Copa del Rey: Análisis del Laboral Kutxa |
|
Incluso para un club tan habituado a las reconstrucciones y a una permanente exigencia de evolución como el Laboral Kutxa, no resulta nada fácil adaptarse a la metamorfosis más dura, aquella que viene obligada por los ajustes económicos. Acostumbrados a la salida de jugadores clave año tras año, el nuevo proyecto baskonista nacía con la necesidad no tanto de olvidar a los
Nemanja Bjelica,
Cook o
Lampe como sí de confirmar sus apuestas del año anterior, en especial tras la salida a mitad de curso de
Brad Oleson. Con
Sergio Scariolo recuperando sensaciones en su segunda etapa en el banquillo, el conjunto vitoriano llega a la primera gran cita del año tras una primera mitad de temporada muy dura. Tras un primer tramo de curso donde el club se mostraba más solvente en Europa que en la ACB, justo al contrario que el año pasado, el sprint final con las victorias en Santiago o Donosti, unidas a las locales ante Barcelona o CAI, permiten al Baskonia alcanzar una Copa donde se han convertido en todo un clásico (6 títulos y 3 subcampeonatos en los últimas dos décadas).
Inmersos en un pésimo comienzo de Top 16 de la Euroliga, un análisis del devenir del Laboral Kutxa no puede pasar por alto el complicado trance de lesiones sufridas. Paliados los problemas físicos del inicio por el paso de temporeros como
Kelati,
Kaukenas o
Milko Bjelica (paradójicamente en lo que quizás fueron sus mejores momentos como jugador baskonista), en las últimas semanas jugadores como
San Emeterio,
Hanga o
Hamilton han causado baja añadiendo incertidumbre a una plantilla que dada su configuración parece necesitar su mejor versión para optar a pelear por ser algo más que un animador. Más allá de los problemas físicos, el flojo rendimiento de un
Walter Hodge que estaba llamado a ser la referencia del juego exterior, junto con la falta de continuidad en el tiro exterior, los bajones de intensidad defensiva y el déficit de rebote han sido las grandes pegas de un Baskonia que no obstante ha dejado también apuntes ilusionantes. La consolidación de
Heurtel, el progreso de
Pleiss o la buena adaptación ofensiva de
Nocioni al puesto de '4' junto con una mejor química grupal han ofrecido la cara más amable de un grupo que llega a Málaga con la intención de cambiar la dinámica de un último tramo de temporada marcado por el mal arranque del Top 16 y las derrotas en Fuenlabrada o Las Palmas.
LOS JUGADORES
Estabilizado como base de referencia tras el “chasco” de Hodge,
Thomas Heurtel está viviendo sus mejores días como baskonista. Segundo máximo asistente de la ACB, el base galo ha conseguido dejar atrás su imagen de agitador para convertirse en una de las mejores noticias del cuadro vitoriano. Con problemas defensivos, en especial tras bloqueo directo, en el aspecto ofensivo Heurtel genera juego con facilidad, se genera canastas en el 1X1 y parece progresar en el tiro, en especial cuando se apoya en el bote. Llegado a mitad de curso,
Giuseppe Poeta aparece como el segundo base dado el ostracismo de un Walter Hodge que muy bien pudiera quedarse fuera de la Copa. Correcto director, el italiano aporta serenidad al juego y aunque es un flojo tirador resultó clave con sus triples en la clasificación copera gracias a su acierto en el encuentro ante el GBC. En la recámara queda un
Devon Van Oostrum que apenas está teniendo ocasión de lucir su talento individual.
En las alas,
Fabien Causeur lucha por dejar atrás las secuelas de un duro inicio de curso marcado por una grave enfermedad renal. Buen defensor, el ex del Cholet está rindiendo a mejor nivel en la ACB que en la Euroliga, por lo que la Copa puede ser una buena oportunidad para afianzar su status. Muy irregular en el tiro exterior, el escolta galo se muestra peligroso en campo abierto y saca su mejor versión cuando ataca el aro. Buen pasador e intuitivo para los rebotes largos, Causeur necesita un mayor grado de continuidad ofensiva para acabar de dibujar el jugador que se intuye. A su vez,
David Jelinek pasa por ser el principal especialista en el tiro exterior (gram 22/47 en Euroliga). Irregular y con problemas para generarse sus tiros, el checo gana enteros desde las esquinas y goza de piernas para atacar el aro aunque no se prodiga en exceso.
En el puesto de '3',
Fernando San Emeterio pasa por ser una de las grandes referencias de un Baskonia que, no obstante, añora su mejor versión. Lejos de su mejor forma física, el cántabro sigue aportando en campo abierto e incluso mantiene unos porcentajes triplistas dignos para un jugador que dista de ser un especialista, pero a cambio esta sufriendo para mostrar su mejor versión defensiva. Muy castigado por innumerables problemas físicos,
Adam Hanga ha dejado pinceladas de clase y exhuberancia física que parecen confirmar su categoría como jugador. En cambio su irregularidad en la lectura del juego y su errático tiro siguen dejando entrever dudas en un jugador que ha de ser clave en el futuro cercano.
Plenamente adaptado al puesto de '4',
Andrés Nocioni sigue encarnando la parte más tangible y menos tópica de eso que vino a llamarse el
Carácter Baskonia. Luchador incansable (debe cuidar las faltas), desde el puesto de ala-pívot goza de mayores espacios para lanzar y genera mucho peligro atacando el aro de fuera a dentro, aunque ante pares físicos sufre en exceso en defensa. A su lado su compatriota
Leo Mainoldi no ha acabado de cuajar excesivamente limitado a su papel de tirador y sin grandes réditos tampoco en ese aspecto.
Encarando la que quizás es la mejor noticia del curso,
Tibor Pleiss llega a la Copa como uno de los pívots más determinantes de la ACB. Condicionado por un físico algo endeble, su buena lectura defensiva le convierte no sólo en un buen taponador sino en un excelente cerrojo para las penetraciones exteriores gracias a una lectura táctica notable en alguien tan joven. Contundente en las finalizaciones si recibe con ventaja, le falta un punto de velocidad en la ejecución a la par que algo más de descaro para prodigarse en un tiro exterior que en el Brose se había convertido en algo habitual. De su buena conexión con Heurtel puede depender buena parte del destino del Laboral Kutxa en tierras malagueñas. Desde el banquillo
Lamont Hamilton se muestra como un recambio altamente irregular tan capaz de encadenar varios triples como de cometer errores de principiante a nivel defensivo. Contundente en las inmediaciones del aro, necesita un mayor grado de concentración en el juego. Por último
Ilimane Diop ha ido arañando minutos dejando pinceladas de interior inteligente, buen taponador y con aceptables recursos.
PRECEDENTES ANTE VALENCIA BASKET
En el partido jugado en la primera vuelta, el Valencia Basket se imponía al Laboral Kutxa por 78-79 con una canasta final de
Justin DoellmanEn cuanto a la Copa, el último cara a cara entre ambas escuadras se remonta a los cuartos de final de 1999, con triunfo baskonista por 82-66, aunque sin duda el cara a cara más recordado es el de 2006 cuando ambos equipos se encontraban en una final que acababa yendose a Vitoria por 85-80. Con
Prigioni como MVP y con el actual técnico valencianista en el banquillo baskonista, el entonces TAU contaba con 20 puntos de
Erdogan y 19 de
Scola y
Jacobsen, mientras que en el Valencia
Dikoudis era el mejor hombre con 26 tantos. Al margen de los citados, el Baskonia se imponía al Valencia Basket en la semifinal de 2003, mientras que el único triunfo taronja llegaba en los cuartos de final de 1998.