Las Historias de Sunara: Benacek, Sokk y Kuusma |
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- PREDRAG BENACEKSituada a poco más de 50 kilómetros de Praga y cuna de personalidades como Frank Daniel, Vaclav Moravek o Josef Machar, Kolin es una de las ciudades donde más apasionadamente se vive el basket checo, por lo que la irregular marcha del equipo causa preocupación tras lograr colarse en los play-off la temporada pasada, tan solo dos años después de su ultimo ascenso. Estadísticamente la pareja norteamericana que forman Terry Smith y Brad Jones (que repite de la temporada pasada) forma junto al local Zuzak (de breve paso por Caceres) la columna vertebral de un equipo que no obstante tiene su cara más reconocible en un banquillo donde por tercer año consecutivo se sienta Predrag Benacek.
Con amplia experiencia en Chequia (previamente había estado en el Nymburk y el Prostejov) y en Chipre (donde llego a ser seleccionador nacional amén de clasificar al Limassol a la Final Four de la Eurocup Challenge), su nombre sin embargo sigue más ligado a su gran carrera como jugador. Nacido en Sarajevo, Benacek defendió la camiseta del Bosna durante 13 años en los que conquistó tres títulos ligueros (78, 80 y 83 en la polémica final ante el Sibenka) y dos Copas: la del 78 (98-87 ante el Radnicki) y la del 84 (92-78 ante el Alkar Sinj). Zurdo, especialista en el juego sin balón y poseedor de un muy buen tiro, bien pudiera decirse que Benacek fue uno de los precursores de la figura del actual ‘4’ abierto y a su notable currículo en la liga yugoslava pronto añadió una relevancia continental, donde llegó a disputar la friolera de 17 ediciones de las distintas competiciones europeas.
En tan granada trayectoria destacan sobre todo lo demás el subcampeonato de la Copa Korac del 78 y, cómo no, el titulo de campeón de Europa del 79. Con un papel secundario por entonces, Benacek compartió junto a los Delibasic, Varajic o el actual entrenador del Valencia Pesic la edad de oro del Bosna que dio a Yugoslavia su primera Copa de Europa, en la inolvidable final de Grenoble ante el Varese. Un año antes, el Bosna había caído en la prórroga tras una de las mejores finales de la Copa Korac de la historia ante el Partizan por un espectacular 117-110, en un encuentro marcado por las grandes actuaciones individuales: 48 puntos de Dalipagic, 33 de Kikanovic, 32 de Delibasic…
Tras su dilatada carrera en el Bosna, Benacek apuro sus últimos años a medio camino entre un Panionios donde formó una heterodoxa y brillante pareja con Christodolou y el Maribor esloveno. En el conjunto griego terminó por hacerse todo un ídolo, pese a que sus inicios fueron de lo más tumultuoso y es que la eliminación de la Copa Korac en la primera ronda del 88 ante el Manchester United sentó como un tiro a los calurosos aficionados locales. En su periplo heleno, el mayor éxito fue el titulo copero del 91 derrotando en la final al PAOK de Salónica con Benacek formando una excelente pareja foránea con John Hudson, bajo la dirección de Vlade Djurovic.
Al margen de su papel a nivel de clubes, Benacek también tuvo su papel a nivel de selección, cuya hoja más relevante fue la plata en el EuroBasket de Praga, a los que habría que sumar un par de campeonatos de los balcanes, el bronce en la Universiada de Bucarest.
- EL KALEV DE TIK SOKK Y AIVAR KUUSMAEl Kalev fue el único equipo estonio capaz de ganar la extinta liga soviética, en la que a la postre fue su penúltima edición, de la mano del excepcional rendimiento de Tik Sokk. Junto a Sokk, el Kalev logró reunir a Pehka, base sobrio y excelente defensor, al pivot Sergei Babenko, plata con la URSS en el EuroBasket 87, y al joven Pert Kullamae. Sin embargo, el gran impulso llega de la mano de un jugador que habría de ligar su carrera a la del propio Sokk: Aivar Kuusma, escolta de físico un tanto endeble, pero con una capacidad de tiro espectacular.
Kuusma se había formado en el Tallin, pero a finales del año 90 había dado el salto al Youngstown pride, equipo de la WBL, donde formando pareja exterior con Mario Elie (que posteriormente ganaría tres anillos de la NBA) logra hacerse con el título. Con su reincorporación el Kalev gana en amenaza exterior y poco a poco va creciendo en su juego, logrando encarar los play-off en una forma envidiable. Una vez en las eliminatorias el equipo sigue su ascensión y en una final vibrante, derrotan al Spartak de San Petersburgo y dan a Estonia el primer titulo de su historia.
El año siguiente el Kalev debuta en la liga europea, y si bien su participación termina en la liguilla, los estonios dejan la impronta de un equipo alegre y de marcado carácter ofensivo, endosando al Maccabi 118 puntos o superando por dos veces los 110 ante el Antibes. Sokk y Kuusma cierran su participación en la máxima competición continental promediando más de veinte puntos partidos y despertando el interés de las potencias europeas… lo que les llevaría a protagonizar una de las historias más rocambolescas del basket europeo de los 90:
Capital de Estonia, Tallin pasa por ser uno de los puertos marítimos más importantes del báltico, lo cual iba a tener unas consecuencias inesperadas en la carrera de Sokk y Kuusma. Acabada la temporada 91/92, Sokk finaliza su contrato y recibe ofertas de multitud de equipos europeos, aunque de todos ellos la más potente es sin duda la del Panathinaikos, y también la más pintoresca. El club ateniense, alejado del título desde 1984, buscaba desesperadamente recuperar su status en la liga griega y para ello no duda en reparar en gastos y logra el gran golpe de efecto del verano al contratar a Nikos Gallis. Tras el astro heleno llegan los croatas Komazec y Vrankovic, por lo que sólo necesita un base para cerrar una plantilla que aspire a todo. El elegido es Tit Sokk, pero hay un inconveniente, necesitan que se nacionalice. En un principio Sokk rechaza la oferta, pero los atenienses duplican su oferta con la condición de que adopte la nacionalidad griega. La apuesta es arriesgada y enfocada sólo a la liga griega, ya que por aquel entonces los nacionalizados debían esperar tres años para disputar partidos internacionales, pero Sokk acepta y alega ser descendiente de griegos, pero la federación helena desconfía. Y es aquí donde la historia toma el cariz de sainete, y en un último giro brillante, la madre de Tiik comparece ante la justicia griega y firma una declaración jurada en la que afirma que su hijo es fruto de una relación extramatrimonial con un marinero griego que había atracado en el puerto de Tallin. Pese a lo rocambolesco del asunto, Sokk recibe el pasaporte griego y adopta su nuevo nombre heleno, Tout Giannopoulos. El Panathinaikos logra el titulo copero, pero se queda a las puertas del título y ya prepara una nueva inversión millonaria.
Mientras Kuusma sigue rayando a gran nivel y lidera al Kalev, que se alza con el título en la recién creada liga estonia. Al acabar la temporada, Aivar lidera a la selección que abre el EuroBasket de Alemania, derrotando a los anfitriones por un concluyente 113-103 (30 de Kuusma) y termina en un meritorio sexto puesto. La cotización del Kuusma se dispara y el Panathinaikos, que busca a un tirador pues ha sustituido a Komazec por Volkov, decide repetir la operación. Al igual que Sokk, la madre de Kuusma comparece y también asegura haber concebido a Aivar tras una relación con otro marinero. Pero esta vez la situación se complica y la Federación exige la acreditación del padre griego de la criatura. Cuando todo parece empantanado, el Panathinaikos localiza al padre y ambos acuden a firmar los papeles y dejan otro momento para el recuerdo: Kuusma de 1´90, extremadamente pálido, de ojos claros y cabellera rubia junto a su redescubierto padre, un estibador del puerto del Pireo, y afirmando con cierto rubor “bueno, en realidad me parezco mucho más a mi madre...”.
Sokk y Kuusma compartieron vestuario durante tres años más, en los que el Panathinaikos no logró el anhelado título liguero y se tuvo que conformar con una Copa y una Euroliga, que Sokk y Kuusma tuvieron que ver desde la barrera. En 1997 ambos volvieron a Estonia, aunque posteriormente, Sokk aún volvería a la tierra de sus antepasados para ganar una nueva Copa con el Aris de Salónica. En la actualidad ambos ejercen como entrenadores y se han encontrado en multitud de ocasiones.