Cibona no pudo defender sus títulos del 85 y 86 tras perder la final de la liga yugoslava ante el Zadar. Además, en los años en que la FIBA organizaba la Final Four obligaba a los equipos de un mismo país a cruzarse en semifinales, norma que aún mantiene en sus competiciones.
Con 20 puntos de Antonello Riva y una gran dirección de Marzorati, el Cantu sumaba en 1983 el segundo título de campeón de Europa de su historia al imponerse al Milan por un ajustado, y polémico ya que los milaneses reclamaban una última falta sobre Gallinari, 69-68… Y sin embargo, por increíble que hoy parezca, todavía otro precedente es más recordado hoy en día, y es que el camino que llevó a esa final arrancaba con el título liguero del Cantú en 1981 (en 1983 participaban como campeones de Europa del 82).
En aquella lejana final del 81, el por entonces Squibb Cantu se imponía en tres partidos (93-83 en el decisivo) al Synudine Bolonia de Villalta, Caglieris, McMillan, Bonamico y Marquinho. Pero su prueba más dura había tenido lugar en semifinales, donde los de Bianchini habían conseguido apear al Milan en una serie a tres partidos que no conoció ninguna victoria local y donde el partido decisivo terminó con un 84-85 en la línea de los dos anteriores (77-79 en Milan y 64-66 en Cantú). A todo esto sólo habría que añadir que ya en las semifinales de la temporada anterior (79/80) la escuadra de Cantú había apeado a los milanistas con el factor pista en contra y con un 76-75 en el desenlace que dejaba bien claro el tipo de rivalidad existente.
¿Alguien da más? Quizás sí, si tenemos en cuenta que en las semis de la Recopa del 77 de nuevo el Cantu era la bestia negra milanista, antes de imponerse en la final al Radnicki por 87-86 pese a los 30 puntos de Srecko Jaric. Más recientemente, el Cantu apeaba al Milan de la final de la Korac del 89… aunque es justo reconocer que cuatro años después el viejo Olimpia se daba al fin una alegría en la misma competición accediendo a la final a costa del Cantú y de la mano de un estelar Djordjevic (35 puntos y 7 asistencias).
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