La apuesta de Alta Gestión Fuenlabrada |
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La buena campaña realizada por Alta Gestión Fuenlabrada ha propiciado que este verano sus mejores jugadores hayan sido objetos de deseo para muchos clubes. Tanto esto es así, que el antiguo quinteto titular del conjunto fuenlabreño formado por Kristaps Valters (DKV Joventut), Brad Oleson (Real Madrid), Saúl Blanco (Unicaja), N. Tskitishvili y Antonio Bueno (DKV Joventut) han emigrado de las filas del conjunto de la zona sur madrileña.
Esta mala noticia para los dirigentes del equipo madrileño se palió por la gran inyección económica que supuso la venta de estos jugadores, en especial de Brad Oleson y Saúl Blanco, por cuyo jugador recibirá una compensación aunque su destino aún no está totalmente confirmado. Por tanto, gracias a esta capacidad económica, Fuenlabrada se lanzó al mercado y ha fichado jugadores que les deben llevar a luchar de nuevo por el playoff hasta el final.
Los fichajes confirmados hasta la fecha son: el genial aunque rebelde Chris Thomas, dos tiradores como Alan Vouskil y Gerald Fitch, un guerrero como Ferrán Laviña, un prometedor base como Colom, una promesa como Antelo, una apuesta báltica como Berzins y una bestia en la pintura como Esteban Batista.
Sin embargo, a pesar de que los nombres no pueden pintar mejor se plantean varias dudas: ¿cómo se van a conjuntar como equipo?; ¿serán capaces de adaptarse al estilo de juego rápido y vistoso que pretenderá de nuevo Luis Guil?; ¿Fitch y Vouskil se compenetrarán tan bien como lo hicieron Saúl y Oleson?; ¿la apuesta de Berzins saldrá tan bien como salió Kris Valters?; ¿Batista dominará bajo tableros o le costará volver a adaptarse a una gran liga después de haber vuelto a Suramérica?; ¿explotará por fin Antelo o seguirá siendo la eterna promesa?
Como se ve, son muchos los interrogantes que se le avistan a Alta Gestión Fuenlabrada. Si estos interrogantes los superan con éxito, el equipo dirigido por Guil realizará una igual o mejor temporada que la anterior pero si se le cruzan algunas de esas premisas puede pasarlo mal porque es el riesgo que se corre al tener una plantilla cuya base es totalmente nueva y la presión es mayor porque aunque el objetivo volverá a ser la permanencia nadie olvida la gran temporada de la pasada temporada, temporada que aunque la directiva no exigirá, sí lo hará la afición fuenlabreña que llena el Fernando Martín y acompaña al equipo allá donde juegue.
Pase lo que pase, mucha suerte para el conjunto del sur de Madrid, cuya superación es loable temporada tras temporada.