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Esta semana se cumplen 25 años de la muerte de Fernando Martín, el mejor jugador español de baloncesto hasta la aparición de Pau Gasol. Como decían en la película Gladiator, "Lo que hagas en esta vida tendrá su eco en la eternidad", y eso precisamente es lo que ha sucedido con esta leyenda, a la que seguimos recordando pese a haber pasado tanto tiempo. De Fernando Martín son mis primeros recuerdos de baloncesto, de esas míticas peleas con el gran Audie Norris o de ese excelso Real Madrid junto a otro Dios del Olimpo baloncestístico como Drazen Petrovic. Fernando fue ante todo un adelantado a su tiempo. Viendo reportajes y leyendo mucho sobre él te das cuenta de que fue el primer gran jugador profesional de baloncesto en este país. Con un físico tremendamente cuidado, concebía cada partido como una guerra que debía ganar. Fue transgresor también en el juego por su velocidad de desplazamiento, impensable en esa época para un pívot, por sus movimientos ofensivos y por su competitividad. Formará parte de la historia por siempre con aquella histórica medalla de plata en los Juegos Olímpicos de los Ángeles 1984, junto a los clásicos Iturriaga, Epi, Villacampa, Corbalán, Margall... ¡¡¡qué viejos nos hacemos todos!!! Le recuerdo en la final contra "un tal" Michael Jordan (me he visto el DVD unas diez veces), y para nada jugó amedrentado ante los americanos. Aunque la plata fue histórica, estoy seguro que estaría "jodido" por perder. Otro gran momento transgresor fue cuando decidió dar el paso a la NBA. ¡¡¡Un español jugando en la NBA!!! Ahora lo vemos normal, pero los que tenemos una edad sabemos que antes era muy complicado ir a la primera liga americana... y allí iría Fernando Martín. Nos convertimos en fans de los Portland Trail Blazers, donde luciría el número 10 y con MARTÍN (con acento) en su camiseta. Su carrera no fue prolífica, sobre todo porque se topó con el cuadriculado entrenador Mike Schuler y al poco tiempo regresó, pero la hazaña ya estaba completada. Por eso me emocionó el recuerdo que le hizo Rudy Fernández en el concurso de mates de la NBA poniéndose su camiseta, un reconocimiento justo y necesario. El 3 de diciembre de 1989 encontró la muerte. Recuerdo oírlo por la radio y quedar en shock, una verdadera tragedia. Se nos fue el mito, pero como decía al principio, han pasado 25 años y Fernando Martín sigue en nuestros corazones. A todos nos transmitió esos valores de garra, pasión y entrega a este deporte: este es su legado, el habernos hecho amar el baloncesto. Por eso creo que todo reconocimiento es bien merecido, me gustó mucho el que le tributó el Real Madrid este domingo antes del partido ante el CAI Zaragoza. Desde aquí, nuestro humilde homenaje también a una figura que cambió este deporte en España para siempre. ¡¡¡GRANDE FERNANDO¡¡¡ Artículo publicado en
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