La FEB se lleva el gato al agua con el Mundial 2014 |
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Lo cortés no quita lo valiente. La asignación de España como país organizador del Mundial 2014 de baloncesto es un hecho, y logro sobresaliente para la FEB. Pepe Sáez es un tipo que puede caer mejor o peor, y puede haber recibido críticas - incluidas las mías - en el affaire Pepu. Pero al César lo que es del César:
* La concesión del Mundial 2014 de Baloncesto a España supone un logro institucional-deportivo de primer orden. Cuando un grupo de trabajo se reune para constituir una candidatura viable, fuerte y respaldo socioeconómico, el éxito está más cercano. El resto de candidaturas, respetables ambas, manejaban unos intangibles demasiado utópicos comparados con los recursos de la candidatura española. Repercusión de este deporte, apoyo político y realidad infraestructural. Estas tres bazas estaban. No eran potenciales. Contábamos con ellas.
* Odio las comparaciones, pero alabo la labor de Pepe Sáez y de su equipo en la tarea de ensalzar un proyecto deportivo, instaurado desde la base de la cantera, que permite un mayor peso institucional de su propia federación en el concierto internacional. Tras la Federación de EEUU - por razones obvias, aunque no demasiado lejos - se sitúa la Federación Española en lo que refiere a repercusión en influencia institucional. Al menos en el deporte de la canasta se nos tiene en cuenta para algo. Que se fijen otras federaciones.
* He llegado a leer que había cierto sector de los aficionados al baloncesto - eso dicen ellos - que se oponía a esta elección, porque eso supondría el culmen del ego de Pepe Sáez. Y Pepe es el enemigo. Obviamente, no entiendo tal postura. Aunque sólo sea por el hecho de poder disfrutar de un ambiente canastero durante un período relativamente grande de tiempo, aunque sólo sea por incentivar la culturilla y la deportividad del balón naranja, aunque sólo sea por mejorar las estructuras deportivas, o aunque sólo sea por aupar al baloncesto a un mayor reconocimiento social. Son argumentos con demasiado peso como para anteponer la antipatía hacia un personaje que lo único que hace es representar internacionalmente a España.
Desde este humilde rincón, felicito a la FEB y me autofelicito (y por extensión os felicito a vosotros que me leéis de vez en cuando) por el intento de expansión de un deporte que crece cada día más y que tanto nos gusta.